Una de las falacias que más gusta reiterar
Los increíbles discursos que uno tiene que escuchar de personalidades importantes como el Presidente de Brasil por ejemplo, resultan inexplicables y uno no deja de concluir que evidentemente no viven en la Argentina y les cuentan todo lo que pasa de la manera más conveniente para el gobierno local. Caso contrario, resulta imposible que alguien que habiendo hecho tan bien las cosas gobernando su país, desconozca que acá se falsifican los métodos de cálculo e indicadores en el INDEC, que todos los presupuestos nacionales de la era kirchnerista fueron proyectados en menos para simular que había superávit fiscal y de esa manera usar los fondos públicos a capricho del matrimonio gobernante, que las reservas de BCRA no son ni por asomo lo que nos cuentan sino que toman pasivos como activos y no publican mucha de la información relevante desde hace tiempo entre tanta contabilidad creativa, que los índices tales como el empleo computan empleo público mientras partidas destinadas a la promoción del mismo en el sector privado se usan para otra cosa y durante cierto tiempo se congela su uso, que la inflación va en escalada que no hay políticas serias monetaria, económica y fiscal, que el excesivo gasto público está haciendo estragos, que gobernar no es gastar, sino gastar bien y ahorrar mejor, que el discurso sobre la redistribución de la riqueza empieza como la caridad bien entendida —es decir “por casa”, previo a no haberse enriquecido ilícitamente— y que Keynes probablemente haya querido decir otra cosa distinta a lo que quiso interpretar Néstor Kirchner y su viuda repite.
Son tantas las cosas que parece que el Presidente Lula y otros mandatarios desconocen, que enumerarlas aquí implicaría escribir varios tomos, porque argumentos para probarlo nos sobran. Y de hecho, siempre lo hacemos dentro de lo limitado que resulta exponer temas tan complejos en informes periodísticos que además sean entendibles por quienes no conocen las disciplinas económica, tributaria o contable. La idea claro, es informar, no apabullar con terminología ajena a quienes no estén en el tema.
Pero, siguiendo con las mentirillas que gusta repetir
Lo primero que podríamos advertir si analizamos servicios públicos como por ejemplo la salud, la educación y otros servicios sociales, es que, según el INDEC, se incrementaron en casi un 40 %. ¿Mejoraron los mismos desde 2003 hasta ahora?
Cabe acotar que los primeros datos que se conocen con cierto grado de confiabilidad corresponden a finales del siglo pasado.
Si por ejemplo se analiza el decenio 1998-2008, por no irnos tan lejos como para deducir que probablemente durante la llamada “generación del ´80” los valores deberían ser muy significativos, se puede apreciar que en el cálculo se computan sectores como Defensa y Administración Pública que rondaron el 20 % aproximadamente.
El tema es que son sectores que no agregan ningún valor a la economía, sino que son unos de los que mas generan gastos y escasa o nula productividad.
¿Cuál sería el valor agregado que aportarían Fuerzas Armadas desarmadas y prácticamente exterminadas y los militantes k a los que el gobierno les da un puestito que pagamos todos nosotros para luego usarlos como fuerzas de choque? Eso sin contar los ñoquis que perciben remuneraciones y nunca se sabe en concepto de qué.
Si uno saca de su garaje un vehículo que tiene sin usar, lo lava y sale a dar un par de vueltas, bueno, eso sería sinónimo de reactivar.
Si uno hace todo eso con el vehiculo, pero además decide contratar un chofer para que lo maneje como taxi o destinarlo a reparto de mercaderías, transporte escolar, etc., bueno, eso es pensar en crecer.
Si uno crece, probablemente cambie el vehículo por uno mejor, o compre otro para explotarlo y seguir creciendo.
Además daría más trabajo a otras personas, creando nuevos empleos. Esas personas al tener ingresos adquirirían diferentes bienes y servicios y eso generaría más trabajo y más productividad para otros nuevos que se incorporarían al mercado o se reactivarían.
Como uno ya sería un pequeño empresario y tendría mayores ingresos podría gastar a su vez un poco más y así seguiría incrementando la cadena y la economía empezaría a crecer.
Y si el negocio además fuera rentable, otros competidores tratarían de entrar al mismo o habría inversores interesados en aplicar fondos.
Bueno, nada de eso pasa ¿Qué era lo que decía
De la presión tributaria, la inflación, la imprevisibilidad jurídica, la inseguridad, el incremento del narcotráfico que están combatiendo decididamente en otros países y quizás migre en mayor proporción hacia este país del sur donde no encuentra demasiados obstáculos, no hablemos, porque es muy largo para tratar. Pero es importante tener en cuenta que eso, también constituyen factores importantes por los que es imposible creer que el PBI es el mas alto de los últimos 200 años.
Nidia G. Osimani