El primer medio de prensa que habló de un posible pacto entre Mauricio Macri y los Kirchner fue Tribuna de Periodistas, y lo hizo de manera insistente. La primera de las reveladoras notas fue publicada el 7 de diciembre de 2010 y luego hubo media docena más que agregaron elementos al asunto.
"Los vínculos entre “el pibe” y el Frente para la Victoria son tan notorios que ya no pueden sorprender a ninguna persona bien informada", se dijo entonces.
Esa semana, esa estrecha relación mostró su costado más escandaloso, en el marco de la designación de cuatro jueces federales en el Consejo de la Magistratura. Se dio cuando el kirchnerismo aceptó bajar a uno de los postulantes -que había promovido en comisión- para conseguir los votos necesarios para aprobar en el plenario de los otros seis candidatos de la lista. "Ante la desprolijidad administrativa cuestionada por otros consejeros luego logró entre los pasillos de la sede del organismo que el candidato directamente renunciara al concurso, dado que podría haber impugnado su propia baja y retrasado aún más este tema, que ya lleva seis años", publlicó Clarín al respecto.
Lo curioso es que el candidato perjudicado, Carlos Ferrari, se suponía que tenía buena llegada por su relación con un auditor general de la Nación, Francisco Javier Fernández, denunciado como “operador judicial” del kirchnerismo. Fernández es el funcionario cuyo automóvil fue baleado hace poco más de un mes camino a su trabajo. Ferrari es su asesor.
La otra curiosidad es que no se esgrimieron razones para bajarlo a Ferrari de la lista. Este abogado, asesor de Fernández, había sido cuestionado porque presuntamente tuvo de antemano los temas que le iban a preguntar en el examen para el concurso, cuando se suponía que esto era secreto.
Sin embargo, el otro candidato sospechado de haber hecho trampa, el juez de instrucción Luis Rodríguez -también vinculado a Fernández, de quien es compadre-, quedó en el cuarto lugar de la lista aprobada. La “terna ampliada” de seis candidatos será elevada en los próximos días a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Según Clarín, para lograr aprobar la lista, el kirchnerismo se vio obligado a negociar ya que no contaba por sí mismo con los votos necesarios, ya que se necesitaba una mayoría especial de 2/3. Los dos votos necesarios los aportaron el juez federal cordobés Alejandro Sánchez Freytes y Alejandro Fargosi, representante de los abogados.
El representante del Poder Ejecutivo, Hernán Ordiales, habló de “un acuerdo político” para explicar el sorpresivo retiro de la lista de Ferrari. El “acuerdo” fue con Fargosi y contó con el respaldo del PRO, partido al que estuvo afiliado el abogado pero que no tiene representantes en el Consejo de la Magistratura.
"Según ese acuerdo, el kirchnerismo debía resignar a uno de los dos candidatos cuestionados (Rodríguez o Ferrari), según dijeron fuentes del Consejo. Los dos legisladores radicales (el diputado Oscar Aguad y el senador Mario Cimadevilla) más el juez Ricardo Recondo y el abogado Daniel Ostropolsky votaron en contra ya que eran partidarios de no avalar un concurso tan cuestionado por la presunta copia de exámenes", publicó Clarín.
Así, la terna ampliada quedó conformada por los secretarios y jueces subrogantes Marcelo Martínez de Giorgi y Juan Pablo Salas (también ganó un concurso para camarista en San Martín), el juez de Quilmes Marcelo Goldberg, Rodríguez y los secretarios Sebastián Ramos y Sebastián Casanello.
Una nueva muestra de un pacto que perjudica a la sociedad más que a la política.