Hace cuatro años, cuando Cristina Fernández se postulaba para suceder a su marido, tuve la loca idea de renunciar a un sueldo en Canal 9 de Buenos Aires para hacer un documental sobre Néstor Kirchner.
Lo titulé "Serás lo que has sido", vaticinando que la pareja se preparaba para "santacrucificar" la Argentina y convertirnos en un mero feudo manejado por los amos y señores de todas las cosas.
Por entonces, el grupo Clarín festejaba en cada tapa, en cada edición, las bondades del "modelo K", sin saber que tarde o temprano —como en el poema adjudicado a Bertold Bretch— vendrían también por ellos.
El autoritaismo ya llegó, el chavismo está a la vuelta de la esquina.
Mañana el líder bolivariano recibirá en la Argentina un premio a la "comunicación", ¿Hace falta agregar algo?
Estuve dos veces en Venezuela, grabando notas y allí aprendí que sólo la unión de toda la oposición pudo frenar en un par de ocasiones la locura presidencial que soportan los caribeños.
Concretamente, nuestro país necesita urgente un Pacto de la Moncloa de los sectores no kirchneristas, para fijar reglas de juego y un gobierno de transición.
Esta gente viene por todo, no tiene límites y no aceptará tampoco que nadie se los ponga.
¿Por qué no se podría firmar un documento de sólo 10 puntos como este?
1) Como en la España del 77, hay que frenar la galopante inflación (ellos habían llegado al 47 por ciento anual).
2) Como en la España del 77, tenemos una fuerte fuga de capitales que hay que detener antes que colpase una vez más el andamiaje económico.
3) Como en la España del 77, la Argentina necesita estabilidad y previsibilidad. Debe existir una baja de impuestos (tenemos la peor presión tributaria del continente), a cambio de mantener empleos y no precarizar trabajadores.
4) Como en la España del 77, nuestra libertad de prensa debe dejar de ser mancillada y terminar con todo tipo de censura.
5) Como en la España del 77, debemos consagrar la libertad sindical que estableció aquí la Corte Suprema de Justicia nacional y es letra muerta.
6) Como en la España del 77, la centroderecha y la centroizquierda pueden juntarse por el espanto que les produce la sola idea de un nuevo régimen autocrático. Si pudieron lograrlo los archienemigos PP y PSOE, ¿porqué no soñar con algo igual de la mayoría de los partidos vernáculos?
7) Como en la España del 77, todos deberían resignar posiciones en pos del bien común del país.
8) Como en la España del 77, la grave corrupción gubernamental debe ser erradicada, por lo que habría que imponer penas durísimas para los funcionarios venales.
9) Como en la España del 77, la Argentina debe detener el centralismo y darle oxígeno a los estados preexistentes, que fueron esquilmados por el kirchnerismo que les bajó del 34 % al 25 % el reparto para poder tener a los gobernadores de rodillas y humillados. Se debe terminar con la extorsión política.
10) Como en la España del 77, la Argentina tiene que acordar por necesidad y debe escribir un acuerdo programático de gobierno para la emergencia.
El riesgo es demasiado grande. Santa Cruz es la provincia argentina con más suicidios juveniles, contaminación ambiental, repitencia escolar, conflictividad social, drogadicción y alcoholismo. ¿Es ese el espejo donde queremos mirarnos?
Es ahora o nunca.
Marcelo López Masia