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Mis amigos, esos atorrantes

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EL INÉDITO GRUPO DE TAREAS DE RAFAEL BIELSA
EL INÉDITO GRUPO DE TAREAS DE RAFAEL BIELSA

Rafael Bielsa es un tipo diplomático. A fuerza de forzar esa cualidad a lo largo de los años, ha sabido moldear una imagen que suele agradar a todo aquel que lo frecuenta. Casi no existen criticas a su persona por parte de quienes lo han conocido y, gracias a su forma de manejarse, ha logrado ocupar los cargos públicos más sensibles e importantes del Estado. 

 

Pero hay otro Bielsa que se esconde detrás de esa máscara políticamente correcta. Es una faceta que nadie conoce y que tiene que ver con actividades oscuras de diverso nivel, surgidas de un "grupo de tareas" que responde a sus dictados desde hace años. Operaciones de todo tipo han surgido de sus entrañas y, créase o no, en estos días ese grupo sigue moviéndose en las sombras.

Increíble, pero real.


Amigos míos

Según cuentan algunas de las fuentes consultadas para este artículo, Rafael Bielsa ha sido históricamente un gran admirador del matón-montonero Rodolfo Galimberti. Esa admiración llevó al ex canciller a acercarse a él y comenzar una especie de sociedad que llevaría posteriormente a una amistad oculta. 

"Bielsa siempre admiró a Galimberti, imagino que por las bravuconadas que hacía y que le provocaban una rara admiración. Para entender esto que te digo, tenés que saber que Rafael (Bielsa) es un tipo con doble personalidad. Por un lado está el personaje que todos conocen, un tipo más bien cobarde; y, por el otro, el que le hubiera gustado ser, una especie de mercenario", aseguró a quien escribe estas líneas alguien que supo ser íntimo colaborador del ex canciller.

"Yo me fui abriendo de Bielsa cuando vi que se iba nutriendo de esta gente pesada, gente que le fue acercando Galimberti y que nada tenía que ver con la imagen positiva que él tenía. Fue el comienzo del armado de operaciones sucias contra opositores y negociados de todo tipo, obviamente ilegales", agregó el informante, sin atreverse a dar detalle de sus palabras.

Hubo que buscar otros testigos para poder avanzar sobre ese punto, uno de ellos totalmente ajeno al mundo de Bielsa. Se trata de Mario Aidor Cingolani, presbítero de una iglesia evangelista y que ocupó en los años 80 un importante cargo en la Secretaría de Comunicaciones.

Probablemente por dicho antecedente es que fue invitado a ser partícipe del mencionado "grupo de operaciones" a través de Carlos Alberto Almirón Yahyah, ex funcionario de la misma secretaría y actualmente profesor de “telecomunicaciones” en la Escuela Federal de Cadetes de la Policía Federal (1).

Cingolani se rehusó una y otra vez a integrar la “sociedad”, a pesar de la insistencia de Almirón, lo cual le valió la persecución incesante por parte de este y algunos de sus agentes. El detalle de esto fue denunciado al presidente de la Nación, Néstor Kirchner, a través de una serie de cartas firmadas por el propio presbítero. 

Por caso, el 18 de diciembre de 2006, Cingolani envió su última misiva a Casa de Gobierno (Ver documento al pie) para contar detalles puntuales de la persecución sufrida y para detallar el manejo de este virtual "grupo de tareas". 

Dice Cingolani: "se solicita la intervención del Dr. Kirchner en su carácter de titular del Poder Ejecutivo, manifiesta, entre otras cosas, que somos objeto de acoso, amenazas, abuso de poder, entorpecimiento del ejercicio de nuestros derechos humanos y de una persecución religiosa (...) Se destacan la persecución de la que seríamos objeto por parte de un grupo paralelo relacionado al Sistema Nacional de Inteligencia, destacándose algunas de las operaciones sufridas, asimismo se expresa la cobertura que tendría este grupo por parte del entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el actual Diputado Nacional, Dr. Rafael Antonio Bielsa y su entorno.

(...) El mencionado grupo estaría relacionado con actividad postal relacionada con el narcotráfico, pasaportes falsificados, entrada irregular al país de veintidos (22) valijas por la Aduana del Aeropuerto de Ezeiza, tours sexuales sadomasoquistas por el Delta destinados a políticos, trata de blancas, piratas del asfalto, contactos especiales con la Policía de la Provincia de Buenos Aires, ideología total o parcialmente nazi, etc".

Las palabras de Cingolani jamás fueron desmentidas por funcionario alguno e incluso algunas de sus cartas fueron respondidas formalmente por la directora de documentación Presidencial, Elizabeth Miriam Quiroga. ¿Hizo algo el Gobierno respecto a la denuncia? Nada. No sólo no se investigó lo denunciado por Cingolani, quien en las cuatro entrevistas brindadas a este periódico dio escalofriantes detalles de las operaciones de este grupo, sino que no se resguardó mínimamente su seguridad personal. No es un dato menor si tenemos en cuenta que el presbítero fue intimidado en una docena de oportunidades.

"En una de las notas que le mandé al Presidente, le manifesté la persistencia de la violación de nuestros derechos humanos, la inacción del Poder Ejecutivo y el agravamiento de la persecución que padecemos", aseguró Cingolani en una de las charlas mantenidas con este periodista. 

El detalle de esas persecuciones le fue manifestada al Poder Ejecutivo el 19 de abril de 2006 en una elocuente nota que, entre otras cosas, advertía que "hacemos uso de nuestro derecho constitucional de peticionar ante las autoridades, en este caso ante el titular del Poder Ejecutivo Nacional, el señor Presidente Néstor Carlos Kirchner, para que cumpla sus obligaciones constitucionales respecto de estos ciudadanos peticionantes y se haga cargo de esta situación debido a la complejidad que presenta, las áreas que involucraría y las posibles ramificaciones intemacionales de la misma. 

Reiterando por tercera vez el carácter de urgencia que reviste este problema para nosotros, nos quejamos según es nuestro derecho por la inacción e imprudencia oficial para solucionar las cosas que impiden el libre ejercicio de nuestro derechos constitucionales. A pesar de que reiteradamente habíamos manifestado que de no tomar acción seria y decididamente el asunto pasaría a mayores.

Aproximadamente diez (10) días después de emitida la nota que nos remitiera la Directora de Documentación Presidencial fue usurpada mi propiedad sita en Padre Elizalde 1489 del Partido de Tres de Febrero (Provincia de Buenos Aires) donde funcionaba nuestro ministerio y a pesar de tener la misma un ostensible cartel que rezaba 'Capilla Cristo Rey'. 

Dejo constancia además que los expoliadores estarían relacionados con el citado grupo de posibles 'agentes libres' y que, requerida por los vecinos, la presencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires no hizo nada para evitar la usurpación debido a que los ocupadores ilegales aparentemente contaban con cobertura política y hasta posiblemente institucional". 

A casi once meses de la denuncia de Cingolani, nada se ha modificado respecto a su protección personal ni ha avanzado la averiguación de los delitos que detalla. Este periódico ha intentado sin éxito obtener una declaración oficial respecto a este tema. Nadie quiere hablar.


El protegido

Las andanzas de Rafael Bielsa no son nada nuevas, vienen de sus épocas de funcionario en la Sindicatura General de la Nación (SIGEN). Allí descubrió el poder que le daba la posibilidad de ser quien avala o rechaza ciertas negociaciones del Estado. "Mi pelea con Bielsa comienza en días de la SIGEN, yo le dije que estaba tirando por la borda todo lo que había construido durante tantos años, negociando ciertas licitaciones. Eso se profundizo cuando hizo alianza con Galimberti, yo le dije que ese tipo no me gustaba nada", confesó visiblemente molesto el ex colaborador de Bielsa mencionado al principio de esta nota. "El grupo de operaciones lo armó Galimberti, es gente que trajo él y que es capaz de cualquier cosa", agregó.

¿Qué significa ser capaz de cualquier cosa? Según otra fuente consultada, un ex allegado a Galimberti, el “grupo” es capaz de efectuar cualquier tarea que le sea encomendada, aunque incluya la “desaparición” de una persona en medio de la operación efectuada. “No dudarían en embestir contra cualquier persona que se interponga en su camino (2). Son tipos que hace años se dedican a cosas sucias y están protegidos por gente importantísima de la política ¿Querés un ejemplo? Carlos Kunkel es uno de los protectores del grupo, ya que este hace operaciones para el Gobierno también", aseguró el informante en total coincidencia con la denuncia de Cingolani.

Y es que, en una de las notas enviadas de Casa de Gobierno, el presbítero señala que "el diputado Carlos Kunkel (3) sería o habría sido el contacto para dicho grupo a la Presidencia de la Nación". ¿Coincidencia? 

No es Kunkel el único señalado por Cingolani en su denuncia. A su nombre debe sumarse el del senador oficialista Roberto Urquía y el macrista Santiago de Estrada. Tal vez esto ayude a entender a qué se debe el desinterés oficial sobre las cartas del presbítero.


Concluyendo

Mientras nada se hace para detener al “grupo”, avanza sin cesar la embestida contra Cingolani, a quien –entre otros aprietes- sus cuentas de correo electrónico le fueron hackeadas y le fue violado su domicilio. "Los usurpadores realizaron una 'limpieza' no solicitada en mi propiedad, con los consiguientes daños materiales y morales resultantes, sin respetar absolutamente nada y sin ningún tipo de consideración, lo cual hace pensar en una posible saña al hacer desaparecer cosas. Sobre las cuales se cita a modo de simple ejemplo lo siguiente: Bienes muebles eclesiásticos, documentación reunida a lo largo de 25 años de profesión, datos, disquetes, hardware y material electrónico, credenciales e identificaciones varias, etc", asegura Cingolani en sus ignoradas cartas al Presidente.

Caben algunas preguntas como colofón a la primera parte de este artículo:

-¿Es verdad que el grupo de Bielsa fue utilizado para "infiltrar" al presidente Kirchner en algún momento?

-¿Qué vínculo existe entre la Comisión Nacional de Comunicaciones y esta gente?

-¿Por qué se dice que este es un "grupo negro" de la SIDE?

-¿Qué encubre la empresa Agra Canadian?

-¿Por qué ningún funcionario del Gobierno quiere hablar sobre el tema Cingolani?

-¿Por qué nadie investiga las constantes amenazas que este recibe?

-¿Cuál es el vínculo real de Carlos Almirón con este grupo?

-¿Por qué tiene Almirón tanto poder?

-Si Cingolani miente ¿Por qué nadie lo querella?

Por ahora, son preguntas sin respuesta. Aunque es probable que sean respondidas en un próximo artículo.

 

Christian Sanz

(1) Según tres de las fuentes consultadas, Almirón tiene contactos más que fluidos con agentes de alto rango de la SIDE.

(2) El informante recomendó a este periodista no investigar el tema, por la supuesta peligrosidad que representaba.

(3) Kunkel es una de las espadas más fuertes del kirchnerismo para las elecciones de este año. Hombre de confianza de Cristina Fernández, ha sido denunciado en su paso por la localidad de Florencio Varela por varios hechos de corrupción.

 

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