Empezó con el pie izquierdo. A las pocas horas de asumir, Sergio Massa demostró ser sólo otro vocero oficial más del kirchnerismo, con la misma obsecuencia de los Fernández —Aníbal y Alberto— y hasta con un histrionismo mayor.
A poco de haber asumido, algunos medios hablaron de su supuesto título de abogado —que sospechosamente Massa nunca se atrevió a desmentir— y otros ocultaron sus fuertes vínculos con el megalavador de dinero del narcotráfico, Aldo Ducler.
Incluso hubo una interesante anécdota ocurrida en el programa radial de Nelson Castro —por AM del Plata—, donde el periodista llamó "licenciado" enfáticamente a Massa sin que el flamante jefe de Gabinete lo desmintiera. Se sabe que el jefe de Gabinete jamás culminó sus estudios universitarios.
En las últimas horas, fuentes de la mismísima jefatura de Gabinete de Ministros aseguraron a Tribuna de Periodistas que Massa habría nombrado al impresentable abogado radical Miguel Ángel Fernández Pastor, alias el colorado, quien trabajó años en la Anses y en su momento fue denunciado por lucrar con los jubilados en cuanto a juicios contra el Estado.
Asimismo, Fernández Pastor estuvo en el Comité Radical de Moreno y es amigo de otros dos personajes cuestionados: Leopoldo Moreau y Eduardo Santín.
Todo un síntoma de la gestión que comienza.