Creo que nunca dejará de asombrarme cómo muchos medios se prestan al juego de desinformar o confundir a la opinión pública. Sobre todo cuando se trata de la llamada “prensa especializada”, que por suponerse “especializada” uno cree ingenuamente que lo que dice es correcto.
Un claro ejemplo de esto son las noticias tales como “crecieron las ventas en los supermercados y en los shoppings”.
Sin ir más lejos, muchos titulares de los últimos días versaron “Las ventas de los supermercados subieron un 16,8 % en octubre”.
Claro, quienes leen estos titulares a la par de los otros sobre economía nacional deben experimentar maravillosos cortocircuitos neuronales. Algo no cierra, ¿no?, pero si “la prensa especializada” lo dice……
A ver, hagamos uso del sentido común simplemente, ni siquiera hablemos de economía. Nadie desconoce el hecho de que la inflación es más del doble de lo que nos dice el INDEC. Nadie desconoce que el INDEC miente acerca de casi todos los indicadores que elabora, por eso ahora viene una comisión de técnicos del FMI, para enseñarnos cómo se hace…..
Nuestro país cuenta con brillantes profesionales en diferentes ramas de las ciencias económicas que nada, pero nada tienen que envidiarle a los técnicos del FMI. Sin embargo, el gobierno nacional de
Pero volviendo a la cuestión acerca del incremento en las ventas en los supermercados, la pregunta es: en un escenario económico como éste que vivimos, ¿por qué habrían de subir las ventas?
Un argumento a priori de algún distraído o crédulo oficialista podría ser que debido a los últimos aumentos otorgados por el gobierno a distintos sectores, éstos disponen de más cantidad de dinero para gastar. En un sentido podría tomarse en consideración este hecho, solo que al haber una inflación real de más del doble de lo que dicen las estadísticas oficiales, no es posible adquirir tantos bienes como se quisiera porque el excedente de billetes no alcanza.
Para saber si las ventas han crecido deberíamos calcular el volumen de ventas realizada en un periodo antes (mes pasado, igual mes del año pasado, último trimestre, etc.) y compararlo con el volumen de ventas del período actual que estamos analizando.
Entonces, debemos considerar el monto facturado hoy, en el mes que estamos calculando, pero neto, es decir, que el índice de ventas nominal del mes x debería ser igual a la sumatoria de las ventas nominales del mes x, dividido las ventas nominales del período base (el período anterior tomado como referencia para comparar) y todo eso multiplicarlo por 100. Ahí obtenemos el indicador real de cuanto se ha vendido.
Ahora bien, si a eso que estamos calculando no lo tomamos “neto” sino que lo dejamos como está, es decir, sin restarle los impuestos como el IVA, ni consideramos el efecto inflacionario que hubo entre los dos períodos, obviamente que “parece” que lo facturado por ventas fue mucho más hoy que antes.
Entonces, habría que preguntarse ¿cuál es el método de cálculo? ¿qué sustento científico tiene la afirmación “las ventas en los supermercados subieron un 16,8 % en el mes de octubre”? ¿Hablamos de montos netos o de montos reales?
Por último, y retomando la cuestión de la próxima visita del FMI para inmiscuirse en el saneamiento del índice de precios al consumidor, es importante tener en cuenta que muy probablemente la verdad de lo que se ha cocinado hasta ahora en el INDEC quede oculto bajo el pacto de silencio entre el gobierno y el mencionado organismo internacional. Y que además, el saneamiento no sea tal, sino que se arbitren otras estrategias inherentes a la estadística artística redundante en contabilidad creativa para que las cuentas cierren o cierren y así el progresista gobierno nacional pueda volver a refinanciar la nunca objetivamente revisada e interminable deuda externa, cuyos vencimientos operan el próximo año y para los cuales carece de recursos.
No nos extrañe que dentro de un tiempo, una vez finalizada la misión de la comisión de técnicos del FMI en nuestro INDEC, el gobierno nacional salga a decir que este organismo “refrendó lo que el gobierno venía haciendo, lo felicitó y hasta les pidió asesoramiento”. Delirantes noticias como ésta son habituales en
Nidia G. Osimani