El día que se escriba el manual de la corrupción kirchnerista, que tendrá más páginas que una guía telefónica, habrá dos tópicos que no podrán faltar. El primero de ellos es la declaración del ex Gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo; el segundo, Horacio Rossati, ex ministro de Justicia K. 

Sergio Edgardo Acevedo fue un diputado nacional clave en el armado del grupo kirchnerista en la Cámara baja que inició el juzgamiento y recambio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en 2003.

Luego, marchó a una breve gestión en la Secretaría de Inteligencia (donde cometió el incalificable error de ratificar y hasta ampliar las atribuciones de Jaime Stile/Horacio Stiusso y Fernando Pocino), y después alcanzó la Gobernación de Santa Cruz.

Sin embargo, renunció. ¿Por qué lo hizo?

En el programa 'Argentinos Para Armar', por TN, Acevedo le dijo a la conductora, María Laura Santillán, que le exigían que le anticipara el 30% de una obra pública al contratista que la iba a realizar.

Y ese contratista se comprometía a devolver el dinero o descontándolo de futuros costos superiores a los pactados inicialmente o anticipando el cronograma de ejecución de la obra, pero en cualquier caso quedaba a decisión del concesionario.

"Yo esto no lo firmó, antes me voy, les dije. Y como seguían exigiendo que lo firmara, me fui", dijo Acevedo, quien explicó que ese relato fue su testimonio en las 2 oportunidades que lo citaron a declarar por 2 causas judiciales, en 1 de las cuales ya se encuentra sobreseído.

Acevedo no explicó si quien fue su sucesor, Carlos Sancho, el hombre de Rudy Fernando Ulloa Igor, sí firmó ese anticipo del 30%, y si fue Lázaro Báez/Austral Construcciones u otro contratista de obra pública el beneficiario de ese abuso de la hacienda pública.

La conductora Santillán le preguntó a Horacio Rosatti si él había renunciado por negarse a autorizar sobreprecios en la construcción de 3 establecimientos penales.

Rosatti, luego de haber sido intendente de la ciudad Santa Fe de la Veracruz, ingresó al gobierno de Néstor Kirchner como procurador del Tesoro, haciéndose cargo de la defensa del Estado argentino ante el tribunal arbitral internacional Ciadim, que depende del Banco Mundial.

Luego, Rosatti fue quien reemplazó a Gustavo Béliz al frente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

Rosatti no confirmó ni desmintió ese hecho puntual de las cárceles con sobreprecios pero habló de un desencanto que ganó a muchos funcionarios respecto de Néstor Kirchner y su gestión.

"No era lo que creíamos. Y en ese momento no fui el único que me marché. Fuimos varios", dijo Rosatti. Él mencionó a Alfonso Prat Gay, a Roberto Lavagna y al propio Rafael Bielsa.

La cuestión de la corrupción kirchnerista hasta ahora no fue investigada en profundidad. Tampoco las contrataciones, tema sobre el cual la Auditoría General no puso la lupa, y debería justificar el abundante presupuesto que recibe de los contribuyentes.