Las denuncias de compra de votos en el Congreso y las diferencias en las declaraciones entre Amado Boudou y Aníbal Fernández sobre los efectos de la inflación en la población se perfilaron como los primeros conflictos políticos en el que, en ausencia de sus dos líderes, (uno fallecido y otro de gira en Seúl) el kirchnerismo debió apoyarse en sí mismo para resolver lo que por ahora parecieran ser sus propias internas.
Dichas cuestiones encontraron a la Presidenta muy lejos de la Argentina y tal vez muy débil para encargarse de mediar sobre sus súbditos funcionarios.
Todo comenzó con las cuasi jocosas declaraciones del ministro de Economía Boudou cuando expuso que la inflación “no es un tema” y que en caso de serlo, “afecta sólo a la clase media y alta”. Estas expresiones causaron tal malestar en la sociedad que otros ministros debieron desprenderse de ellas. Días atrás, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández dijo que discrepaba con él sobre tales efectos, ya que “normalmente es al revés”.
"Esas declaraciones cayeron muy mal. No se explica por qué las hizo. No fue por orden de ella", comentó ante la prensa un miembro de la comitiva que acompaño a Cristina a disertar sobre economía global en el G-20. “Siente que el jefe de Gabinete lo desautorizó sabiendo el inmediato y dañino rebote mediático que iba a tener ese cruce.” Agregó la fuente.
Los despidos o renuncias de ministros de Economía y de vicepresidentes en la Argentina no han sido nunca un buen augurio, es por eso que no se entiende este quiebre del código kirchnerista de apoyarse unos a otros sin mostrar diferencias al menos en lo público, máxime cuando quien solía mediar sobre estas cuestiones no se encuentra más entre ellos. Pero si las diferencias con Boudou aumentan, no se descarta tomar esa medida.
Sin embargo, Fernández no es el único que discrepa con la forma de manejarse en los medios que viene ostentando Boudou. Recordemos la comparación de dos periodistas con “los empleados que limpiaban las cámaras de gas durante el nazismo”. Comentario que generó el total rechazo de las autoridades de la colectividad judía y de la comunidad periodística en general.
Se dice que cuando arribe Cristina a la Argentina mantendrá una profunda charla con Fernández, al menos Boudou le habría pedido que así lo haga. Lo cierto es que esa charla puede marcar el comienzo de una era post kirchnerista que desde la desaparición de quien le puso su nombre no viene marchando nada bien.
Inmediatamente después de fallecer Néstor Kirchner, este periódico comunicó vía Twitter los dichos de una fuente cercana al Gabinete que adelantaba cambios en Economía y más poder para Fernández. Según los últimos acontecimientos podría decirse que ese poder lo viene consiguiendo por mérito propio.
Equipo de Política de Tribuna de Periodistas