Este sábado, el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno consideró que la única salida que tiene el presidente Alberto Fernández es "dar un giro copernicano y hacerse peronista", en tanto que aseguró que el error principal del Gobierno fue no buscar "los equilibrios macroeconómicos".
En el Día de la Lealtad, entrevistado por la agencia Noticias Argentinas, Moreno expresó: "Éste es un gobierno socialdemócrata. Su núcleo duro no tiene peronismo. En seguridad, relaciones internacionales y economía, que es lo que le da el carácter a un gobierno, es todo socialdemocracia".
A la vez en un crudo diagnóstico de las medidas económicas tomadas por Fernández, Moreno remarcó que "el problema central es que el Presidente no buscó los equilibrios macroeconómicos, tanto en el ámbito fiscal como en el sector externo".
En tanto, el ex funcionario kirchnerista que este sábado presentará su partido "Principios y Valores", que lo llevará como candidato en la Provincia de Buenos Aires, manifestó que el jefe de Estado está copiando "las peores políticas de (Raúl) Alfonsín", entre las que mencionó la indexación de los ahorros en detrimento de un fuerte ajuste sobre los ingresos fijos.
-¿Hay algún rasgo del peronismo tradicional que el gobierno pase por alto?
-Todos. Éste es un gobierno socialdemócrata. Su núcleo duro no tiene peronismo. En seguridad, relaciones internacionales y economía, que es lo que le da el carácter a un gobierno, es todo socialdemocracia. En materia internacional, estamos peleados con todos los vecinos a pesar de que están los británicos usurpando las Malvinas. Nunca estuvimos más lejos de la unidad hispanoamericana. Estamos peleados hasta con los bolivianos y los paraguayos. En temas de seguridad no hace falta que hable: el peronismo los resuelve en la acción, poniendo el cuerpo. Y en economía, ni hablemos. Hay errores conceptuales en todas partes.
-¿Cuál es para usted el error más grande en materia económica?
-El problema central es que el presidente Alberto Fernández no buscó los equilibrios macroeconómicos, tanto en el ámbito fiscal como en el sector externo. Eso hizo el peronismo en el último período exitoso, que fue el que comenzó con Néstor Kirchner: consiguió los equilibrios macroeconómicos y, sobre ellos, empezó a transitar.
-El presupuesto de este año dice 10 puntos de déficit fiscal y el año que viene, la mitad. ¿No va en ese sendero el Gobierno?
-Eso es falso. Cuando Martín Guzmán presentó el presupuesto es cuando comenzó este ciclo de inestabilidad que no sabemos cuándo va a terminar. El presupuesto da un déficit fiscal superior a 10 puntos del producto el año que viene. El que es menor a cinco es el déficit primario. Falta el financiero, el cuasi fiscal y el de las provincias. Ese déficit no se puede financiar. Las empresas están viendo eso: que la única manera de sostener el déficit es que todo el crédito del sector privado vaya para el sector público, entonces se queda sin crédito el sector privado. Es ridículo.
-Hay muchos instrumentos para los ahorros que están indexados a la inflación e incluso algunos al dólar. Sin embargo, los ingresos fijos parecen ir siempre por debajo de la inflación, ¿Esto es sostenible?
-No, es una locura, es lo que venimos diciendo. Eso ya lo hizo Alfonsín en su peor etapa, la que va del 83 al 85. Si no hubiesen inventado el Plan Austral con la tabla de desagio, los radicales directamente se iban en el 86 y no en el 89. Alberto Fernández está haciendo lo peor del Gobierno de Alfonsín: acostumbrar a la sociedad a vivir con inflación. A los que tienen posibilidad de ahorrar, les dicen que ahorren en pesos que les actualizan por inflación; y a los que tienen ingresos fijos, los castigan. No puede ser que el Presidente no lo vea. Esto es lo que explica por qué Ubaldini le tuvo que hacer 13 paros a Alfonsín.
-Mencionó el caso de Ubaldini. Hoy no aparece un sindicalismo que enfrente al Gobierno.
-Más o menos. ¿Qué querés? ¿Un paro en pandemia, cuando no trabaja nadie porque está todo parado?
-El Gobierno dice que la inflación está bajando y que va a ser 20 puntos porcentuales menor a la de 2019.
-Por la pandemia, hay algunos problemas en la medición a tener en cuenta. Como lo que se está comercializando se mide junto a bienes que no se están comercializando, el promedio que te da es más bajo. El otro tema es que no se hacen relevamientos de precios presenciales en los negocios de proximidad y a los comercios de barrio, que son la principal fuente de abastecimiento de las familias.
-¿Puede ser el FMI el que le imponga al Gobierno esos equilibrios?
-El Fondo no le iba a imponer nada. Lo único que hizo por ahora fue describir la realidad, que no es distinta a lo que venimos diciendo muchos economistas. Ni el FMI quiere cobrar ni la Argentina puede pagar. Van a estirar todo lo que puedan. Es como si le debés plata a tu mamá. Como vos no podés pagar, ella no te quiere cobrar.
-¿Eso lo puede hacer un presidente que llegó y no puso el plan económico arriba de la mesa, después de meses de desgaste?
-Esa es una discusión abierta. Por eso digo que por ahí se impone la realidad. Yo creo que Alberto Fernández no está perdido si pega un giro copernicano y se hace peronista.
-¿Ve chances de que pegue ese giro?
-No pierdo la esperanza cristiana, pero no lo veo con posibilidades.