Aunque no tendrá mayoría después del 10 de diciembre, el Frente para la Victoria se muestra confiado por estas horas en poder aprobar el Presupuesto 2012 y encarar otra etapa en la Cámara baja, donde los debates se le presentarán menos complicados, en línea con su fortelicimiento y el debilitamiento de la oposición.
Si bien después del recambio el kirchnerismo en Diputados no alcanzará los niveles de adhesión ostentados entre 2007 y 2009 —cuando la oposición nombraba al Congreso como "la escribanía"—, quedará bastante cerca, ya que además del respaldo de los aliados espera que algunos legisladores que hoy por hoy militan en el peronismo disidente peguen en salto y vuelvan a sus filas, o al menos abandonen la postura opositora.
El entusiasmo oficialista reside en dos factores básicos: el amplio triunfo que cosechó en las primarias del pasado 14 de agosto, que espera reeditar —algunos optimistas auguran un resultado más alto—, y la dispersión que actualmente se tiene lugar entre los bloques de la oposición.
Para los integrantes del bloque que lidera Agustín Rossi, lejos quedó ya la época en la que el "Grupo A" se hacía fuerte y reclamaba con éxito las presidencias de las comisiones más importantes que tiene la Cámara.
"Ahora les vamos a sacar todo", enfatizó una alta fuente del Frente para Victoria en los últimos días sobre la pelea que se viene por las comisiones, en una mezcla de broma y revancha por la pelea perdida a fines de 2009.
Mientras se espera el resultado de las elecciones del próximo 23, al igual que la campaña, el Congreso hace la plancha y sólo da lugar al debate del Presupuesto 2012, que esta semana comenzó a rodar en comisión.
Aunque la discusión tendrá lugar antes del recambio, el Presupuesto se observa por estas horas como una ley clave para adelantar el nuevo escenario que habrá en la Cámara baja después de diciembre.
Es que los principales sectores de la oposición ya adelantaron que no pondrán fuertes resistencias al proyecto del Poder Ejecutivo, especialmente por la estrategia de dejar sin Presupuesto al Gobierno en 2011 terminó siendo contraproducente.
Sectores de la UCR, del peronismo disidente y el candidato presidencial del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, en persona, señalaron que facilitarían su aprobación, más allá de que otros legisladores mantengan una postura contraria.
Esta semana, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, auguró que tras la aprobación del Presupuesto y el recambio "habrá muchos que se irán al oficialismo".
Tras admitir que su bloque perderá entre "10 y 12 diputados", la diputada nacional llamó a no votar a los legisladores del FpV ni a sectores de la oposición que no se sabe "dónde van a estar" después de diciembre.
Carrió se refirió al Frente Amplio de Binner y a los candidatos justicialistas que hoy no están con el kirchnerismo, luego de que el ex gobernador y referente bonaerense Felipe Solá abandonara la presidencia del Peronismo Federal para pasar a ser "independiente".
La "vuelta" de Solá a las cercanías del oficialismo fue celebrada por las autoridades del FpV en Diputados, que le recibieron con los brazos abiertos y sin rencores, abriendo el camino para el regreso de otros "arrepentidos".
(Fuente NA)
Redacción de Tribuna de Periodistas