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Los radicales y las coimas del Senado

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MOREAU Y LA QUERELLA QUE NO QUISO SOSTENER
MOREAU Y LA QUERELLA QUE NO QUISO SOSTENER

El dirigente radical, Leopoldo Moreau, renunció al derecho invocado para querellar penalmente al periodista Juan Gasparini, por lo publicado en el libro La prueba, y en artículos de su autoría, asumiendo costas y aceptando las manifestaciones de Gasparini que actuó “de acuerdo a los principios definidos por las Naciones Unidas, la OEA y la Constitución Nacional para las actividades profesionales de los periodistas”.

 

Moreau, ex candidato presidencial de la UCR derrotado por Néstor Kirchner en el 2003, fue señalado por Gasparini como uno de los presuntos beneficiarios de los sobornos en el Senado de la Nación, según el anónimo que desencadenó la crisis institucional, cuya consecuencia fuera la demisión del Chacho Álvarez a la Vicepresidencia de la República.

Siguiendo las conclusiones de Eduardo Freiler y Federico Delgado, los fiscales de la causa coimas, Gasparini sostuvo en sus trabajos periodísticos que el contenido de ese anónimo ha sido ya probado en más de un 80%, llamando la atención que Moreau no fuera todavía convocado a declarar en el sumario por ninguno de los tres jueces instructores que se han sucedido en la investigación, Carlos Liporaci, Gabriel Cavallo y Rodolfo Canicoba Corral.

Gasparini consignó además que ese anónimo fue considerado veraz por la actual senadora y Primera Dama, Cristina Fernandez de Kirchner, quien en su proyecto de derogación de la Ley de Reforma Laboral, al referirse a la distribución de las ominosas dádivas, abrevió que “al momento del reparto en el PJ se estableció 50.000 para la mayoría y 1 palo para Tell, otro para Alasino, 600.000 para Costanzo, 200.000 para un grupo especial (Branda, Cantarero, San Millán, Pardo y otros)”, y que “en la Alianza”, fueron “montos similares a Genoud, Moreau, Agúndez y Pontaquarto”.

Gasparini recogió asimismo en sus reportajes que, el 28 de agosto de 2000, el periodista Joaquín Morales Solá –quien destapara el cohecho en la Cámara Alta- reveló en La Nación que «hubo una extraña reunión en los momentos decisivos de la aprobación de la ley por parte del Senado”, celebrada “en el hotel Elevage, habiendo participado “los senadores peronistas Alasino y Costanzo (y uno más cuyo nombre no se confirmó), Santibañes y Nosiglia”

Gasparini agregó al respecto que Luis Cesar Torino, uno de los directivos del hotel confesó bajo juramento en tribunales que Nosiglia y sus acompañantes se reunían en el Salón Cocteau en forma “privada y reservada”, y que entre ellos estaba Leopoldo Moreau, añadiendo que otros empleados del establecimiento también vieron a Flamarique, el ministro artífice de la ley comprada con dinero de la SIDE.

Al propio tiempo, Gasparini publicó el 18 de diciembre pasado en la revista Veintitres de Buenos Aires que Moreau emprendió viaje a Jordania el 27 de abril de 2000, para participar en una reunión de la Unión Interparlamentaria en Aman, capital de ese país, concretamente el día posterior en que se pagaron las coimas al votarse la ley de flexibilización laboral en el Senado.

Por cierto, Moreau replicó no haber llevado a cabo ese viaje a pesar que su realización se trasluce en el decreto 0551/00 firmado por Chacho Alvarez como titular del Senado, siendo autorizados a desplazarse a Jordania los senadores Genoud, Moreau, Leon, Alasino, Galvan, Sapag y Menem, amen de Pontaquarto y su esposa.

Gasparini enfatizó que ese decreto se encuentra incorporado en el tomo XIX del sumario de las coimas, aunque Moreau insistió posteriormente en declaraciones públicas que no viajó, desmintiendo a su vez a la encargada de información en la sede central la Unión Interparlamentaria en Ginebra, Luisa Ballin, la cual confirmó por escrito lo publicado por el semanario Veintitrés, recalcando la asistencia de Moreau y ampliando la lista de los argentinos participantes a los senadores Pardo y San Millan, al diputado Edgardo Grosso y a Viviana Feo, aparentemente asistente del senador Alasino.

A su vez, Gasparini relató en sus cronicas que el gobierno les pagó a cada uno de los viajeros 4684 dólares de pasaje y 3000 dólares de viáticos, y que esos datos están asentados en el expediente de las coimas desde el 9 de febrero de 2001, al incorporarse a la causa un informe del Senado notificando el viaje de Moreau y los demás parlamentarios y acompañantes, y detallando la erogación de los 7684 dólares que desembolsó la Cámara Alta para cubrir financieramente a cada uno de los protagonistas del periplo oficial a Jordania.

A pesar de estar así asentado judicialmente que Leopoldo Moreau viajó a Jordania y cobró el pasaje y los viáticos, el otrora senador en época de los hechos y actual diputado radical negó haber concurrido a Jordania, asegurando que desistió de hacerlo y que restituyó al Senado los 7684 dólares que le entregaron para el viaje, una prueba que sin embargo no figura en autos.

En ese contexto, al hilo del convenio firmado hoy por Moreau y Gasparini, el periodista estimó que “en ningún momento de su labor profesional tuvo intención de ofender o agraviar el honor y reputación” de nadie, y que su labor profesional “fue el resultado de investigaciones periodísticas motivadas e interpretadas de buena fe”, con el único objetivo de informar, reflejando datos debidamente verificados y obtenidos en fuentes documentales y testimoniales serias.

Por su lado, Moreau caracterizó de “erróneos” y “equivocados” los hechos narrados por Gasparini, pero aceptó las manifestaciones del periodista, en “reconocimiento del derecho a la libertad de expresión y de opinión de raigambre constitucional”.

 

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