La AFI respondió el 6 de octubre pasado al juez federal subrogante de Dolores Martín Bava que “la actual interventora (Cristina Caamaño) no se encuentra facultada para relevarlo del deber de guardar secreto, atento al cargo que ocupó el imputado”, el ex presidente Mauricio Macri.
El juez dispuso de 22 días para resolver la cuestión, pero no lo hizo, acaso porque no está claro (ni siquiera ahora) que tal relevamiento sea necesario.
Así lo reconoció el propio juez en la nota que hoy le envió al presidente, Alberto Fernández, según lo que en la audiencia de la frustrada indagatoria sugirieron el fiscal Juan Pablo Curi y el abogado de Macri, Pablo Lanusse.
“Atento lo solicitado por la defensa del imputado Ing. Mauricio Macri y por el Sr. Fiscal Federal en el marco de la audiencia indagatoria del nombrado, la que debió suspenderse durante el curso de la misma a fin de no afectar el derecho de defensa y evitar futuros planteos nulificantes, a fin de requerirle que, de ser necesario, releve al imputado del deber de confidencialidad obrante en la ley 25.520”, explicó el juez al presidente Fernández.
El párrafo encierra una expresión clave: “de ser necesario”.
Cuestiones de seguridad nacional y defensa interior
No está claro que sea necesario relevar del secreto de inteligencia a Macri, por cuanto tal restricción rige para las cuestiones relacionadas con la seguridad nacional y la defensa interior.
Si el juez tuviera previsto preguntarle al ex presidente por qué envió al submarino por tal ruta y no por tal otra, la respuesta podría implicar la revelación de un secreto de Estado, y entonces Macri (ni nadie en su lugar) estaría habilitado para responder.
Pero al ex presidente se le imputa un delito común, y la Ley de Inteligencia no protege, ni obliga, ni cercena a nadie en tales circunstancias.
El juez Bava interpretó de la respuesta de Caamaño que es el actual presidente quien debe relevar a Macri del secreto de la ley de Inteligencia.
“La Agencia Federal de Inteligencia -y por lo tanto su dirección- se encuentra supeditada tanto jerárquica como funcionalmente al Presidente de la Nación y a las políticas que fije por imperio legal. Además la normativa vigente coloca en cabeza del Presidente de la Nación la facultad de decidir sobre la autorización de acceso a la información clasificada y solo será el Presidente quien pueda delegar expresamente esa facultad en el funcionario que entienda”, respondió Caamaño.
No hay ningún párrafo de la Ley de Inteligencia que diga que a un ex presidente lo debe relevar del secreto el jefe del Estado en ejercicio; sólo se trata de una interpretación pretoriana que hicieron el juez, el fiscal y la defensa de Macri.
No obstante, han antecedentes de agentes y ex agentes de inteligencia que declararon sin estar relevados del secreto y ello no impidió ni la indagatoria ni la posterior resolución de la situación procesal.
Los casos más recientes son los de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, sobre quienes la AFI respondió que no le correspondía relevarlos del secreto, pese a lo cual se realizaron las indagatorias, fueron procesados y no se plantearon nulidades al respecto.
Macri es un ex presidente; hay un antecedente de otro “ex” (en ese caso, agente de inteligencia) a quien no se le relevó del secreto, declaró, fue procesado e incluso fue detenido: Rolando “Rolo” Barreiro, uno de los acusados de operar para el falso abogado Marcelo D’Alessio.