Como forma de protesta ante la censura impuesta por el gremio de camioneros con Moyano a la cabeza y alentada desde el gobierno nacional, el diario Clarín, a quien le impidieron salir el domingo junto a La Nación, publicó su portada del día de hoy en blanco. La prensa internacional rescató esta visible forma de repudio a la libertad de expresión y ya está dando vuelta por el mundo el desprecio del gobierno nacional por la prensa no adicta.
Lejos de favorecer al gobierno nacional, el bloqueo por más de 12 horas que sufrió Clarín y La Nación, generaron una reacción en cadena de los principales medios internacionales y las agrupaciones de periodistas y diarios, que en las próximas horas caerán con todo el peso de su repudio hacia quienes protagonizaron el bloqueo, es decir el gremio camionero, utilizados por Hugo Moyano y la complicidad que tiene el gobierno en estos actos, desobedeciendo incluso una orden judicial que prohíbe estos actos ilícitos.
El diario Clarín puso su portada en blanco y el diario la Nación se hizo eco de la protesta. En la segunda página de Clarín Ricardo Kirschbaum, Editor General, señaló: “La primera página de esta edición está en blanco. Es un símbolo del silencio forzado, de la censura impuesta por otros caminos, y una metáfora sobre en qué se puede convertir el periodismo si se siguen restringiendo los espacios de libertad”.
En los medios internacionales la tapa de Clarín resulta una bomba política sobre el gobierno de Cristina Kirchner, no por lo que representa el diario en sí, con el cual muchos tienen discrepancias editoriales, sino porque las autoridades actúan en flagrante complicidad para sustentar el bloqueo a los principales medios de la Argentina en un acto de censura abyecta, propio de las más deplorables dictaduras.
Los diarios españoles destrozan al gobierno cada vez que se han dispuesto estos bloqueos por parte de la conducción sindical que ya ordenó cinco desde finales de octubre del 2010. Si bien la dirigencia intenta deslindar responsabilidades invocando cuestiones internas del diario ante el despido de empleados, existe una investigación en marcha, de parte de los propios medios, para mostrar efectivamente que son grupos alentados y dirigidos desde el sector afín al gobierno y que cuentan con la impunidad oficial.
El enfrentamiento abierto que tiene el gobierno de CFK contra Clarín y La Nación, hace indisimulable la parcialidad oficial que opera en contra de los medios por omisión. Randazzo dijo ayer que “no hay ninguna situación que atente contra la libertad de prensa y lo circunscribió todo a un conflicto laboral”. Sin embargo, todo remite a la presión que ejerce el camionero Moyano para debilitar a los medios y amenazar su subsistencia. El problema, para Moyano y el gobierno es que la prensa, por más mala que sea y a pesar del disgusto que le produzca, va a sobrevivir a los gobiernos y al sindicalismo, tal cual ha quedado demostrado a lo largo de la historia.
Rubén Lasagno
OPI Santa Cruz