Los dos bandos ultiman preparativos para una batalla convencional quizá definitoria hacia mediados de año. Si Rusia no apela al arma nuclear, lo cual podría significar el fin del mundo, el presente conflicto de artillería e infantería, apuntalado por drones, podría concluir en 2023. El balance de caidos indica 180.000 rusos y 100.000 ucranianos. La OTAN y la Unión Europea sostienen política y militarmente a Ucrania.
El 24 de febrero de 2022, 190.000 soldados y 2.000 tanques rusos, atacaron a Ucrania. Un país de 140 millones de habitantes, potencia nuclear, invadió a su vecino de 40 millones de habitantes, que en 1994 había entregado a la URSS el armamento nuclear a cambio que se le reconociera su independencia e integridad territorial, incluyendo la Crimea. Evidentemente las promesas solo comprometen a quien se las cree. Fue el «Mémorandum de Budapest» que obliga a Moscú. (1)
Rusia pretendía controlar a Ucrania en 4 días. Kiev resistió. Sigue luchando para recuperar el 18% de su territorio ocupado por las fuerzas del Kremlin, últimamente dirigidas por el general Valeri Guerassimov, respetado en el extranjero. El Presidente Vladimir Putin le ha fijado plazo hasta fin de marzo de 2023, para ampararse definitivamente de las provincias de Donestsk y Lugansk, en el Donbass, más otras 2 en el sur, Gerson y Zaporiyia, sin contar la Crimea anexada en el 2014.
De pronto, Europa vio eclipsar 80 años de paz. Rusia no considera a Ucrania un «pueblo», ni «nación», o «Estado» legítimo. Pretende « federalizarla », desconociendo su independencia de 1991, país supuestamente gobernado por «neonazis», «drogadictos». Para derrocarlos, Moscú se embarca en una contraofensiva de 500.000 efectivos, en el marco de la «operación militar especial», desencadenada hace 12 meses. Volodymyr Zelensky fue democráticamente elegido Presidente de Ucrania en 2019, con el 73% de los votos, conquistando 24 de las 26 regiones.
Rusia ha sido reconfortada por la « amistad sin limites » que el 4 de febrero de 2022 le declarara el líder chino, Xi-jinping, 3 semanas antes de la invasión. Las 2 votaciones adversas a los designios moscovitas en la Asamblea General de la ONU, sustentada por 140 y 141 votos a favor sobre 193, pidieron a Rusia el cese de la agresión y el retiro de sus tropas de Ucrania, no obstante las abstenciones de China, India, Pakistan y Africa del Sur, entre otros, que por la cantidad de población, extensión geográfica e influencia diplomática, menguan su efectividad. El plan de paz de Pekín, no condenó la invasión rusa ni pidió el retiro de su cuerpo expedicionario.
«Los miembros de la Organización deben abstenerse, en sus relaciones internacionales, de recurrir a la amenaza o al empleo de la fuerza, ya sea contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, siendo de todas maneras incompatibles con los objetivos de las Naciones Unidas…. Ninguna adquisición territorial obtenida por la amenaza o el empleo de la fuerza será reconocida legalmente », machacó el Secretario General de la ONU, António Guterres, en el primer aniversario de la incursión militar moscovita contra Ucrania.
«En nombre de la humanidad, no permitan que comience en Europa lo que podría ser la peor guerra desde el comienzo del siglo, con sus consecuencias no solamente devastadoras para Ucrania, … y trágicas para la Federación de Rusia, con un impacto que no podemos prever sobre la economía mundial …Escuchamos amenazas implícitas del empleo de armas nucleares »; incluso « táctico »: es « totalmente inaceptable », advirtió Guterres.
El Secretario General de la ONU, siguió apuntando a Rusia, citando « las graves violaciones del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los derechos humanos contra prisioneros de guerra, centenas de casos de desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias de civiles » y « de violencia sexual ligadas al conflicto cometidas contra hombres, mujeres y menores … los ataques contra civiles y las infraestructuras civiles deben cesar », concluyó Guterres.
Volker Turk, el Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos, estimó que la agresión de Rusia no provocada por Ucrania, acarrea un daño inimaginable: 8 millones de ucranianos han buscado asilo en el extranjero, preferentemente en países europeos, mientras hay 6,5 millones de desplazados internos, y 10 millones de personas que no tienen electricidad, al tiempo que falta agua potable y saneamiento, sumado a la perdida del 30 % de los empleos de antes de la guerra. Hay 3000 escuelas destruidas y la OMS ha censado 700 centros de salud bombardeados.
A su vez, 18 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en Ucrania, 1,2 millones de niños sufren estrés post-traumático, y 5 millones han debido abandonar la formación escolar por la destrucción de la infraestructura civil del país, y conmovidos por la muerte de 100 mil adultos. Otros 3.000.000 de menores han sido secuestrados y enviados a Rusia, susceptibles de ser adoptados ilegalmente con identidades fraguadas, constitutivo de crímenes de guerra. El 40% de la población en Ucrania no llega a alimentarse, y ha soportado un invierno « glacial ». (2)
Para abril y mayo próximos, un enemigo natural acechará principalmente al invasor, la « rasputitsa », el barro casi líquido del deshielo primaveral que hace intransitables los caminos, estancando en la lentitud los desplazamientos motorizados. Eso crea problemas logísticos a lo largo de los 700 kilómetros de la « lineal del frente » que Rusia debe fracturar para avanzar hacia Kiev. Ucrania opondrá todo su arsenal humano, en total 250 mil soldados y 350 mil reservistas.
En tales fechas debería consolidarse el arribo a Ucrania del suministro occidental de nuevos tanques, misiles, lanzagranadas, cañones, obuses y municiones, imprescindibles en las hostilidades. Se ha atenuado el ruego de Volodymyr Zelensky pidiendo aviones a Estados Unidos, Francia e Inglaterra, para reemplazar los 200 vetustos aparatos de la era soviética. Se alega que hace falta tiempo para dominar la complejidad tecnológica, y enfrentar las dificultades de formar pilotos ucranianos en el exterior, ante la urgencia de ganar la guerra en 2023.
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(1) El Mémorandum, de Budapest, del 5 de diciembre del 1994, consagró la independencia y soberanía de las fronteras de Ucrania, originariamente proclamadas en 1991. Lo suscribieron Rusia, Inglaterra y Estados Unidos. Se asociaron separadamente al acuerdo China y Francia. Constituyó la mas grande concentración de armas nucleares estratégicas después de las de Rusia y Estados Unidos, superior a las de China, Inglaterra y Francia reunidas. Fueron terminadas de evacuar en 1996, todas entregadas a Rusia.
(2) A Naciones Unidas le consta, que el enfrentamiento dentro de Ucrania se ha cobrado 21.580 víctimas civiles (8.101 abatidos y 13.479 heridos), debidamente identificados por expertos de la ONU presentes dentro del país desde el 2014, quienes rinden informes periódicos de bajas.