El Acuerdo Cívico y Social padeció, antes de tiempo, las consecuencias propias de los conglomerados que se construyen sólo para ganar una elección, ocultando debajo de la alfombra las diferencias. Y que tuvo su máxima expresión en la implosión de
Los radicales embarcados en el proyecto “Cobos presidente” se ocuparon de ocultar su “satisfacción” por los recientes dichos de Elisa Carrió, que les advirtió que si optan en
Así, el panorama comienza a despejarse. En una primera mirada se observa en el horizonte un candidato peronista, otro radical, Carrió y tal vez alguno por la centroizquierda, con la duda entorno a Mauricio Macri.
En verdad, Carrió nunca estuvo convencida de una alianza electoral con
Con mucha anticipación adelantó que no quería repetir la experiencia de Graciela Fernández Meijide que creyó que podía arrebatarle la candidatura presidencial a De
Cobos y Carrió nunca se sentaron a dialogar. La última vez que se cruzaron -no dialogaron- fue cuando se saludaron el 1 de abril de 2009, en el velatorio de Raúl Alfonsín. Antes, apenas alcanzaron a cruzar unas palabras en 2003, cuando como candidata presidencial Elisa Carrió habló ante el auditorio de
Cobos sabía desde hace tiempo que no podía construir nada con Carrió. Esta situación, le aclara el horizonte para estrechar vínculos con los socialistas, con Margarita Stolbizer y otras fuerzas menores.
Sin embargo, el mendocino todavía no ve que
Precisamente De Narváez parece haberse distanciado de Mauricio Macri en el camino hacia 2011. “Con Mauricio siempre es así, en las elecciones estamos juntos pero después, cada uno sigue su camino”, se escuchó cerca del empresario. En ese esquema, De Narváez está convencido de que el único camino posible es pelear dentro del Partido Justicialista, siempre y cuando las reglas de juego se mantengan.
Ocurre que para el Peronismo disidente, ha descendido el respaldo popular de Néstor Kirchner.
Los números que hacen, son los siguientes: tras la derrota electoral de junio de 2009, Kirchner vio disminuida su base que, calculan, se ubicaba en un 30 por ciento, comprendido por sectores medios-bajos y bajos, sobre todo del conurbano bonaerense. El contrato con la clase media y alta está roto.
Pero ese 30 por ciento volvió a recortarse en el último tiempo a partir de dos factores.
Por un lado, la inflación que se refleja en el aumento de precios en productos de primera necesidad, y por otro, la caída de la imagen del Gobierno nacional por el caso de la compra de 2 millones de dólares por parte del ex presidente.
Sólo la nueva “estrella televisiva” Ricardo Fort, por no tratarse de un dirigente político, puede exhibir sus dólares sin que ello signifique un desmedro de su imagen y una sospecha de corrupción.
Walter Schmidt
DyN