En el día de ayer, diario Libre publicó una de sus más polémicas tapas: “Cristina compró un piso de nueve millones de pesos, (en Puerto Madero, barrio de conchetos)”, aclaró en el subtítulo haciendo referencia a Amado Boudou, quien casualmente también vive en el mismo edificio.
La residencia elegida por la Presidenta tiene bar propio, gimnasio, vestuarios, pileta cubierta y descubierta, solarium y hasta un exclusivo sauna.
El lujoso departamento de 400 metros cuadrados fue adquirido a través de su millonaria empresa, Los Sauces S.A., nombrada en honor la a residencia que tienen en El Calafate, y creada por el matrimonio Kirchner en noviembre de 2006 para servicios inmobiliarios, de la que Máximo también es accionista.
La noticia de que un nuevo departamento haya pasado a abultar lista de propiedades inmobiliarias de la familia presidencial —que contaría con una veintena de casas, departamentos y hoteles que estarían valuados en unos por unos 40 millones de dólares— fue rápidamente solapada por el anuncio que el Vocero Presidencial realizó ayer sobre un carcinoma papilar en la glándula tiroides de Cristina.
Sin embargo en el día de hoy, diario Clarín relata que el inmueble de 9 millones de pesos no es la única adquisición de la presidenta en ese exclusivo barrio. Los departamentos en el Madero Center, de Puerto Madero serían dos, sumados a ocho cocheras que en total sumarían 2.040.000 dólares.
“Clarín llamó ayer al vocero presidencial, Alfredo Scocimarro, para preguntarle por el tema, pero éste no respondió. Horas después, Scocimarro anunció que la Presidenta padece de un cáncer de tiroides y que será operada”, afirma el matutino.
La familia presidencial parece haber utilizado exactamente la misma fórmula para adquirir el piso de Florencia Kirchner en la lujosa 5th Avenue de New York: la utilización de sociedades anónimas para no figurar ellos a nivel personal.
Se trata de dos departamentos en un edificio que ocupa una manzana en Park Avenue 580 piso 15 b, donde la hija menor del matrimonio K vivió mientras cursaba sus estudios de cine en la Gran Manzana.
En esa oportunidad, el periodista Marcelo López Masia contó: “un profesional argentino —que terminó siendo vecino del matrimonio presidencial— fue consultado hace más de un lustro, en su carácter de propietario, sobre la conveniencia de aceptar la residencia en la carísima construcción de la por entonces Primera Dama argentina, Cristina Kirchner.
El compatriota dio su aprobación al exigente consorcio y, algunos meses más tarde contó la historia con humor durante una breve estadía en Buenos Aires. Sin embargo, al enterarse que el bien en cuestión no estaba declarado ante la Oficina Anticorrupción por los K, optó por llamarse a silencio y no volver a referirse al tema.”
Durante esos tiempos, una numerosa custodia se movió junto a Florencia durante su estadía a lo largo de medio año. Nunca se supo quién financió esa exclusiva seguridad, la cual quedó plasmada en un video.
Lo que sí parece quedar claro es que la metodología de los Kirchner siempre es la misma a la hora de adquirir costosísimos inmuebles.
Equipo de Investigación de Tribuna de Periodistas