Entre 1991 y 1995, la Argentina vivió uno de los mayores -y peores- escándalos de su historia cuando el entonces presidente Carlos Menem vendió armas fraudulentamente a Ecuador y Croacia.
Y es que, a poco de estallar la polémica, se supo que el mandatario había firmado, junto a sus ministros, tres decretos secretos que posibilitaron la salida de siete embarques clandestinos a Croacia y tres a Ecuador.
Estos decretos decían que las armas irían a Panamá y a Venezuela y no a los citados países. No está de más decir que Argentina era garante del proceso de paz peruano-ecuatoriano, por lo que no debía venderles armas. Mientras tanto, Croacia sufría el embargo de la mismísima ONU.
A pesar de que la justicia determinó que la venta ilegal de armas fue producto de una verdadera decisión de Estado, nunca pudo lograr que los principales actores de esta trama quedaran tras las rejas. El pacto de silencio y consecuente encubrimiento llegó a tal nivel que no se pudo avanzar demasiado sobre los personajes más importantes, como el propio Menem o su cuñado, Emir Yoma.
Arrepentidos SA
Así como existió un arrepentido llamado Mario Pontaquarto en el caso de las coimas en el Senado, en estos días un hombre oculto en las sombras está a punto de contagiarse de él y declarar algo similar ante Julio Speroni, juez a cargo -junto a Jorge Urso- de la causa por la venta de armas.
Este hombre, al que llamaremos José F., al igual que Pontaquarto, ha sido el responsable de llevar y traer sobres de dinero. Sólo que en este caso hablamos de los sobres que se manejaron en torno a las citadas ventas fraudulentas, no al Senado de la Nación.
Otra diferencia con el ex secretario parlamentario es que este hombre no quiere plata a cambio de su explosiva declaración. Sólo quiere temporal anonimato. El suficiente hasta llegar a declarar ante la justicia y así mantener bajo resguardo su seguridad personal.
Y es que las personas que José F. piensa señalar tienen gran peso y relevancia. Algunas de ellas, incluso, han logrado burlar la pesquisa de la propia justicia argentina. No es poco.
Pero... ¿Qué sabe José?
Este ex militar y flamante testigo va a declarar ante Speroni que trabajó como chofer de Fabricaciones Militares y que, en ese marco, le tocó repartir algunos de los sobres de las coimas por el contrabando de armas a Ecuador y Croacia.
Entre los nombres que José F. va a señalar en pocos días, se encuentran los de Emir Yoma, Carlos Menem y hasta el general Martín Balza.
Y, más allá de su propio testimonio, José F. mostrará pruebas documentales super relevantes: entre otras cosas, tarjetas personales de algunos personajes vinculados en su momento al poder político vernáculo más importante.
Una de esas tarjetas -de un importantísimo funcionario- posee en su dorso una leyenda que reza así: "Ruego atender al Sr. Fernández y le pueda solucionar su problema". Más que elocuente.
Asimismo, en una declaración de su propio puño y letra, este formal testigo asegura que hubo una coima pagada "al periodista del diario Clarín, Sr. Lagomarsino. El Sr. (Diego) Palleros le dio U$S 5000 en efectivo para que no escribiera más en Clarín y las armas (sic)"
En ese mismo improvisado papel, José F. detalla taxativamente las responsabilidades por el escándalo de las armas:
"Fabricaciones Militares
Interventor: Luis Sarlenga
Subinterventor: Norberto Emanuel
Coordinación: Edberto González de la Vega (Coronel)
Director de Producción: Coronel Franke
Dirección de Aduana: Sra. de Cantariño
Director de la Fábrica Militar Río III: Coronel Cornejo Torino
Presidente Saúl Menem
Jefe del Estado Mayor del ejército, General Balza
Cuñado del presidente, Emir Yoma
Ministerio de defensa, Sr. Pool
Coronel RE Diego Palleros"
Concluyendo
Es obvio, a oidos de quien tiene oportunidad de escucharlo, que José F. no es un mero fabulador. Conoce los vericuetos de la "causa Armas" de manera más que detallada y la documentación que posee es irrefutable.
Quien escribe estas líneas posee copia de algunos de esos documentos y puede dar fe de ello.
Ahora, puntualmente, quedará todo en manos de la justicia. Si el juez sabe aprovechar este nuevo testimonio, el expediente puede dar un giro de 180º y las nuevas pruebas pueden llegar a producir un verdadero milagro.
¿O acaso el poder llegar a meter preso a Carlos Menem y su pandilla no sería un milagro?