Cuando siguiendo la perversa ola neoliberal se instaló la precarización laboral desde los 90, muchos gobiernos (incluso el nuestro) pusieron las leyes de flexibilización laboral. Y hubo quienes consideramos que el advenimiento de gobiernos que repudiaran  esa ideología, iba a cambiar el cuadro de situación.

Pero no. La administración kirchnerista siempre dijo aborrecer a los 90, pero su legado de precarización laboral sigue intacto. Con los datos pocos fehacientes del Indec podemos ver un trabajo en negro del 34, 5 % (para el Ipps del Diputado Claudio Lozano, es más del 40%), y la población inactiva, que pudiera estar trabajando, alcanza niveles históricos por sobre el 22%. Son aquellos que ya ni siquiera buscan trabajo. Nobleza obliga, es cierto que la desocupación decayó desde el estallido de 2001, por más que el Indec mantenga para tomarla, sólo la irrisoria pregunta de si la persona trabajo ¡1 hora la última semana!

Ahora bien, como vemos, de movida más del 50% de la población económicamente activa no accede o accederá a los beneficios sociales ni jubilación digna, a lo que se debe sumar que es el Estado mismo, en sus tres estamentos Nación, Provincia y Ciudad, el 1º en “negrear a miles de trabajadores”, manteniendo la indigna condición de “contratado monotributista” (y otros eufemismos cómo “suma no remunerativa”, “contrato 958”, 947, etc.) que lleva a que miles de trabajadores estén ¡hasta 7 meses sin cobrar sus salarios! y ¡hasta 7 años “contratado no efectivo”, sin beneficios sociales!

Una recorrida por cualquier repartición de  la Ciudad de Bs. As. a cargo de la gestión del macrismo, puede servir para recolectar centenares de casos de trabajadores bajo estas viles condiciones pauperizantes.

Los estudiosos del tema categóricamente afirman que “no hay ningún motivo para no volver al régimen laboral del Estado de Bienestar” con los 6 meses de contrato y posterior efectivización del trabajador.

Es burdo exigirle a los privados que tengan a la gente en blanco, si el Estado no empieza primero a hacerlo con sus propios trabajadores y es doloroso ver el doble discurso K y la inacción macrista al respecto.

Juan Manuel Duarte
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