"Las tropas del Tercer Reich ya habían ocupado casi por completo el territorio europeo y preparaban para el 22 de junio de 1941 la 'Operación Barbarroja', es decir, la invasión nazi a la Unión Soviética. Pero antes de abrir el Frente Oriental, Hitler debía asegurarse el dominio absoluto o al menos una tregua en su Frente Occidental. Sólo Gran Bretaña resistía en Occidente.
Los permanentes bombardeos sobre las ciudades de las islas habían sido devastadores, la situación interna era desesperante, pero los nazis no terminaban de doblegarlos. Tanto Adolf Hitler como Winston Churchill necesitaban alcanzar algún grado de entendimiento, pero ese pacto no podía ser público: no podían permitir que se sospechara la posibilidad de un acuerdo entre dos hombres que aparentemente representaban cosmovisiones contrapuestas. El compartido odio hacia los comunistas parece explicar entonces la curiosa coincidencia de un conjunto de hechos".
Este es un breve extracto del libro El pacto Churchill-Hitler escrito por el exhaustivo y respetado investigador Carlos De Nápoli, una atrapante obra de reciente aparición que ya se encuentra en todas las librerías. Este periodista entrevistó a De Nápoli esta semana, el resultado a continuación:
—Vos analizás en el libro que dos personas que estaban en veredas contrapuestas, Winston Churchill y Adolf Hitler, se pusieron de acuerdo en un tema común que era acabar con el comunismo. ¿Cuál es el vínculo entre ellos dos y lo que sucedió en los últimos años del nazismo en Alemania?
Bueno, el vínculo de Hitler con Churchill llega a tal extremo que hacia 1938 (Joachim) Von Ribbentrop, que era embajador de Alemania en el Reino Unido, ya le confía a Churchill que iban a invadir la URSS. Estamos hablando tres años antes del suceso. Pero lo interesante es que en su libro La Segunda Guerra Mundial, Churchill reconoce la reunión. Reconoce que se reunían y que sabía de esto. Esto es lo extraordinario. Este personaje que cuenta que él fue informado de la invasión con mucha anticipación.
—¿Cuál fue el fin que tuvo Churchill en admitir eso?
Bueno, lo que sucede es que se habló mucho de este tema en los juicios de Nüremberg y no le quedó más remedio que hacer alguna referencia.
—Ya que mencionás Nüremberg, ¿ahí es donde aparecen nombradas la IG Farbenindustrie AG y otras empresas?
En Nüremberg se ventilan parcialmente los crímenes de guerra, pero por motivos totalmente políticos se disminuye la importancia de la Farben y se la trata como una especie de pequeña química cuando en realidad era una gigantesca empresa de la cual dependía toda la industria petrolera de Alemania, y parte de la estadounidense. Es decir, tenían un método o procedimiento inventado por el premio Nobel Frederick Bergius que les permitía obtener del carbón, petróleo. De ahí la importancia de este sistema. Es lo que se conoce como “combustibles sintéticos” o “petréoleo sintético”. A los empresarios del Big Oil estadounidense el procedimiento les permitía además, obtener más nafta del petróleo, asunto de importancia extrema para ellos. El New York Times consideraba a Bergius como “la piedra basal de la economía mundial”.
Alemania no tenía una gota de petróleo, a excepción de un puñado de pozos en el norte. Imagináte vos, un país que creía en la expansión mundial (Weltpolitik) como uno de los elementos básicos, no tenía petróleo. Entonces, la IG Farben se transforma en una industria básica, madre de todas las industrias. Ahora bien, esta fue fundada antes de la llegada de Hitler al poder, ya que se crea en 1926 y la mayoría de los capitales son norteamericanos.
El vínculo entre EEUU y Alemania es directo, ya que el capital es norteamericano. Fijáte en la parte documental del libro, te vas a encontrar con la traducción de los avisos que salieron en los diarios de las participaciones accionarias y, ¿quiénes estaban comprando acciones? Walter C. Teagle, presidente de la Standard Oilof New Jersey, Henry Ford, Charles E. Mitchell, director del National City Bank, etc. Es decir, el capital de esa empresa que era un monopolio en Alemania corresponde en un 60 % a Estados Unidos de América. Se le achaca a esta empresa fabricar el célebre gas "Zyklon B", utilizado para asesinar en los campos de exterminio, pero esta “actividad comercial” representaba un porcentaje insignificante dentro de la facturación de la Farben. Era un raticida e insecticida de uso general en cuarteles para desinfección.
—Una pregunta ingenua, ¿por qué en Alemania y no en Estados Unidos si los capitales son norteamericanos?
La Farben funcionaba tanto en Estados Unidos como en Alemania, aunque con nombres diferentes a través del tiempo. Comenzaron como Compañía Alemana de Anilinas, variando luego de acuerdo a las necesidades sociopolíticas y económicas del momento, sólo que en Alemania era monopólica. Los americanos invierten porque tienen el monopolio de petróleo dentro de Alemania. A posteriori convencen a Hitler de la necesidad de seguir fabricando petróleo sintético y consiguen que este le otorgue una subvención de 400 millones de marcos oro, que es una fortuna inconmensurable, por la diferencia del costo de fabricarlo a partir del carbón —que es más caro— que comprarlo en cualquier otro lado. La intención de los alemanes en ese momento era la autarquía como elemento básico de la economía para no depender de nadie.
Dentro de este contexto, la Standard Oil compra las posesiones petroleras que la familia Nobel (la del premio) había obtenido del Zar Nicolás II. Abarcaba virtualmente todos los pozos caucásicos. Como habían sido expropiadas por los soviéticos, los títulos de los Nobel eran papel mojado. Ahora bien, si los soviéticos eran desalojados del poder, un grupo muy pequeño de empresarios americanos y alemanes manejarían virtualmente el 80% de las reservas conocidas, en feroz monopolio. Dentro de un extenso plan, la Standard Oil adquirió los derechos antes mencionados de los Nobel en 6.000.000 de dólares. Entonces, a partir de un momento determinado, comienzan las presiones de todos los socios de la Farben para, ya no solamente controlar todo el petróleo de Europa, de los países ocupados, si no avanzar hasta la Unión Soviética, para dirigirse luego hacia Irán (Persia), donde se encontraba la enorme refinería británica de Abadán, el Talón de Aquiles de la flota del Reino Unido., Esto significa avanzar hacia Oriente. De hecho, militarmente se conforma una invasión por el norte de África con el famoso “Áfrika Korps” comandado por (Erwin) Rommel. Se hace de tal forma una enorme "pinza" para llegar hasta Irán. Por Europa y Asia avanzarían los grupos de ejércitos alemanes más fuertes, ya que estaban en relación con las fuerzas que se les oponían. Por el norte de Africa, Rommel debía tomar primero la base británica de Alejandría y luego, como final de macabro juego, la pinza se cerraría en la mítica Abadán iraní.
Así las cosas, al ciudadano común no demasiado versado en cuestiones de la Segunda Guerra le cuesta comprender la dispersión de ejércitos y armadas por todo el mundo, pero el objetivo final de todo esto era el dominio de todo el petróleo europeo, mineral y sintético, junto al caucásico y todo Medio Oriente. Para ello debió avanzarse por tres continentes. La resistencia del pueblo soviético en Stalingrado frenó el mayor plan económico militar de la historia mundial, y la aventura arrastró a Hitler a la derrota.
—¿Y qué pasó con la IG Farben después de 1945?
En realidad, a la IG Farben no le pasó absolutamente nada. Se los perdona a todos, salvo pequeñísimas excepciones. incluso con todos los crímenes cometidos y se la parcela, mejor dicho se la divide, en las compañías principales que le dieron origen. Es decir, la Basf, la Bayer, Hoechst y otras compañías más pequeñas (Degussa, Casella) que en sí conformaron la primitiva Farben.
De la misma forma, para que vos veas cómo se maneja esto en forma espuria, Speer —que le llaman el arquitecto (Albert) Speer, cuando realmente era el ministro de Producción de Armamentos— era el encargado en sí de los campos de concentración, de la parte productiva de los mismos, un criminal de lo peor y, sin embargo, el mismo hecho de la Guerra Fría lo convirtió en el "arquitecto Speer". Realmente sí hizo obras para Hitler, sin ninguna duda, pero en sí lo que era fue un criminal de lo peor.
—Hubo una especie de reescritura de la historia después de terminada la Segunda Guerra Mundial.
Exactamente, es decir, la Guerra Fría obliga a reescribir la historia, es más, se borra cualquier tipo de persecución hacia los nazis, se los protege en todos lados. Las Naciones Unidas prohíbe que se mencione o extradite a los criminales croatas en el año 47, se los considera "luchadores por la libertad". La versión de la historia que nosotros conocemos no tiene ningún tipo de asidero material, es decir, es una versión hecha por Estados Unidos para consumo nuestro. El tema ha sido tratado extensamente en el libro Proyecto Testimonio de DAIA. Cuando la por entonces República de Yugoslavia reclamó por criminales de guerra, la República Argentina argumento (ver fojas 74 y 75, tomo II) que “ La Asamblea General (de las Naciones Unidas) aprobó, por 42 votos contra 7, una moción británica en el sentido de que las naciones que deseen la entrega de personas acusadas de crímenes de guerra, presenten las pruebas pertinentes sobre la culpabilidad. El delegado norteamericano al referirse a la propuesta yugoslava tendiente a obtener que los países miembros entregaran los “criminales de guerra”, expresó que dicha propuesta trata de lograr de las potencias occidentales la entrega de “disidentes políticos” antes que de los criminales de guerra, y sostuvo que la aprobación de la misma entrañaría “una gran injusticia”.
El sentimiento unánime de las potencias occidentales, oponerse a las pretensiones del bloque soviético. Lo contrario significaría favorecer la persecución política y prestarse, antes que al castigo de los crímenes de guerra, a la eliminación de hombres e ideas que se oponen al avasallamiento soviético de sus respectivos países”. Vemos en este extracto que está todo dicho. Nada de persecuciones a quienes se habían opuesto a los comunistas, y esto incluía por supuesto a los nazis. Luego todo se agrava por el "macarthismo".
Mientras, del lado soviético hicieron otra historia Por supuesto, no es que hay una sola versión.
—Hablando de reescribir la historia, uno de los méritos de tu libro es que tomás hechos independientes entre sí, o que nos quieren hacer creer que son independientes, y les das un contexto para que se entienda que no están unos desvinculados de los otros…
Exactamente, entre ellos es el vuelo de (Rudolf) Hess, el hundimiento del Bismarck, el hundimiento del Hood, todos son hechos absolutamente concatenados, es decir, se produce un enorme bombardeo de los nazis sobre Londres, que iba a hacer caer el gobierno de Churchill. Entonces, antes de caer este prefiere pactar, y cayó la gente que a él le convenía.
¿Qué es lo que pactan en sí? una tregua. El segundo de Hitler que es Rudolf Hess —el vicefürer— vuela hacia el Reino Unido y plantea a Churchill invadir juntos a la Unión Soviética. Lo plantea y le dicen que no, pero aceptan una tregua, un pacto limitado en el a tiempo, ya que Hitler había dicho que en cuatro semanas iba a estar paseando por Moscú. Deciden entonces detener las acciones militares por ese tiempo, esto lo relato en el libro.
—¿Existe alguna participación por parte de Estados Unidos?
Estados Unidos en ese momento no había entrado en guerra, seguía los acontecimientos de cerca y su establishment basado en el gran negocio del petróleo propiciaba la invasión, es decir, Hitler decide invadir la URSS en sí empujado por la Farben que dice: “Vamos por los pozos caucásicos”. Siempre pensando que iban a comercializarlos ellos.
Cuando a las cuatro semanas Hitler no estaba paseando por Moscú, le soltaron la mano. Hacia el final de ese año, Churchill en su libro afirma: Hitler perdió la guerra...
Luego, la otra cuestión fundamental es lo que me comentó Jorge Antonio sobre el hundimiento del Hood y el hundimiento del Bismarck. En el mismo momento de la llegada de Hess, se produce el hundimiento espectacular del Hood, que era el acorazado insignia de los británicos, causando más conmoción todavía y, casi con seguridad, el derrumbe del gobierno británico.
El gobierno de Churchill caía a pedazos, entonces exige, para llegar a este pacto, que se hunda el Bismarck para compensar la pérdida del Hood y los alemanes lo hunden. La historia que se dio fue otra, hasta Jorge Antonio me dijo “lo hundió la propio tripulación”. Hace poco fueron a buscar el barco con un sumergible especial y se dieron cuenta de que no tenía ningún daño, y que lo que tenía era abiertas las válvulas de inundación.
—Algo que vos no creías en un principio...
No, yo no lo creía. Eso y muchas cosas más. Tengo 7 cuadernos de conversaciones con Jorge Antonio en los cuales, analizando algunas cosas, aparecen datos que no parecen creíbles y a medida que pasa el tiempo los voy comprobando. Ojo, muchas cosas que no pude comprobar tal vez sea por ignorancia mía.
—¿Se podría decir que algunos de los hechos que mencionamos son “daños colaterales” en el marco de la ambición expansionista de algunos países, especialmente Estados Unidos?
El hecho de la invasión a la Unión Soviética para buscar el petróleo caucásico fue empujado por los socios de la Farben. Esto es un hecho histórico, es más, hay libros que hablan al respecto, esto es, sobre la influencia de la Farben en esta toma de decisión tan brusca que es abandonar el autoabastecimiento que habían conseguido de petróleo.
Para la propaganda dijeron “vamos a matar bolcheviques” pero la realidad es que, el grueso de las fuerzas, estaba haciendo un cerco sobre los pozos caucásicos y sobre los de Oriente Medio. La idea general era que la compañía (Farben) dominara la totalidad del petróleo, tanto el sintético como el mineral.
—Parece una pelea que hasta el día de hoy no cesa. Estados Unidos sigue atacando.
Exactamente, hasta el día de hoy no cesa, pero con un agravante, que es que Estados Unidos fue disminuyendo su importancia geopolítica. Es decir, en el año 45, terminada la guerra —en el mismo momento que termina la guerra— se transforma en una nación importadora de crudo.
En ese momento, habría que recalcularlo pero el producto bruto de Estados Unidos es del 50 % del producto bruto mundial y eso quedándonos cortos, porque la producción era inmensa, pero quien manejaba la producción industrial mundial era Estados Unidos. Hoy ese número llega a apenas el 9% ¿Qué sucede? Ha perdido todo tipo, ideológicamente, de base, ya nadie cree en las "virtudes americanas" originales. Los barones del Big Oil la han transformado en una nación agresora, en una nación sin valores morales que promueve legalmente la tortura a detenidos como medio válido, regresando a prácticas medievales. Costará mucho revertir este esquema de cosas, la decadencia estadounidense, más teniendo en cuenta la aparición de la Unión Europea como principal y más fuerte polo económico mundial, unida territorialmente a otros continentes cuyo crecimiento es arrollador.
Los Estados Unidos se encuentran por primera vez en una situación sociopolítica y económica tan endeble. No es sólo que cae Estados Unidos, sino que el producto bruto mundial fue creciendo mucho más rápido de lo que creció Estados Unidos, de hecho cayó de aquel 50% en 1945 al 9% actual, pero bajando a niveles atroces por la competencia del euro, que es uno de los golpes más fuertes que recibió.
—La invasión que Estados Unidos está haciendo en este momento a Irán, Irak y otros países ¿hay que entenderlo sólo en el marco del combustible o hay alguna otra motivación?
En primer lugar, la cuestión es asegurar el abastecimiento de petróleo. Hay dos puntos centrales: una es que su moneda, el dólar, ha dejado de ser la "moneda de reserva" como recién se mencionó. Ahora es el euro. Esto provoca un daño inmenso en la economía estadounidense que trata de taparse con el tema de las hipotecas de segunda categoría. El problema hipotecario existe, afectando todo por supuesto, pero a la larga se solucionará. El asunto de la adquisición de petróleo es mucho más complejo desde el punto de vista financiero, y los mercados lo vislumbran. Además del problema de pagar el petróleo, tenés que asegurar fuentes de extracciones que están a 12 mil millas de tu país. Esto es gravísimo, no se puede defender, porque los petroleros son indefendibles por la propia dinámica, esto lo ha estudiado el Departamento de Estado de Estados Unidos y la decisión se nota en las medidas tomadas por Bush: autoabastecerse de petróleo a toda costa, como hizo Hitler en su momento. Es más, parte del proyecto se basa en el esquema de hidrogenación de carbón del nazi Friedrich Bergius, mientras que otra esta centrada en los biocombustibles.
Al principio tenía todo un desarrollo de tal forma que pudiera llegar el petróleo desde Medio Oriente hacia Gran Bretaña y hacia los Estados Unidos, para lo cual ambas flotas colaboraban en mantener un rígido control de los petroleros. En este momento, si se desatara una guerra mundial donde Rusia tiene unos 200 0 300 mil cohetes "antibarcos" y China tiene otros tantos o más, Estados Unidos no puede hacer absolutamente nada, porque todos los petroleros serían hundidos irremediablemente.
Ahora bien, no puede abandonarse una política de Estado secular en un par de años. Mientras se consiga afianzar el proyecto hitleriano de autoabastecimiento, hay un plan de transición basado en el petróleo de Venezuela. Este abastecimiento es considerado “defendible”, pero la llegada de Chávez al poder está distorsionando completamente planes que son considerados por el establishment americano como de “prioridad absoluta”. De allí las continuas acciones para derrocarlo o eventualmente, asesinarlo. Por supuesto, entra en consideración el petróleo mexicano y el escaso todavía existente en USA. Las acciones en Irak y las planeadas contra Irán por supuesto son “elementos de la vieja política energética” que aún perduran por intereses varios. Al haber perdido los Estados Unidos la supremacía socioeconómica, política y militar, el desarrollo futuro de las cosas es realmente incierto. Veremos en el mundo continuos reacomodamientos ya que pérdida de liderazgo no significa “desaparición” como fuerza o como nación. Es debilitamiento grave que podrá o no ser corregido. El tiempo y sus políticos dirán.