Continuando con las recorridas en la Feria Internacional del Libro 2022 que genera tantas expectativas y afluencia de público en general, esta vez acreditada por TDP, participe en Conservatorio organizado por FOPEA -(Foro de Periodismo Argentino), creado para reunir un espacio para medios de comunicación y docentes en periodismo, y la Embajada de la Unión Europea en Argentina en el Pabellón Amarillo, Sala Alejandra Pizarnik.

En tal encuentro “Corresponsales de Guerra en la Desinformación “participaron activamente 3 periodistas de importante y comprometida trayectoria que cubrieron como corresponsales la guerra por invasión de Rusia a Ucrania.

Estos tres colegas son Carolina Amoroso por TN, Gabriel Michi por C5N y Germán de los Santos de La Nación Aires de Santa Fe.

Los tres en representación de sus medios periodísticos viajaron hasta Ucrania como corresponsales y pudieron expresar lo que vivieron como periodistas en esa guerra y como los marcó como profesionales y personas.

El relato que efectúan cada uno de ellos es contundente, converge en un punto único y común y los movilizó en todo momento, viviendo situaciones al borde del límite con un peligro latente hasta llegar a detenciones - como en el caso- de Gabriel Michi que en su equipo el camarógrafo argentino que vive en Rusia, fue detenido por la policía de Ucrania por temor a que fuera un infiltrado y esto se tornó complicado, tuvo que intervenir la Cancillería Argentina, para que este colega recuperará la libertad y salir adelante

Por otro lado, se señala el peligro de cubrir una guerra, que lo asumen, porque si bien y tal como lo explica Gabriel Micci -al iniciar la charla- “se encarga de cubrir situaciones de conflicto y de temas internacionales, se genera una situación especial “vamos a contramano” y aclara “porque la gente escapaba del lugar y nosotros llegamos para cruzar la frontera con Ucrania”.

Añade: “poder contar ese drama en primera persona, un escenario de guerra, estar en el terreno, ver esas historias de desgarro, la cara de la guerra, las situaciones los refugiados forzados a huir familias enteras. Implica darle sentido o a nuestro trabajo y tal vez desde lo racional no se puede entender pero es así”

Para Carolina Amoroso, la gran obsesión para ella es “ cuando uno entra a esos territorios es pensar en hacer un periodismo humanitario, es un tipo de periodismo que me interesa particularmente, que está latente porque nos acerca a la parte más humana, a ese desgarro que sufren en esa guerra y cada nota lleva toda una jornada, porque además las personas que están ahí viviendo esa terrible situación nos pregunta ¿qué vamos a mostrar?, ¿dónde lo vamos a mostrar?”

“Ahí surge la confianza y acto de fe del otro de lo que vamos a mostrar ese dolor, y hacerlo con el mayor respeto posible y estar a la altura como persona, como mujer de esas hermanas que están en la guerra tratando de reconstruir lo que queda y que no saben si se quedan en el camino ”

Por su lado, Germán de los Santos explica: “Nuestro rol como periodistas en ese conflicto fue contar esa fractura humana que genera una guerra y eso los tres lo hemos mostrado y lo hemos trabajado, no desde el punto de vista militar respecto a quien va ganando o perdiendo, sino lo que provoca una guerra, una invasión el siglo XXI, en un lugar que tiene una historia de fractura que es increíble”

En esta charla, se recordó hablando del peligro y riesgo que asumen los corresponsales de guerra del asesinato -justamente en ese miércoles 11 de mayo- de la periodista palestina y también ciudadana americana -Shireen Abu Aklej de Al Jazeera- de importante trayectoria en esa cadena. Se informó que recibió un disparo mientras cubría una incursión del ejército israelí en el campo de refugiados palestinos de Yenín en Cisjordania y otro periodista que la acompañaba de la misma estaba herido en el mismo incidente. Ambos vestían chalecos de prensa.

Más allá de cada una de los relatos, comentarios, experiencias, vivencias, de estos colegas, -experimentados, talentosos, que se comprometen con su labor a diario-, lo que intentan es contar, visibilizar en este conservatorio una realidad dura, difícil pero sin golpes bajos. Con veracidad, compromiso y tener como fin primordial: “evitar la desinformación o exageración”.

Sobre todo en un momento donde el desarrollo de las noticias, de los acontecimientos, del minuto a minuto ha cambiado, toda vez que la tecnología y todo lo que ello implica, es instantáneo.

Va la par de la labor profesional del periodismo y de todo lo que ocurre “ya y ahora”, porque la noticia se comunica, y después ya fue y con el diario del lunes, no tiene valor.

Existe una inmediatez que sorprende, a pesar que esto ya es normal, dado que con “un celular” se realiza un video, se sacan fotos y todo se viraliza en las redes sociales que están presentes y ese hecho o lo que fuere queda registro, da la vuelta al mundo con efectividad y por ende no tiene retorno alguno.

Seguramente, la tecnología, internet seguirán avanzando a todo dar, pero hay algo innegable que no puede cambiar “la esencia, integridad del periodismo” para seguir informando objetivamente, con veracidad, libertad, con honestidad, evitando la desinformación y las “fake news” que abundan, confunden, alteran, desmerecen al periodismo sin sentido alguno.

Fue Gabriel García Márquez quien dijo: “Ser periodista es tener el privilegio de cambiar algo todos los días y de no escribir como periodista, lo que no puedas sostener como hombre”.


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