Luego del bloqueo a importaciones de Barbies, IPhone, algunas marcas de auto, computadoras portátiles de las principales compañías, e incluso material educativo producido en el exterior, ahora la Secretaría de Comercio Interior, que lidera Guillermo Moreno, llevó la apuesta restrictiva a un límite insólito.
Según cuenta el sitio de economía IProfesional, la Aduana mantiene frenados en sus galpones una serie de embarques que albergan una copiosa cantidad de biblias.
Sí, al parecer alrededor de 100.000 ejemplares de este libro religioso y otras obras como diccionarios o concordancias bíblicas, se encuentran demorados por la Secretaría de Comercio Interior desde el pasado 15 de septiembre.
Desde la Sociedad Bíblica Argentina (SBA), le indicaron a iProfesional que "el freno causó sorpresa en tanto no se trata de publicaciones con las que se busca un rédito económico".
"La Sociedad Bíblica Argentina es una entidad sin fines de lucro. En todo caso, importamos el material por cuestiones de costos y para que después podamos hacer llegar a la gente la Biblia, de forma gratuita o a un precio muy bajo. Igualmente, hay catálogos que no se hacen en el país por cuestiones tecnológicas y sí o sí debemos importarlos", aseguró un alto representante de la entidad.
Es que las biblias se ven alcanzadas por la misma medida que bloqueó el ingreso a la Argentina de hasta 2 millones de libros provenientes de España, Colombia, Brasil, China, Estados Unidos y Gran Bretaña. Si bien esta medida comenzó a entrar en declive durante septiembre último tras la polémica que generó la decisión de limitar el ingreso de bibliografía producida en el exterior para asegurar las impresión local.
"Si se dijera que esto es una empresa que obtiene ganancias por su actividad comercial, quizá sería comprensible. Ahora vamos a ver qué podemos exportar desde la sociedad para compensar todo lo que importamos", agregó el mismo vocero.
El gobierno puso como plazo estipulado fines de 2012 para que las empresas del segmento editorial exporten algún tipo de producto local para poder ingresar material importado. Sin embargo hay libros que no han sido liberados pese al acuerdo, pero pocos se quejan por temor a Moreno.
"Por presiones o directamente miedo a lo que pueda hacer Moreno, casi nadie dice con nombre y apellido que la situación en la Aduana sigue complicada", afirmó un experto del segmento editorial en estricto off de récord.
Redacción de Tribuna de Periodistas