‘’La fuerza militar de élite iraní, la Guardia Revolucionaria, está presente en Venezuela y ello implica un riesgo de contacto con fuerzas estadounidenses, según un informe del Pentágono enviado al Congreso al que tuvo acceso la AFP. La Guardia Revolucionaria Islámica tiene capacidad operacional en todo el mundo. Está bien implementada en Oriente Medio y África del Norte, y en años recientes ha incrementado su presencia en América Latina, particularmente en Venezuela", explica el informe fechado en abril de este año.
"Si Estados Unidos aumenta su implicación en esas regiones, el contacto con la Guardia Revolucionaria, directamente o a través de los grupos extremistas que apoya, será consecuentemente más frecuente", advierte el texto. El argumento es la parte desclasificada de un informe completo sobre la estrategia militar de Irán que el Pentágono debe enviar por ley cada año al Congreso. Irán tiene ambiciones de convertirse en una "potencia regional" a nivel militar y diplomático, pero también de ampliar su presencia a escala mundial, advierte el texto. El informe le atribuye de nuevo a esas fuerzas de élite, directamente bajo el mando del líder supremo iraní, Alí Jamenei, la responsabilidad del ataque de 1994 contra un centro comunitario judío en Buenos Aires.
El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, acusó hace un año a Irán de "actividades subversivas" en América Latina, y en términos parecidos se expresó la secretaria de Estado, Hillary Clinton. No obstante, durante un viaje que realizó la semana pasada por Colombia y Perú, Gates descartó que Venezuela represente "en la actualidad un reto o amenaza militar" para Washington. La congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen reclamó este jueves al gobierno de Barack Obama mayor atención ante el "crecimiento de Irán y la influencia que tiene no sólo en Venezuela, que es bien conocida, sino en todos los demás países de Latinoamérica". "Con esta administración es mejor ser un enemigo beligerante que un cercano aliado colaborador", ironizó la cubano-estadounidense Ros-Lehtinen, durante un debate con analistas sobre la presencia de Irán en América Latina en el Congreso estadounidense. El gobierno venezolano ha rechazado las acusaciones y asegura que su alianza con Irán es simplemente estratégica y económica ante lo que califica de agresividad estadounidense. ’’, según un cable propalado por la agencia AFP.
Esta info no es para nada nueva, sino que es continuación del encubrimiento generado a partir de 1992 luego del instante mismo de la voladura de la embajada israelí en Buenos Aires. Acariciando lo áspero, conviene recordar que en aquel entonces había que premiar la colaboración del entonces hombre fuerte sirio Hafez Al Assad durante la primera Guerra del Golfo, distrayendo su responsabilidad en dicha voladura endilgándosela a Hezbollah, con el Irán de los ayatollahs detrás. Dos años después, cuando el 18 de julio de 1994 se produce la masacre de la calle Pasteur, se recurre al mismo cuento contándose con la estrecha aprobación de la administración menemista.
Como se puntualizó en análisis anteriores, la caída del shah Reza Pahlevi, constituyó un golpe mortal para los intereses estadounidenses en la región, pues no sólo perdía un excelente proveedor de petróleo, sino que la CIA quedaba sin una base de operaciones de importancia fundamental en la guerra de nervios con la vecina URSS.
Por eso, la república islámica con su pretensión de retornar a la pureza fundacional del islam, renegando de toda intromisión occidental, fue la excusa ideal para elaborar un nuevo enemigo de dicho nuevo orden mundial, y al mismo tiempo, junto a Israel tapar bajo un manto de olvido las espurias relaciones con Damasco.
El diverso del verso
Cuando en Buenos Aires los abogados del ex presidente Carlos Menem presentaron un recurso de queja ante Casación para evitar que éste sea juzgado por encubrimiento en la causa AMIA, por detrás resuenan los ecos de quienes intentan la sempiterna continuación del cuento persa para que jamás se llegue a la última verdad. Y lamentablemente estos personeros siguen prevaleciendo, pues en cada una de estas informaciones, propaladas en los diferentes noticiarios, siempre sale a relucir la fábula del conductor suicida-coche bomba, militante de Hezbollah, bancado por Irán y proveniente de la Triple Frontera. Como antes, luego del 11 de septiembre de 2001, se intentó meter en este desaguisado al mismísimo Bin Laden, para luego rematarla en marzo del 2003 junto al verso de las armas de destrucción masiva iraquíes, a Saddam Hussein en el raro rol de protector de Al Qaeda.
Si bien es cierta la responsabilidad que le cabe a Menem en todo este entramado, sería ingenuo inferir que lo hizo solo. Pues obró de acuerdo a los dictados de la política exterior de relaciones carnales, obedeciendo a los intereses del eje Washington-Tel Aviv, ávido de posicionarse en el convulsionado ajetreo del Medio Oriente.
Y si se busca justicia en serio, junto al riojano deberían sentarse en el banquillo de los acusados muchos otros que hasta el momento siguen gozando de los beneficios de la impunidad.
Fernando Paolella