Alejandro Borgo tiene miedo de debatir con vos”, me aseguró Bárbara –asistente de producción del programa “Cotidiano” (Canal 9)- el día 29 de enero de 2003.

    A pesar de que le insistí que tratara de convencerlo con diferentes argumentos, Bárbara me aseguró que Borgo no se animaba a hacerlo, aún cuando le propuse enfrentarme YO SOLITO frente a él y cualquier otra persona que él quisiera.

    Yo imaginaba que iba a animarse y se presentaría junto a Alejandro Agostinelli, su alter ego, a debatir contra mí. Mientras frotaba mis manos, había preparado todos mis papeles y evidencias contra ambos ex escépticos.

    Si bien era cierto que debatir contra Borgo y Agostinelli resulta bastante sencillo, nunca imaginé tamaña cobardía por parte de ambos. El mensaje de Bárbara me quitó parte de la alegría que me había embargado en un principio.

    Borgo, realmente frustrado por ya no ser llamado por los medios de comunicación para hablar de escepticismo, se había comunicado con la producción de “Cotidiano” para atacarme y lograr un poco de protagonismo perdido.

    Y es que yo le había hecho un gran favor al nombrar su libro sobre predicciones fallidas (editado en las épocas en las que aún era escéptico), incitando la curiosidad de los integrantes del programa.

    Como era de esperar, Borgo terminó “vendiéndose” para ser partícipe del programa.

    Cuando estuvo frente a cámara habló de predicciones fallidas y dejó sólo unos segundos de tiempo para sus acusaciones sobre mi (¡!). La maniobra fue tan evidente que, cuando terminó su participación, me llamaron desde el mismo programa para que fuera a refutarlo y me comentaron que les había llamado la atención lo que había dicho sobre mí al aire, ya que en su primer contacto con la producción, había hecho acusaciones mucho más graves contra mi persona que luego no comentó al aire. Obviamente, yo no me asombré de nada. Las mentiras de Borgo son infinitas ya.

    Una de sus tantas mentiras tuvo que ver con su supuesto conocimiento que tenía de uno de los conductores del programa, Beto Casella.

    El propio Casella ha asegurado desconocer a Borgo hasta que yo lo nombré. No es casual que nunca lo hubieran llamado antes para ir a la TV y siempre me llamaran a mí.

    Poco después fuí llamado por Canal 2 -lugar al que había acudido Borgo una semana antes- para hablar de supuestas mujeres estigmatizadas.

    Lo primero que me preguntaron fue si Borgo tenía “algún problema”, ya que su desempeño en ese canal HABÍA SIDO REALMENTE LAMENTABLE. La persona que me lo preguntaba señalaba su nariz con el dedo índice, gesto del cual me hice el desentendido. Sólo me limité a contestar que no quería hablar de “gente que la juega de escéptico y es justamente lo opuesto”.

    Pregunté a mi interlocutor si Borgo había intentado aparecer en TV para debatir contra alguno de los tantos chantas que aparecen en los medios continuamente. Quería ver si tenía algo personal conmigo o sólo eran ideas mías. 

    Bien... la negativa a mi pregunta hizo que mi duda quedara zanjada.

    De más está decir que Borgo no combate a nadie hace varios años ya. En mi anterior artículo demostré cómo Borgo mintió (como tantas otras veces) al decir que la Fundación CAIRP estaba disuelta y cómo se enfureció cuando le pedí el libro de actas que él mismo había ofrecido de manera pública. Ahora el muchacho ha vuelto por más. No sólo tiene la costumbre de mentir, sino que luego se desmiente a sí mismo!

    En una lista creada por él mismo llamada “Incrasombrados”, da prueba de sus propias desmentidas y queda al descubierto al querer destruir al presidente de otra asociación escéptica (¿coincidencia?) llamado Hector Navarro.
   
    El propio Navarro lo cuenta así:

   “Les envío dos mensajes de Borgo en los que estúpidamente SE MUESTRA COMO UN MENTIROSO dispuesto a cualquier bajeza para destruir a quienes considera sus enemigos.

    En el mensaje ‘82’ del 20/11/02 de la lista ‘incrasombrados’, Borgo atribuye a ‘fabulación paranoide y autorreferente’ mi suposición de que me estuvo sacando mano con los del CSICOP (Institución escéptica de EEUU). Pero en el mensaje ‘111’ del 24/11 dice en relación a mi: ‘Ya he prevenido al CSICOP sobre este pobre hombre’ (!!).

    Ya en aquel momento me di cuenta que eran seguramente AGOSTINELLI Y BORGO QUIENES ESTABAN TIRANDO MIERDA EN CONTRA DE MÍ, intentando agregar leña al fuego, que no hubiera ardido tanto si no fuera por culpa de ellos.

    Ahora eso ha quedado comprobado. ESTOS TIPOS NO SE DETIENEN ANTE NINGÚN ESCRÚPULO MORAL, son capaces de cualquier cosa en su envidia y en su odio destructivo (...) Y ante LA VIL MENTIRA DE BORGO, que negó haber hablado en contra de mí con los de CSICOP y luego lo admite ha demostrado claramente ser él quien tiene las patas cortas.

    ¡Qué queda ahora con la presunta representación del escepticismo  argentino autoasumida  por Borgo ante el CSICOP ante esta  prueba contundente de que ES UN MENTIROSO Y CALUMNIADOR redomado!”.


Borgo y Agostinelli: Tonto y retonto

   Uno entiende por momentos la bronca que deben tener Agostinelli y Borgo por no ser ya lo que eran en el mundillo escéptico. Y es que muchos se han dado cuenta que ellos ya no pertenecen a ese universo.

   Lo más triste, tal vez, es que no “comen ni dejan comer” a los demás. No sólo no hacen nada ellos en pos del escepticismo, sino que interfieren en el trabajo de otros.

    Eduardo Lause, integrante de ORALP, institución escéptica presidida por Hector Navarro en Rosario, los deja al descubierto en ese sentido:

   “Cuando Navarro sacó a colación los manejos perversos que tuvieron siempre (Agostinelli y Borgo) con nosotros -los rosarinos de ORALP-, fue calificado de ‘impresentable’. Sin embargo me permito opinar que lo que a Agostinelli más le dolía en el caso de Navarro fuera que fuese tan presentable, al punto deque ha sido invitado a todos los programas de opinión de Buenos Aires sobre el tema sectas y pseudociencias (...) Al punto de que trataron de utilizarme a mí para que presionara a Navarro y que le dijera que como yo no podía viajar, que tampoco viajase él. Pero asombra  que ahora diga que Navarro es impresentable siendo que cuando se dio el caso de la secta Los Niños de Dios le pidió que le exigiera a los redactores de la revista GENTE que el reportaje lo hiciera Agostinelli. (...) ¿Impresentable? ¡Las pelotas! Si Navarro fuera impresentable no le habría pedido Agostinelli para que le exigiese a los redactores de GENTE que él fuera el que hiciera el reportaje. Por supuesto que solidariamente nos prestamos a ayudar a un escéptico de Buenos Aires. El resultado fue que LUEGO, EN EL REPORTAJE, TRATÓ DE MINIMIZAR NUESTRA PARTICIPACIÓN en el caso.

    Desgraciadamente esa ayuda tan grande que le hicimos no sirvió para que disminuyera la actitud hostil de Borgo y ni la hipocresía de Agostinelli. (...) Siempre Agostinelli tuvo una actitud de defensa de las sectas destructivas. Recuerdo que Agostinelli invocaba en aquellos tiempos estudios de presuntos sociólogos que apoyaban alas sectas como expresión de libertad religiosa...”

    Y no tengo mejor manera de terminar esta nota que citando palabras de un colega escéptico que ha vivido la agresión constante de la dupla Borgo/Agostinelli (obviamente es escéptico, si fuera crédulo no lo atacarían). Su nombre es Julio Salas y mandó su queja a la lista “incrédulos”:

   “Señores co-listeros: ¿Hasta cuando habrá que SOPORTAR LAS IMBECILIDADES DE ESTOS DOS SEÑORES, AGOSTINELLI Y BORGO, que en su desesperación por no poder hacer mas daños recurren (acabados sus argumentos lógicos y racionales) AL INSULTO Y LA ESTUPIDEZ DE MÁS ABAJO? (...) dejen de joder a la gente que no está interesada en leer las PERORATAS INFANTILES de dos pobres imbéciles, pero sí en debatir temas importantes en la lista. 

   En la primera fase de este correo ha cometido una equivocación que podría haber borrado, pero que voy a aclarar, sin borrarla: he llamado "señores" a este pobre par de imbéciles sin cura”.

   Más claro, echarle agua de Tlacote.

Christian Sanz