El kirchnerismo trató de mostrarse unido esta semana en un acto en el Gran Buenos Aires, luego de que en las últimas semanas Alberto Fernández y los pocos ministros que le responden quedaran dibujados frente a las órdenes de Cristina Fernández.
Es tan obvio que el propio presidente fue el encargado de decirlo: “Saquen esta foto -dijo, sin precisar a quién le hablaba- es la foto de la unidad”. Allí estaban él, Cristina Fernández, Axel Kicillof, Sergio Massa y otros.
¿Es así? ¿Hay unidad entre Cristina y Alberto? ¿O lo que hay es mera subordinación del presidente a la vice?
Cristina ya es la jefa política de la mayoría de los ministros y de quienes controlan las grandes cajas y aparatos clientelares, como la Anses o el Pami. Y si no, es la jefa de las segundas y terceras líneas de cada repartición, que tienen más poder que los ministros.
Como quedó demostrado con el ministro Martín Guzmán, que no pudo ni echar a un subsecretario de energía eléctrica ni definir una política tarifaria.
El presidente aparece cada vez más borroso como cabeza del régimen presidencialista de la Argentina. No sólo porque su vice le impone funcionarios o las políticas más importantes, como la fiscal y la financiera, entre otras.
Cristina le impone también, cada vez más, el discurso. Fernández terminó de adoptar el discurso beligerante de su jefa contra la Justicia, la Corte Suprema, el periodismo y “los poderes económicos concentrados”, como les gusta decir.
Todo a raíz del fallo de la Corte a favor de la Ciudad de Buenos Aires que al final era una obviedad: cualquier ingresante a la carrera de derecho sabe que las provincias deciden si abren o no sus escuelas y que eso, desde 1994, vale también para la Ciudad de Buenos Aires.
También lo sabe el presidente. Pero a esta altura lo que menos le importa al presidente es ese fallo. Para él, la única importancia de la sentencia de la Corte es que le dio la excusa para sacarse una foto con Cristina y ponerla en su album más preciado, un album donde el que gobierna es él.
Alberto cada vez mas parecido al personaje del falso trolo personificado por Francella del sketch "no es lo que parece". Un mamarracho!, a esta altura De la Rua fue Churchill en comparación.
Lo terrible es que, por éstas fotos inmundas, todos los que aparecen en ellas siguen choreando a manos llenas....
Si hay un tipo que no puede llenar un colectivo con amigos, el ex-secretario de comercio Guillermo Moreno, lo dijo bien claro en un reportaje : el presidente que fue elegido y legitimado en las elecciones ha demostrado con creces que no es APTO para gobernar....en otras palabras el sillón le queda demasiado grande, con lo cual si bien dice que le falta la mitad del mandato por un tiro por elevación le esta diciendo que RENUNCIE....
Siempre escribiendo ganzadas sobre Cristina , en lugar de informar la realidad, no las especulaciones pelotudas. Este periodista está haciendo mérito para estar en LN+.-
María, la VULVUDA es lo que es.