Finalmente sucedió lo esperado: ni el fiscal Eduardo Taiano, ni su par de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), Guillermo Naoilles, apelaron el fallo del kirchnerista juez federal Noberto Oyarbide que sobreseyó al matrimonio Kirchner en la causa por enriquecimiento ilícito.
El fiscal Taiano tenía plazo hasta las dos primeras horas hábiles de ayer para apelar la medida pero, al no hacerlo, tácitamente consintió el sobreseimiento.
Según cuenta agencia DyN, la FIA, que hasta el momento no presentó ningún escrito al despacho de Oyarbide, había sido notificada el 21 de diciembre, por lo cual su plazo para la apelación podría vencer en las dos primeras horas de mañana.
Por su parte, el abogado denunciante, Enrique Piragini, sí apeló la medida, pero al no tener carácter de “querellante” su recurso no tendría validez.
De esta manera, la causa quedó a un paso de ser “cosa juzgada”.
En el escrito presentado, Piragini indicó que es una "prematura decisión judicial al no haberse agotado la pesquisa ni realizado toda una serie de medidas conducentes a la comprobación de los hechos investigados".
"Resulta llamativo que el magistrado se haya conformado con un informe presentado por dos peritos de la Corte Suprema de Justicia, pertenecientes a un cuerpo sobre el que pesan graves sospechas”, relacionó el abogado.
"El juez nunca convocó a los inquilinos que aparecen pagando sumas de alquileres desproporcionadas, ni estableció la veracidad de la documentación respaldatoria de los asientos contables”, reprochó.
"Las decisiones de los jueces no son infalibles, por lo que se impone acceder a una instancia superior de revisión, tal como lo prevén normas de forma y de fondo", alegó Piragini deslizando la posibilidad de recurrir a un estrato judicial superior.
Oyarbide sobreseyó el 18 de diciembre pasado al ex presidente Néstor Kirchner y a su esposa, la actual mandataria Cristina Fernández de Kirchner, ante una denuncia fundada en el incremento patrimonial de 158 por ciento del matrimonio en el último ejercicio fiscal.
Sólo en la Argentina ocurren este tipo de cosas. Sin palabras.