El controvertido Presupuesto 2011 escribirá un nuevo capítulo del enfrentamiento que el Gobierno y la oposición vienen librando en el Congreso, de cara a la gran pelea de fondo en las presidenciales de octubre del 2011.
Prever una inflación del 8,9 por ciento en el 2011 refleja dos posibilidades: o el Gobierno espera una genuina desaceleración fuerte en los precios, o la administración K prevé continuar maquillando las estadísticas a través del intervenido INDEC.
También ya existen cuestionamientos sobre las estimaciones de recaudación y gastos, y rechazo a que el Gobierno pretenda echar mano a las reservas para pagar deuda, en este caso 7.500 millones de dólares, pese al récord histórico de 51.094 millones.
Para la oposición, el Gobierno subestima, además, el crecimiento -estimado en el 4,3 por ciento- y la inflación para tener un excedente en 2011 de unos 70.000 millones de pesos y gastarlo a su arbitrio en un año electoral.
Sostiene, además, que la única herramienta de control de la inflación que le queda al gobierno es la cotización del dólar y que al quedar rezagado su valor se fomentan las importaciones con fuertes reducciones de la generación de empleo.
Desde la UCR, la Coalición Cívica, Proyecto Sur y el Peronismo Federal ya anticiparon que el foco estará puesto en determinar cuál será el destino de los recursos excedentes que el Gobierno va a tener en el 2011.
Pero, los legisladores opositores no son los únicos preocupados por el proyecto de Presupuesto.
Las cámaras empresarias observaron con preocupación el nivel de tipo de cambio calculado por Amado Boudou para el año próximo, ya que el proyecto ubica el dólar en 4,10 pesos.
El sector privado, y en especial los exportadores, vienen alertando sobre una atraso en el tipo de cambio.
El tema es motivo de preocupación entre las terminales automotrices, y fue acercado al ministro de Economía, Amado Boudou.
La cuestión pasó casi desapercibida porque por estas horas las automotrices están enfrascadas en un duro enfrentamiento con el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, luego de que el funcionario salió a acusarlas prácticamente de ser uno de los principales evasores de la Argentina en el impuesto a las Ganancias.
La tensión entre el sector privado y el gobierno no termina allí: los hombres de empresa consideran un despropósito el proyecto del diputado Héctor Recalde -principal asesor del jefe de la CGT, Hugo Moyano- para que los empleados monitoreen las ganancias de las empresas y determinen qué se hace con parte de ellas.
"Así, la Argentina será Cuba", reaccionó rápidamente el presidente de la UIA, Héctor Méndez, parado en una vereda cada vez más enfrentada al gobierno nacional.
Los empresarios creen que las ambiciones de Moyano se están saliendo de cauce y que ya ni siquiera Néstor Kirchner lo puede contener.
La dirigencia del sindicato de Camioneros, un gremio siempre enrolado entre los peso pesado que mantiene disputas históricas con la UOCRA, endurece días tras día sus reclamos e intenta fagocitar a todos los sindicatos chicos que puedas.
Apenas un pequeños gremio de 70 afiliados, como el que nuclea a los trabajadores de catering, logró frenar, por ahora, las pretensiones hegemónicas de los Moyano.
Pablo Moyano, el heredero de Hugo, se mueve por las calles rodeados de un conjunto de guardaespaldas que meten miedo, y está clara la pose desafiante ante las cámaras que muestran sus seguidores en cada reclamo.
Es miedo que meten explica, en parte, que el gremio de los camioneros lidere los aumentos salariales obtenidos en paritarias.
El boicot de camioneros a Siderar, justo en momentos en el Grupo Techint se distancia del gobierno nacional, despertó muchas suspicacias en el mundo gremial-empresario, y tampoco queda claro qué rol está jugando el Ministerio de Trabajo ante los conflictos sindicales, cuando su rol es erigirse en mediador sin tomar partido.
Lo curioso es que los conflictos gremiales se suceden y crecen en el nivel de violencia, a pesar de que los grandes sindicatos lograron fuerte incrementos salariales en las últimas paritarias.
Esos ajustes, que rondan el 30 por ciento, reflejan la inflación real de la Argentina, disimulada por el Gobierno, y desde ese punto de vista aparecen razonables.
Pero lo que más preocupa al empresariado es la ambición sin límites que le adjudican de Moyano.
Del otro lado, los trabajadores enrolados en el gremio de camioneros celebran: al fin de cuentas, nunca tuvieron mejor pasar que en estos tiempos.
José Calero
NA
el derecho de saber LOS OBREROS como esta organizada la empresa , que es SU MEDIO DE VIDA ,(para que no haya VACIAMIENTOS ,NI VENTAS FRAUDULENTAS , ES DEL TROSKISMO , no es de cuba . esa revindicacion la conoci en 1972 , en la ocupacion de las fabricas .Y ESTOY DE ACUERDO . ES RESPUESTA A LA DEFENSA DE LAS FUENTES LABORALES.DEFENDER LA INDUSTRIA RESPONSABILIDAD DE TODOS RESPETAR LA IMPORTANCI DEL SER HUMANO SOBRE EL VALOR DEL DINERO
Son tiempos de la "globalidad", una nueva manera reciclada de colonialismo; Hay actividades ESCANDALOSAS, en donde la "incidencia" del costo de operación (sueldos) no pasa los 4 ó 5 puntos (minería, petróleo, algunas fábricas de caños, etc.) Hay otro sub sector, que tiene una relación mas "argentina", que ronda el 30% En tiempos de subsidiolandia, no se sabe quien paga que Hay otros sectores (servicios) en donde los sueldos son una incidencia alta (50 al 70%) o en el comercio Y en las PYMES, que dan el 70% de los puestos de laburo "no estatales" puede ser muy variado, desde poco (20, 30%) a mucho, si las tareas son manuales y no mecanizables Acá la cuestión es otra: Estos Tahures, estan viendo como MEJICANAR a algunas empresas. Se creen el ombligo del mundo. Tienen suerte que el mundo de hoy no es el del año ´72 que comenta el preopinante. En el ´72 te sacaban a patadas en el culo, hoy los yanquis no se meten tanto, no pueden resolver ni lo de Iran, ni lo de Irak, ni lo del nefro Tuza de venezuela, entonces el morochito facho, ex-preso por falopa se le hace el "taita" para sacar unos "sopes" Mafia pura