El lunes será un día clave en la escandalosa causa del FIFAGate. Tras años de investigación se conocerá la primera sentencia que tendrá impacto real en la Argentina.
Los tribunales de Brooklyn en la ciudad de New York darán a conocer el veredicto sobre un personaje clave en el entramado de corrupción que funcionó durante años entre la la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y la productora de contenidos Torneos.
Jorge Arzuaga, un misterioso banquero argentino que diagramó una maquinaria de corrupción en favor de Julio Grondona y Alejandro Burzaco sabrá finalmente si pasará o no los próximos años de su vida en prisión.
En 2017, acorralado por el FBI, el banquero decidió entregarse voluntariamente, prestar declaración en la justicia de Estados Unidos y convertirse en un arrepentido más de la mayor causa de corrupción de la historia del deporte. “Lamento profundamente lo que hice. Tengo vergüenza y ojalá pudiera expresar en palabras lo que siento”, dijo conmovido ante la jueza federal de la Corte, Pamela Chen.
La magistrada interpretó el acto como una estrategia en busca de una condena no tan severa. Acto seguido, Arzuaga comenzó a describir el funcionamiento de una red de sobornos que incluyó a Julio Humberto Grondona, ex presidente de la AFA y vice de la FIFA, y a Alejandro Burzaco, CEO de Torneos. También señaló a varios integrantes de la familia del fallecido jerarca del fútbol argentino.
El rostro de Arzuaga es desconocido para el común de los argentinos, pero el círculo rojo de poder argentino conoce al detalle la manera de proceder del banquero. Cuando en 2015 estalló en Zurich el escándalo del FIFAGate muchos empresarios argentinos temieron ser involucrados en ese asunto. Arzuaga manejó durante mucho tiempo el dinero y las inversiones de gente muy poderosa.
En 2018, en el libro “El gran Arrepentido de la mafia del fútbol” revelé detalles jamás contados del estrecho vínculo entre Burzaco y Arzuaga. Vale la pena repasarlos.
“Alejandro Burzaco siempre se refería a Jorge Luis Arzuaga como “mi banquero”. Y cuando eso sucedía en alguna reunión importante, Arzuaga fruncía tímido el ceño, acomodaba su pelo fino y canoso; y retrucaba con sarcasmo.
–No soy tu banquero, Ale. Nadie puede comprarse a una persona, por ahora no estoy a la venta –bromeaba generando la carcajada de los presentes y la mirada cariñosa de Burzaco.
Ese sentimiento de propiedad nacía como una metáfora de la amistad sincera que forjaron en los años 80, cuando compartieron la comunidad del College, la secundaria del St. George’s de Quilmes, ese colegio pupilo que cambió la vida de ambos.
Arzuaga era un alumno ejemplar que solía destacarse en las Ciencias Exactas, lo suyo siempre fueron los números. Burzaco no se quedaba atrás, y en ese clima de feroz competencia escolar solía mirar con devoción cómo se manejaban “los más grandes” por el increíble predio de 27 hectáreas que el colegio aún conserva en la zona sur del Gran Buenos Aires.
Arzuaga es mayor que Burzaco, pero esa diferencia generacional no les impidió estrechar una relación de confianza que se extendió por varios años”.
El rol de Arzuaga fue fundamental. Era uno de los cerebros detrás del festival de coimas que se extendió durante varios años. “Desde 2010 a 2014 acordé ayudar a Burzaco y a Torneos a transmitir pagos al entonces presidente de la Asociación del Fútbol Argentino”, declaró en la causa.
Desde las sombras fue quien se animó a constituir una serie de empresas fantasmas con cuentas en el banco suizo Julius Baer. Desde ahí trianguló las fortunas que terminaron en manos de Grondona, Burzaco y otros popes del fútbol latinoamericano. Las coimas le garantizaban a la productora Torneos quedarse con los derechos de televisación de los principales eventos deportivos del continente.
La defensa del banquero pidió solamente 36 meses de libertad condicional, pero sin un castigo económico. Argumentaron el pedido en “el nivel de colaboración que prestó el banquero para que los investigadores del FBI pudieran avanzar con el expediente”. También destacaron que en las últimas horas se estableció un acuerdo entre el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y el banco suizo Julius Baer.
El lunes 9 de noviembre, el banco suizo anunció que llegó a un “compromiso” de USD 79,7 millones. Desde la entidad bancaria sostuvieron que se firmó un “convenio de tres años de encausamiento suspendido'' y un pacto financiero que será aplicado a sus cuentas para 2020. “Julius Baer anticipa que en breve formalizará una resolución final sobre este asunto con el Departamento de Justicia'', añadió el banco.
Julius Baer también fue sancionado en febrero por el regulador financiero de Suiza por incumplir sus obligaciones de combatir el lavado de dinero, medidas que incluyeron sus lazos con funcionarios de la FIFA.
Para Arzuaga podrían corresponderle hasta 20 años de prisión. Sin embargo los secretos que le contó a la justicia de Estados Unidos pueden salvarlo de probarse el mameluco naranja y conocer una prisión federal.
Buena nota.-