Este domingo, el debate presidencial entre Javier Milei y Sergio Massa tuvo a propios y ajenos en vilo. Uno y otro se cruzaron en una discusión que careció de propuestas concretas.
Más bien hubo chicanas de un lado y del otro. Sobre todo “del otro”. El hoy ministro de Economía trabajó con eficacia a la hora de poner en aprietos al economista libertario.
Bien podría decirse que Massa fue el gran ganador de la noche, no por mérito propio, sino por demérito de Milei, quien, por motivos que nadie puede explicar —¿Miedo? ¿Carpetazo?—, decidió no complicarlo.
No obstante lo dicho, el candidato de Unión por la Patria utilizó pequeñas “trampas” para quitarle gravitación al libertario en la web y las redes sociales, y potenciar su propia figura. Apeló para ello a una estrategia tan brillante como perversa.
Logró que YouTube “bajara” a todos los streamers opositores un rato antes del debate, lo cual es directamente escandaloso.
A su vez, a lo largo de la discusión, Massa mandó a “googlear” al público. Allí mismo, en el buscador más usado del mundo aparecía como primera opción una página web patrocinada por el Gobierno nacional que abundaba en falacias sobre Milei.
Nada más que agregar. Como suele decirse, una imagen vale más que mil palabras: