Hace dos años, Mauricio Macri fue atrapado “in fraganti” por una cámara encendida de TV, de la cual no se percató.
Allí, el jefe de Gobierno contó algunas “irregularidades” de la campaña de su entonces compañero de partido, Francisco de Narváez, y de paso se burló de las críticas de Pino Solanas sobre los prostíbulos que aún funcionan en la ciudad con aparente complicidad de la policía.
Hay que aclarar que a lo que hace referencia al principio es al límite autorizado para el gasto de campaña, fijado en $1,50 por cada elector del distrito. En el caso de De Narváez, el límite para la provincia de Buenos Aires para las elecciones legislativas de 2009 fue de $15.525.587, los cuales fueron ampliamente excedidos por el candidato del PRO.
Redacción de Tribuna de Periodistas