Se hace llamar Dylan, pero ese no es su nombre. Es hijo de Miguel Ángel «Mameluco» Villalba, pero no lleva ese apellido. Tiene 27 años. Tiene en su haber, también, un ajuste de cuentas del que sobrevivió, un paso por la cárcel y dos barrios a su cargo. Tiene, además, un tatuaje de Cupido en la panza, muchas estrellas de varios colores en el antebrazo derecho, un rosario en la muñeca izquierda y un Kaláshnikov -fusil de asalto ruso- en el brazo izquierdo. Hincha de Boca por herencia familiar y de Chacarita y La Persiana por tradición barrial. Es el que trajo la cocaína mezclada con carfentanilo, tal vez de Colombia, tal vez de un contacto colombiano, que le provocó la muerte a 24 personas en la zona oeste del conurbano bonaerense, por lo que buscan las autoridades. Según pudo confirmar Encripdata con base a fuentes documentales y testimoniales, es Luca Nahuel Baigorria, la nueva generación del clan Villalba en San Martín.
La tragedia no empezó el 2 de febrero, empezó, si no antes, el 24 de enero. A las 20.33.11, Nati habló con Fran para contarle que algo estaba pasando. Ellos no lo sabían, pero esa línea estaba intervenida. La conversación quedó registrada por la Dirección Unidad Especial de Lucha contra el Narcotráfico de la Policía Bonaerense, a cargo de la comisario mayor María Cristina Sánchez, como publicó el autor de esta nota en LA NACIÓN.
-Acá hay un ‘bondi’
-¿Qué pasó?
-‘El Dylan’ y ‘El Boli’ trajeron una droga de Colombia, viste, como pasta base…
-Sí.
-Y preguntaron quién quería fumar, y dice ‘El Perro’, y fue a parar al hospital, re duro quedó, re acelerado…
-Ah, no…
-Y después el hermano de ‘Mocho’, ‘Mosqui’, tomó y también fue a parar al hospital.
-Decile que me convide un poco a mí.
-No, nene, sabés cómo te deja, re mal.
-Dale, amor.
-¿Sabés cómo se fueron al hospital los dos?
-Pero a mí me va a pegar re piola.
-¿Qué piola? La cagada que yo te voy a dar te va a quedar piola…
Los dos probadores de la nueva droga de «Dylan» fueron los primeros en intoxicarse con lo que después se sabría que era cocaína mezclada con carfentanilo. El consumo de fentanilo ha provocado una epidemia en los Estados Unidos con miles de muertes por año. El carfentanilo tiene efectos 100 veces más fuertes que el fentanilo y hasta 10 mil veces más que la heroína, según la Drug Enforcement Administration (DEA).
«Perro» y «Mosqui» fueron a parar al hospital el 24 de enero.
No fueron los únicos.
Como reveló Encripdata, otro joven llegó en muy mal estado al hospital Fleming la noche del 25 de enero.
A ese paciente lo derivaron al hospital Thompson el 26 de enero casi al tiempo en que otros tres jóvenes ingresaban en paro cardiorrespiratorio a la guardia.
Tras esas tres llamadas de alerta, «Mameluco», el jefe del clan, preso en la cárcel de Rawson, Chubut, «bajó» la orden de sacar la «droga fea» del mercado. Sin embargo, alguien tal vez se equivocó o tal vez no y la volvió a vender.
Pero para las autoridades, las alarmas se encendieron recién el 2 de febrero, con lo irremediable de los primeros muertos por la «cocaína envenenada». En esas horas, fallecieron 24 personas en sus casas, en las calles y en los hospitales y los médicos del Thompson, Castex y Bocalandro les pudieron salvar la vida a otros 80 intoxicados.
En los días previos, los policías bonaerenses, que investigaban al clan Villalba desde el 2020, fallaron en la investigación criminal porque no escucharon la conversación entre Nati y Fran o no le dieron importancia y también fallaron en inteligencia criminal porque de los hospitales no obtuvieron información sobre los intoxicados del 24, 25 y 26 o tampoco le dieron importancia.
Para algunos, el ingreso de adictos por sobredosis al hospital es un hecho común y corriente.
Qué sentido tiene luchar contra los narcotraficantes si a las autoridades no les preocupan los adictos.
Pero a primera mañana, pasó algo que no estaba en los planes del clan: como pudo reconstruir Encripdata, Adri fue una de las que se intoxicó y, entonces, «Pachu» y Chaparro fueron a encarar a Charly, Chavo y otros transas por venderle de la «droga fea». Charly, porque tenía la orden de guardar en su casa la «droga fea» hasta nuevo aviso y Chavo, porque era el encargado del turno de las 4 de la mañana en el que vendieron las bolsitas rosas a 200 pesos.
Según el reporte que le pasó Matías Pare y Ruiz, alias «Mocho», a «Mameluco», Gabi, «Piloto» y «Boli» le dieron «un par de tiros» al hermano de Chaparro, que trabajan para la banda rival, la de Max Alí «Alicho» Alegre y Blas Adrián «Gordo» Gómez, presos en la cárcel de Villa Devoto, mencionados, entre otras cosas, por los crímenes de los policías federales Alan Maximiliano Dolz en 2017 y Ricardo Ariel González en el 2021.
Las cosas no quedaron así: la mamá de Chaparro fue a hacer la denuncia «por el pibito».
Ese mismo 2 de febrero, los policías bonaerense, encabezados por el ministro de Seguridad Sergio Berni, «rompieron» Puerta 8, porque dijeron que los sobrevivientes les dijeron que allí habían comprado las bolsitas rosas, y se llevaron a once detenidos. Pero al menos nueve eran perejiles que nada tenían que ver.
La madrugada del 3 de febrero, arrestaron a Joaquín «Paisa» Aquino, al que Berni responsabilizó por la «cocaína envenenada».
El 5 de febrero a la noche, «Dylan» hizo como si nada: fue a bailar a Pinar de Rocha.
«Dylan» compartió la cárcel con su medio hermano Iván Gabriel Villalba, alias «Salvaje». Cuando recuperó la libertad en septiembre del año pasado, «Mameluco» lo designó como sus ojos y sus manos en Villa Lanzone y Villa Lavalle. «Kako», su otro medio hermano pero por parte de la mamá, se ocupa de El Gaucho, a pocas cuadras de Puerta 8. En esa y otras villas están otros jugadores de la banda. Por caso, «Chucky», su primo, está en Sarmiento, donde vive la mamá de «Dylan» y «Kako».
Recién el 10 de febrero, la División Cromatografía Gaseosa de la Dirección Química Legal de la Policía Científica informó que las bolsitas rosas de cocaína, secuestradas en Puerta 8, estaban mezcladas con carfentanilo. Pero también había bolsitas celestes con la misma combinación letal.
Doce días después, el Laboratorio de la Policía Federal (PFA) determinó que «Paisa» no tenía nada que ver con las muertes de Puerta 8 porque las dosis que le incautaron en su casa no tenía trazos de carfentanilo. Ese mismo día, entonces, la jueza federal Alicia Vence ordenó múltiples allanamientos y detenciones con la seguridad de que, como demostraban las escuchas telefónicas, la «droga fea» era la del otrora «rey de la cocaína». Tanto en la causa contra “Paisa” como contra “Mameluco” el fiscal era Paul Starc.
Ese mismo 22 de febrero, además de ordenar la requisa de las celdas de «Mameluco» y «Salvaje» y las detenciones de quince miembros de la banda, la magistrada también firmó la orden de captura de «Dylan».
Pero a «Dylan» todavía no lo atraparon.
Su hermano «Kako», mientras tanto, organizó un corso el sábado 26 de febrero en El Gaucho.
No tengo idea de nada, pero me parece que el fulano de la foto tiene mucho más que 27 años.
Mucha cháchara inverificable, pero ninguna explicación de porque esa inédito contaminación de cocaína con carfentanilo(el más potente, difícil de manipular y caro, de los opioides fentanilos). Nadie con dedos de frente y que está en "el negocio" de la comercialización de esa droga hubiera hecho ese tipo de contaminación. Ergo, la pregunta del millón: ¿quién se la plantó a la gente del Mamerluco y porqué?), y porque esa contaminación no ha aparecido en ninguno de los otros muchos que comercializan droga en el conurbano. Dice el artículo "que la fueron a buscar a Colombia"???, es una pelotudez supina esto, de Colombia viene la droga pura y el corte se hace acá al fraccionarla para venderla al menudeo. Es más que evidente que NO FUE UN ACCIDENTE esa contaminación, y que el objetivo(fuera el que fuera) de los que lo hicieron(súper expertos por el alto riesgo de la sola manipulación del carfentanilo) fue PARA PROVOCAR MUCHAS MUERTE Y TODAS JUNTAS(para que el impacto en la sociedad fuera el máximo), lo que fue logrado con éxito, y no por ningún otro objetivo.