Hugo Chávez celebró este sábado “sus 10 primeros años de gobierno”. Esa es su intención, y por eso pidió a sus simpatizantes que aprueben una enmienda que le permita la reelección indefinida. Ante miles de partidarios que se reunieron en los alrededores del palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, el presidente venezolano sostuvo que su elección en 1998 "abrió los portones de un nuevo tiempo histórico".
La reelección presidencial indefinida fue uno de los puntos principales de una propuesta de reforma constitucional hecha por Chávez en 2007, que fue rechazada en referendo con 50,7% de los votos.
De rodas maneras, los principales partidos de oposición de Venezuela anunciaron este sábado la creación de una dirección conjunta para enfrentar la propuesta de reelección presidencial indefinida.
Sin embargo, con un liderazgo en franca decadencia, a Chávez le será muy difícil remontar la cuesta ante la visión de un país en donde no hay muchos logros que exhibir, de hecho, el balance arroja un saldo negativo a su gestión.
La brillante situación externa favoreció al Estado venezolano a través de las exportaciones de petróleo y el precio que alcanzó el crudo en los últimos años batió récords inimaginables, hasta que estalló la crisis en EEUU. Esta coyuntura internacional ha determinado que en Venezuela hayan ingresado entre 1.999 y 2.007 más de U$S 665.000.000.000... sí, leyó bien, más de seiscientos sesenta y cinco mil millones de dólares, más que el período 1.958-1.998.
Chávez, no sólo no ha invertido o reinvertido estos fondos —que, dicho sea de paso, son patrimonio de todos los venezolanos, ya que el petróleo pertenece al Estado—, sino que además está despilfarrando un recurso no renovable.
Al caudillo, además, se lo acusa de numerosos casos de corrupción, por ejemplo, le es difícil explicar porque se ha permitido que un pequeño grupo de sus colaboradores más cercanos, incluyendo a sus parientes, se hayan enriquecido groseramente, y aun cuando las pruebas están a la vista no se haya castigado a uno solo de los depredadores del erario público que integran las bandas del gobierno considerado como el más corrupto de la historia de su país.
También, a Chávez, le resulta muy difícil explicar el por qué se ha permitido que la criminalidad haya alcanzado índices tan elevados y que Venezuela haya alcanzado el tope de la lista de los más peligrosos del mundo. En Caracas el hampa mata más personas en un fin de semana que los muertos en Bagdag en un mes.
Pero estos no son los únicos desaciertos de Chávez. Si bien pueden ser de los más importantes, hay otros, los que han incidido de forma significativa en la pérdida de apoyo a su gestión, especialmente el que era fundamental para él, el popular, y esto se debe, en gran medida, a los problemas derivados del desabastecimiento de alimentos, especialmente la escasez de leche a partir del segundo semestre del año pasado, que han deteriorado la imagen del presidente.
La imagen positiva de Hugo Chávez, cayó en dos años del 65 a un 30 por ciento actual, y continúa perdiendo puntos. A comienzos del año 2006, tenía 65% de popularidad, y para este momento está alrededor del 30% y continúa perdiendo puntos, según encuestas confiables.
Como dijimos, no sólo el despilfarro de los ingresos por exportaciones de petróleo (en propaganda, armamento y financiamiento de organizaciones de izquierda latinoamericanas) son motivo del descontento del pueblo venezolano, a esto hay que agregarle la permanente incidencia y hostigamiento a los medios de prensa independientes por parte del gobierno.
Un caso muy importante fue la terquedad del presidente de ir contra la voluntad mayoritaria de la población para cerrar RCTV a inicios del año pasado.
Lo mismo acontece con la actual guerra a Globovisión, y estos dos factores no hacen más que darle motivo a la mayoría de los venezolanos a descubrir, o confirmar, que el presidente Chávez no es demócrata, y que es, más bien, un autócrata.
Otro motivo importante es, lógicamente, el escándalo de la valija con 800.000 dólares.
En definitiva, Chávez, a una década de haber sido electo por primera vez, y no poder explicar el porqué de su fracaso, ha sustituido su oferta de cambio social por un proyecto personal para mantenerse en el poder y no cederle el puesto a otra persona como lo manda la Constitución.
Pablo Dócimo