Mientras la Presidenta inauguraba la señal oficial de cine argentino, INCAA TV, rodeada de artistas afines al gobierno y se conocía el costo del acto —$ 2.558.535,23— junto a los fabulosos "cachets" que los músicos cobraron por tocar en la Plaza de Mayo festejando el día de los derechos humanos —y los tres años de “cristinismo”—, un símbolo de la defensa del “modelo” explicaba el quid del kirchnerismo.
Lo primero que surge al “googlear” a la hermosa Anabel Cherubito son fotos con escasa ropa, algún video subido de tono y su participación en Bailando por un Sueño de Marcelo Tinelli. Tras las bombas y platillos, la actriz argentina con el sexy acento español, da a conocer su fanatismo por “la causa”. En reiteradas oportunidades, a través de sucesivas notas y algunos encuentros con colegas periodistas, he intentado comprender y luego difundir mis vivencias y experiencias sobre el fanatismo que genera el gobierno actual.
El fanatismo ciega. Pero, ¿qué mejor que estar ciego y ser guiado por Él y ahora Ella? El presidente de TELAM tiene razón, Él es Jesús, uno reprodujo los panes, el otro, las cuentas bancarias. Uno se crucificó por nosotros, el otro también, a su manera, pero lo hizo, ¿o no ha afirmado aquella premisa (perdón, hablemos de creencia, su hijo Máximo al periodista Horacio Verbitsky)?
He aquí algunas de las máximas, parafraseando al hijo del ex presidente, de la atractiva Anabel Cherubito:
Existe una “discriminación espantosa” hacia los artistas que apoyan la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
Mirtha Legrand, es “agresiva” y “despectiva” y encima no hizo nada durante la dictadura militar a pesar de que secuestraron a un familiar muy cercano.
Agrega Anabel y con esos ojos, ¿cómo no prestarle atención?: “¿Qué tiene de malo decir lo que uno piensa?” (Mientras tengas un medio para expresarlo, nada, algunos cada día tenemos menos medios de comunicación para opinar libremente, pero ¿qué importa no?).
“Esto tiene que ver con el amor, con un país más justo, más equitativo, más libre, con terminar con los grandes monopolios. ¿Qué hay de malo si uno piensa así?”, se preguntó la actriz.
Cherubito está ofendida. Hablan de los cachets de los artistas en Plaza de Mayo y ella participó gratis, ni siquiera el pancho y la coca: “Fui a leer poemas, no cobré un peso y, como yo, varios no cobraron” (...) “Y si algunos artistas cobraron, está bien, es un regalo del Gobierno para su pueblo, para festejar los derechos humanos y los tres años de Cristina”, agregó la bella Anabel.
“Yo creo que la militancia tiene que ver con un acto de amor, la gente se confunde muchas veces, esto no tiene que ver con armas, no tiene que ver con matanzas, todo lo contrario tiene que ver con el amor de personas que se juntan para lograr un país más justo”, explicó.
Propongo inaugurar una sección, titulada la religiosidad política o simplemente, relajarse un segundo, parar la pelota y reírse un rato.
Luis Gasulla