La oposición volvió a caminar hacia la
construcción de un frente cuyo objetivo final es encumbrarse en el poder en el
2011, a través de una experiencia que no quiere volver a repetir los errores
fatales que cometió la Alianza UCR-Frepaso, un década atrás.
Para el kirchnerismo o el peronismo, según el caso, es "una
buena señal" ya que —según uno de sus operadores— se siente "más cómodos"
discutiendo con una coalición con Elisa Carrió "a la cabeza".
Incluso, festejan el hecho de que la CC y la UCR hayan
dejado de lado a Julio Cobos quien, según distintas encuestas, es uno de los
dirigentes con mejor imagen en varios distritos importantes del país.
"Si Cobos fuera peronista, no sólo lo hubiéramos aceptado
otra vez en el partido sino que sería jefe del PJ y candidato seguro, pero los
radicales...", ironizó un hombre con despacho en la Casa Rosada.
Ocurre que al kirchnerismo lo inquieta más una coalición con
Cobos a la cabeza, junto al socialismo de Hermes Binner y la estructura radical.
Por ahora, los hombres del vicepresidente sólo observan el
armado de radicales, socialistas y dirigentes de la Coalición Cívica. "Es
positivo, siempre y cuando sea por convicción y no con fines meramente
electorales. Nosotros por ahora estamos tratando de consolidar el Consenso
Federal (CONFE) en Mendoza, tal vez con una alianza con el radicalismo y habrá
que ver qué pasa en Córdoba y en Buenos Aires", sostuvieron cerca de Cobos.
La acción del nuevo frente opositor en las elecciones
legislativas del próximo año tendrá un alcance limitado por la situación de cada
una de las provincias.
En efecto, algunos dirigentes provinciales comenzaron a
hacer públicas sus discrepancias con un acuerdo porque no reflejaría la realidad
del distrito. Por ejemplo, en Tierra del Fuego, donde el ARI está distanciado de
la Coalición y, por otro lado, la UCR es oposición a la gobernadora Fabiana
Ríos. La misma situación compleja se da en la provincia de Buenos Aires, donde
Margarita Stolbizer está enfrentada con la UCR comandada por el alfonsinismo, y
a su vez el Socialismo está conducido por dirigente que son afines a Kirchner.
Precisamente el alejamiento de Felipe Solá del Frente para la
Victoria, motoriza un nuevo espacio en la provincia de Buenos Aires. Solá se
reunió días atrás con Eduardo Duhalde, pero también mantiene contactos y
coincidencias con Cobos.
En ese entramado político, Francisco De Narváez insiste con un frente de la
oposición en la provincia, porque sabe que Solá le quita votos peronistas anti k
y, sin un acuerdo con el macrismo se atomizan también sus posibilidades.
Sin embargo, el gobierno nacional tiene otros problemas en el
corto plazo. El fallo de la Corte Suprema acerca de la libertad sindical de
agremiación, provocó una dura reacción de la CGT de Hugo Moyano que amenazó
con "salir a las calles" si la Casa Rosada actuaba en consecuencia con la
decisión del Alto Tribunal.
Según trascendió, el oficialismo sería proclive a "cajonear"
cualquier proyecto que busque reformar la ley de asociaciones sindicales. "No
estamos en condiciones de ponernos en contra a la CGT, mucho menos en un año
electoral y de negociaciones salariales", exclamó un dirigente kirchnerista.
Indefectiblemente, el 2009 reacomodará el escenario político.
Walter Schmidt