Se conoció en las últimas horas que la gestión de Rosario Lufrano en la TV Pública suma otra baja. Es Leonardo Flores, el cuestionado gerente de Programación del canal quien deja el canal con un récord nunca visto en la historia de la televisión abierta.
El canal conducido por Lufrano midió “0” puntos de rating durante varias horas el día de ayer. Revolucionó las redes un tuit de Angel de Brito, que hizo notar a muchos lo que estaba ocurriendo con la audiencia del medio público.
La baja de Leonardo Flores se esperaba ansiosamente entre los trabajadores y productores de la TV Pública, los mismos que no permitieron un año atrás que asumiera la dirección del canal, luego del escándalo de los bolsos con dinero en efectivo revelado por Tribuna de Periodistas, que se llevaron puesto a Eliseo Alvarez, otro de los funcionarios que llegó de la mano de Lufrano.
Lufrano viene acumulando un derrotero de fracasos y ruidosos alejamientos en casi la totalidad de las áreas gerenciales del canal y en la dirección de la empresa, son más de 10 los gerentes y directores que llegaron con Lufrano y que ya no están en la gestión.
Muchos opinan, dentro de los más experimentados en la historia de las gestiones del canal público, que nunca se vió una gestión de tan bajo nivel técnico y con tan pocos logros.
Al parecer las rumores de alejamiento de Lufrano de una descolorida gestión de los medios públicos están a la orden del día, pero son poco más que una expresión de deseo de los trabajadores que ven con ojos preocupados como el canal se deteriora día a día de cara a la sociedad y la audiencia.
“Los escándalos de la gestión, el patoterismo con el que que se llevan adelante muchas decisiones, el ingreso descontrolado de asesores a sueldo en diferentes áreas de la gestión administrativa y el permanente uso que hace Lufrano de los medios para su instalación personal y para mostrar humo y tapar la ineficiencia de la gestión”, expresó a este portal una fuente que conoce a fondo lo que ocurre en los medios públicos.
Y añadió: “Están perjudicando permanentemente la imagen que tiene la sociedad sobre nuestro canal y sus trabajadores”.
Nadie ha logrado explicar hasta ahora de un modo convincente cómo es posible que una gestión que ha cambiado tres veces a su director de finanzas y administración, que va por el tercer hombre ejerciendo el cargo de director ejecutivo de canal, que ya ha colocado tres hombres diferentes a manejar los recursos humanos, que ya tiene dos vicepresidentes de la empresa en poco más de dos años, que ya ha cambiado dos veces a las gerencias del área legal y jurídica, que ha atravesado un sinfín de escándalos mediáticos por groseros errores en el manejo de los fondos públicos – entre ellos el uso escandaloso de la caja chica para gastos personales de la mismísima Lufrano -, una gestión que acomodó a varios integrantes de su grupo familiar y de amistades cercanas en jugosos cargos con sueldos elevados, una gestión en la cuál casi ningún funcionario de los que llegó con ella hoy siguen en funciones; “¿Cómo es posible que siga al frente Lufrano de un fracaso de éstas características?”, fue parte de las fuertes afirmaciones que este medio pudo obtener de alguien que conoce desde hace años el funcionamiento del canal.
Son muchos los temas que preocupan a los trabajadores y trabajadoras de los medios públicos y en particular aquellos que sienten el riesgo de que la gestión actual se lleve puesto el prestigio y la credibilidad del trabajo de años en el canal de bandera.
Al cierre de ésta nota tuvimos conocimiento de otro escándalo que sale a la luz: los familiares de uno de los referentes principales de la política gremial en el canal: más precisamente la hija de “Batata” Rodriguez el último mes se llevó un sueldo por arriba de las siete cifras.
Quizás en la compra de voluntades de los dirigentes gremiales radique la única razón por la cual Lufrano sigue al frente de una gestión que es la crónica anunciada de un fracaso evidente.
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