Que la Argentina está atravesando una crisis, no es ninguna novedad, y que los Kirchner están tratando por todos los medios de minimizarla o disimularla, tampoco es novedad.
Como ya tampoco, a esta altura de las circunstancias, es desconocido que, tanto Néstor Kirchner como Cristina y, eventualmente, sus voceros, como los ministros Sergio Mazza, Florencio Randazzo, Julio de Vido o Aníbal Fernández tratan de anunciar y anunciar futuras acciones de gobierno que, indefectiblemente, son intrascendentes o jamás se cumplirán.
Dos claros ejemplos de “mega anuncios” no cumplidos son la construcción del tren de alta velocidad y el pago de la deuda al Club de París, solo por citar dos ejemplos claros y contundentes.
En el primero de los ejemplos, podrán utilizar como atenuante el hecho de que no hubo consenso —por suerte— para realizar tan faraónica e inútil obra por parte de los sectores opositores, aunque en realidad, el malestar era de la opinión pública en general, pero en el caso de no pago al Club de París, ¿cuáles son los motivos? Depende... depende de la versión que usted escuche.
Según las voces oficiales, se dice que: “El pago al Club de París está en stand by y hoy, a la luz de la crisis financiera internacional, no podemos decir cuándo se concretará”, o que "La voluntad de pago existe, pero se están revisando los momentos y las oportunidades para hacerlo".
Cuando se conoció esta noticia, allá por principios de septiembre de 2008, quien suscribe se permitió dudar de la concreción de este anuncio, y se dijo, entre otras cosas: “como ya conocemos la metodología del Frente para la Victoria, yo, personalmente, hasta que no lo vea no lo creeré. No vaya a ser cosa que este anuncio sea como cuando dijeron que se iban a repatriar los fondos de Santa Cruz, ¿se acuerda? (...) esperemos que esta no sea otra burda campaña de prensa como cuando se le pagó al FMI y se contrajo una deuda peor, por el mero hecho de decir, públicamente, se pagó la deuda, y esperemos, además, que esta vez sea cierto.”
Pero la realidad, mi querido lector, es que el “equipo político” del Frente para la Victoria, en ese momento, como en tantos otros, una vez más sacó de la galera un tema para que nos ocupemos de la fantasía y no de la realidad, de los constantes reclamos de la ciudadanía, la inflación, la recesión que se viene, la inseguridad, los permanentes conflictos laborales, etc.
Para hacer honor a la verdad, para haber acertado en este pronóstico, no es necesario ser un experto en política y/o economía, ni mucho menos adivino. Es que tanto Néstor como Cristina son tan predecibles, que es más fácil acertar que errar, esa es la verdad. Por lo tanto, no es ningún mérito periodístico el de adelantarse a los hechos tratándose del Frente para la Victoria, sólo hay que utilizar la lógica y el sentido común, precisamente lo contrario a la metodología kirchnerista.
Pablo Dócimo