Es harto conocida la embestida que el kirchnerismo ha efectuado en los últimos meses sobre las empresas Cablevisión y Fibertel, sistemas de televisión por cable que pertenecen al grupo Clarín. Ambas firmas, se sabe, han sabido abusar de su posición dominante en el marco de un mercado cautivo, creciente y millonario.
Enhorabuena, se han frenado de alguna manera los aumentos discrecionales y abusivos que esas firmas solían imponer a sus clientes, en un acto que rozaba lo ilícito.
Sin embargo, hay otras empresas que se dedican al mismo rubro —la TV por cable— y que se aprovechan de sus clientes aún más cruda e ilegalmente que las que pertenecen a Clarín.
Supercanal es el ejemplo más cabal de la estafa que puede llegar a efectuar una firma de estas características. Basado en un servicio deficiente y caro, con servicios que se cobran y no se brindan, es la empresa que más reclamos ostenta en su contra en el seno de agrupaciones de defensa al consumidor.
En realidad no hace falta moverse demasiado para averiguar la valoración de sus usuarios. En su propia página de Facebook, aparecen quejas por docenas. Veamos:
-Nahuel Rivera: Señores de Súpercanal, si es que se les puede llamar señores, manga de chorros de saco y corbata.
-Mariano Benedetto: señores, estoy cansado del servicio deficiente, cortes constantes, imagen defectuosa, etc. Llego a mi casa y me encuentro nuevamente con un corte en la señal. Me pregunto: ¿estaré nuevamente 48 hrs sin señal, como hace unas semanas? Seguramente el que lee esto no le importa, tal vez lo lea alguien que le pueda interesar por su función o tal vez le sea divertido. Quisiera una solución rápida a mi problema. Obviamente me están invitando a cambiar de servicio y seguramente lo hare.
-Liliana Teresa Mateos: señores de Supercanal no atienden los reclamos, hace ya 2 semanas que las señal de los canales del 2 al 8 se ve como la mier... ¿Hasta cuándo van a hacer oídos sordos de los reclamos de los clientes?
-Mónica Giana: hace cinco días que estoy reclamando el servicio que pago (pack digital) el cual no veo. He llamado al 0810, llamé a Supercanal y no me dan bola.
-Fran Alvarado Mujíca: acabo de adquirir Supercanal "digital". Si alguien que lee quiere adquirirlo no lo haga, en términos vulgares: es una mier… (disculpen la expresión). Dos decodificadores, tuve que agregar HBO, los dos decodificadores me vinieron rotos (uno no anda el sonido, el otro se traba), y la señal no cambia en NADA (como me lo prometieron).
Como puede verse, el servicio muestra quejas de todos colores y variedades, sin que al Ejecutivo Nacional le preocupe en absoluto, aún cuando su costo mensual supera el de cualquier sistema de cable vigente y los aumentos que se realizan —siempre discrecionales— violan la legislación vigente.
En primera persona
Hace un año aproximadamente adquirí el servicio de Supercanal (cliente M001-15514) en mi domicilio particular a un costo final que, si bien era oneroso, prometía un servicio espectacular. Finalmente, el servicio resultó pésimo y los aumentos al servicio se sucedieron en cuatro oportunidades en el lapso de solo 12 meses (llegando a un ¡80%!).
Pronto, descubrí que de manera ilegal me cobraban el costo de lo que se conoce como Pay Per View (PPV), es decir, la posibilidad de ver películas como si fueran “alquiladas”. Digo “ilegal” porque en el contrato firmado por mí, no solo este ítem no aparece, sino que me cobraron compulsivamente un concepto que viola la Ley de Defensa del Consumidor.
Cuando me enteré, en lugar de enojarme, comencé a utilizar el servicio… bueno, lo he intentado sin éxito en realidad, ya que siempre los operadores que atienden los pedidos aseguran que el sistema siempre “está caído”. Ergo, a lo largo de los meses Supercanal me ha cobrado un servicio —ilegalmente, insisto— que nunca me brindó.
Es así que decidí quejarme a través de la página de la empresa, pero no conté con que el formulario ad hoc tampoco funciona. Si hubiera leído la página de Facebook de Supercanal, lo hubiera podido prever, ya que varios damnificados lo han denunciado allí.
En fin, esta imposibilidad de quejarme, me ha impulsado a confeccionar esta suerte de catarsis un sábado a la noche, no solo para descargar mi malhumor sino también para que nadie más caiga en las trampas de una empresa que se mueve dentro de la ilegalidad con una impunidad que sorprende (¿algún funcionario se hará cargo de esto?).
Eso sí… el lunes a primera hora me suscribo a Direct TV.
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1