"El GAFI expresó su decepción y su seria preocupación sobre el fracaso de la Argentina para implementar un adecuado y efectivo sistema antilavado y contra la financiación del terrorismo, y trabajará estrechamente con la Argentina para asegurar que rápidamente rectifique las deficiencias identificadas en dicho sistema." Plasma un lapidario informe del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) emitido durante el pasado mes donde delegaciones de todo el mundo aprobaron un durísimo informe sobre el sistema antilavado, el cual resultó ser la peor evaluación registrada en la historia del GAFI sobre uno de sus países miembros.
Esta semana, el GAFI dio el primer paso para sancionar al país por su falta de compromiso político para garantizar la lucha contra el lavado de dinero. La Argentina está demasiado cerca de pasar a formar parte de la llamada "lista gris" de naciones sin interés por combatir el lavado. Esa sanción podría aislar al país de la comunidad internacional.
Ese Grupo envió durante esta misma semana una carta al Gobierno para notificarle de manera formal su seria "decepción" ante el sistema antilavado local y les comunicó a las autoridades argentinas que el país debe impulsar profundas reformas si aspira a evitar sanciones.
Según informó diario La Nación del día de hoy, el GAFI suele advertir sus sanciones en 5 medidas, una más dura que la anterior, las cuales son:
1- Envío de la carta.
2- La visita al país.
3- Una declaración pública para alertar al resto del mundo sobre los problemas antilavado de ese país.
4- La suspensión de la membrecía del grupo.
5- Su eventual expulsión.
El GAFI ya cumplió con su primera medida: la carta. La misma incluye serias críticas a nuestro país en la que el Grupo asegura "decepción por la falta de avances observados durante los últimos 10 años”, y "preocupación sobre las falencias observadas que no permiten implementar medidas reales contra el lavado y la financiación del terrorismo”.
La segunda medida podría concretarse a mediados de diciembre ante la falta de toma de medidas claras y efectivas contra el flagelo. La tercera medida estaría programada para febrero del próximo año donde se analizará seriamente si la Argentina logró resolver los temas más urgentes. Si no, emitirá un comunicado formal para alertarle a la comunidad financiera internacional sobre los riesgos de operar en este país.
Recordemos que desde el año 2000, cuando se sancionó la “ley antilavado” en la Argentina, el organismo puso la lupa con preocupación en nuestro país, especialmente en los últimos tiempos, a raíz de ciertas noticias que vinculan al kirchnerismo con valijas de todo tipo: unas provenientes de Venezuela con 800 mil dólares y otras que van a España con cocaína a través de la extinta línea aérea Southern Winds.
En una entrevista concedida a diario Clarín el 1º de noviembre de 2008, Gustavo Rodríguez, presidente del GAFI en ese momento, admitió que la cúpula del organismo muestra preocupación porque en la Argentina no hay un sólo condenado por lavado de dinero.
En un país casi sin radares, sin informatización de las fronteras, sin normativa sobre los precursores químicos —hasta Colombia y México poseen una—, con una dirección Nacional de Migraciones que permite el ingreso de extranjeros con fuertes prontuarios delictivos, con una Aduana que intenta desmantelar sus propios controles, y se aboga por la despenalización de la tenencia de drogas, avanzar en la lucha contra el lavado de dinero parece una misión imposible.
Redacción de Tribuna de Periodistas