"¡Ah, pero no se equivoquen conmigo...!" Daniel Scioli estaba reunido con un grupo de colaboradores que le mostraban las muy críticas acusaciones, algunas rayanas con denuncias de tipo penal, que minutos antes le habían disparado a su gestión en la sensible área de Seguridad, organismos de derechos humanos y dirigentes indudablemente ligados a la constelación kirchnerista.
Cuando lanzó esa reflexión en voz alta, se hizo un silencio oficial que duró poco más de 24 horas.
La aparición televisiva posterior del ex ministro León Arslanián poniéndose al frente de los cuestionamientos al manejo de la Policía, terminaron por convencer al gobernador de que el tiempo de eludir la réplica se había consumido.
Que el tradicional y redituable estilo sciolista de aguantar y seguir para adelante debía, al menos en este caso, mutar hacia una defensa irrestricta de su gestión y la del ministro de Seguridad, Ricardo Casal.
Desde hace varias semanas, distintos sectores cercanos a la Casa Rosada vienen trabajando en una tarea de desgaste sobre Casal que Scioli percibe como apuntada en su contra. En la Gobernación están convencidos de que quienes se han puesto al frente de la arremetida cuentan con un guiño oficial.
Por eso, sin romper lanzas, hicieron blanco en Arslanián para plantear cierta contradicción K: no sólo afirmaron que el ex ministro "fracasó", sino que además, ese supuesto fracaso se produjo cuando integró los gabinetes de Eduardo Duhalde y Felipe Solá, dos ex gobernadores enfrentados con el gobierno nacional.
Resistencia
Scioli parece decidido a resistir los embates. La idea de instalarle a Martín Arias Duval en Seguridad, un hombre de Arslanián y que es bien visto por la ministra nacional Nilda Garré, es rechazada en Gobernación por dos cuestiones clave: el mandatario provincial no está dispuesto a entregar a Casal como alguna vez debió hacer con Santiago Montoya y Emilio Monzó, que cayeron bajo el reclamo de la Rosada por entonces hegemonizada por Néstor Kirchner.
Pero ese gesto de resistencia no es pura rebeldía. Se entrelaza con una cuestión central que pasa por el convencimiento de que el perfil de seguridad ciudadana que enarbolan sus detractores, viene a contramano de las demandas ciudadanas.
Y que, sucumbir ante el cambio de rumbo como pretenden los sectores ultrakirchneristas, supondría poco menos que un suicidio político en este año electoral.
Cerca de Scioli vienen tomando nota de que esta arremetida va, además, limándole algunos apoyos que el mandatario había logrado en los últimos tiempos de sectores progresistas. El dato más relevante lo aporta el nucleamiento pro K en el que cohabitan el Movimiento Evita de Emilio Pérsico y el diputado Fernando "Chino" Navarro y el armado de Edgardo De Petris.
Estos grupos se han sumado abiertamente a la movida para desplazar a Casal. Navarro es uno de los más entusiastas en esa idea y, al parecer, Scioli le ha hecho pagar su costo: tenía reservado un despacho en un área de la Gobernación para ejercer la presidencia del Consejo Consultivo de Participación Ciudadana, que por ahora no ocupará.
Esa sociedad sellada hacia fines de enero hizo soñar a estos sectores K con la posibilidad de que Navarro fuera el compañero de fórmula de Scioli. A esta altura, ese sueño parece una quimera.
El gobernador parece por estos días compartir sentimientos con varios intendentes del Conurbano. Estos alcaldes despotrican por las movidas del sector más ultra del gobierno de Cristina Kirchner, embarcado en un plan de "renovación dirigencial" con fórceps.
Estos jefes locales creen que, tarde o temprano, la Rosada los invitará poco amablemente a pasar a retiro. Por eso, también, el rechazo que exhiben a la idea de las colectoras, un esquema que podría terminar acelerando ese proceso de licuación de poder.
Scioli tiene a mano el mecanismo para producir una segunda rebeldía. Cuando llegue el momento de reglamentar la ley de internas abiertas bonaerense, estará en condiciones de bloquear buena parte de esa movida K.
No está a su alcance evitar que Martín Sabbatella vaya "pegado" a la boleta de Cristina Kirchner, pero podrá bloquear cualquier armado local adicional alumbrado con el oxígeno oficial que ponga en aprietos a esos intendentes.
Esos gestos de cierta independencia quedarán marcados en la apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura del martes que viene.
Allí, el mandatario provincial defenderá lo actuado en Seguridad y respaldará implícitamente a su ministro. Será todo a lo Scioli, sin términos exaltados ni tono descomedido.
Por eso, también, habrá párrafos de reconocimiento para Kirchner y el gobierno nacional. Puro equilibrio sciolista.
Radicales en su salsa
Los avatares del oficialismo encuentran a un radicalismo sumido en una interna presidencial que podría tener un ballotage propio.
Ernesto Sanz y Ricardo Alfonsín se enfrentarán en abril, pero Julio Cobos anunció que esperará al ganador en las primarias de agosto.
En territorio bonaerense, los radicales viven en un mar de intrigas, sospechas y operaciones cruzadas. Con tanta incertidumbre, las versiones van y vienen y alimentan escenarios impensados en la coyuntura.
Por estas horas, algunos dirigentes de la Provincia están charlando la idea de evitar la confrontación de abril. Es por ahora un mensaje tenue que matiza las tertulias de café, y que no dio el paso siguiente a una propuesta formal a los candidatos.
Más allá de esa pulseada y el reingreso de Cobos a la pelea que pareció parar la sangría de su tropa, sigue entre los radicales bonaerenses la inquietud en relación a la oferta que se presentará en octubre. En rigor, cuán competitiva podrá revelarse frente a oponentes instalados como Scioli o Francisco De Narváez.
Por ahora, la única candidata firme sigue siendo Margarita Stolbizer. "Puede aparecer algún nombre más", dicen, enigmáticos, algunos radicales de la Provincia.
José Picón
NA
Bien por Scioli, Fuerza Scioli, Adelante Scioli ! Si se presentara como candidato a Presientde, si quisiera... que se olvide la viuda ..!
Es improbable que prospere un ataque del CELS y Arslanian contra Casal. En este momento Casal esta sentado sobre la "runcha" carcelaria (la pitanza mensual que los presos bonaerenses no reciben y sisa el S.Penitenciario .Dicho dinero compra el apoyo total de las personas del Poder Judicial Bonaerense incluida la buena voluntad de Falbo y adlateres.Ademàs Casal es beneficiario de la "reca" la recaudacion de la administracion del delito bonaerense ,que fortalece en extremo (en dinero) la posicion de Scioli en visperas de elecciones provinciales.Y por si fuera poco ,el Comando Sur (del cual Verbitsky es informante) no necesita cambio alguno en la actual cupula bonaerense hasta que se desencadene la persecucion del narcotrafico en el 2012.He allì las razones por lo que la sangre no llegarà al rìo ,Arslanian quedarà pedaleando en el aire sin poder succionar el prepuesto bonaerense -debera succionar en todo caso lo que le ofrezca garrè - En esta maniobra que finalizarà en los proximos dìas ,los radicales alfonsinistas que adhirieron a la solicitada de Perez Esquivel ,han sufrido un desgaste que pudieron y debieron evitar .Han cambiado las cosas en la Provincia (no se puede actuar con la inercia de los ultimos 10 años de levantar la mano sin preguntar en el tema de seguridad).
No creo en las peleas de estos dos grupos que me recuerdan las luchas de Karadagian. Bs. As. es el territorio más rico, amplio y con un gran potencial productivo no sólo de este país, sino de muchos del mundo. Sufre el latrocinio de los gobernantes en primer lugar y luego de muchos ciudadanos de todo calibre, que vulneran la ley sin miramientos. Hablo de la provincia de bs.as. y conozco algo de lo que les pasa a otras provincias argentinas y sus gentes. Estemos atentos y aguardemos el resultado de estos conatos porque sólo me parecen fintas.
IMPOSIBLE. Scioli NUNCA se opondrá a los K... no se opondrá nunca a nadie en realidad LOS RASTREROS SON ASÍ, RASTREROS....