«Acuñar moneda con el propio cerebro, a una señal del amo, me parece la tarea más dura de este mundo...». Edgar Allan Poe.
Coincido con la visión del diario “La Nación” al editorializar que “ningún periodista puede militar en otro bando que no sea el de la búsqueda de la verdad y su transmisión a la sociedad”. 1
En el campo de la realidad, salvo honrosas excepciones, no sucede. Resulta absurdo sostener que la prensa, en general, es objetiva e independiente. No lo es “Clarín” ni “El Argentino”; no lo es “Tn” ni “6,7,8”; por nombrar algunos paradigmas que se enfrentan en la cotidiana guerra semiótica.
A lo largo de mis trabajos observo —subjetividad mediante— que “Olé”, al igual que “Clarín”, “militan” por la conveniencia. Hoy, son K porque les conviene y mañana antik, porque consideran que los desfavorecen. En tanto, que el diario deportivo del “Grupo” es una mímesis, no podría ser de otra manera. O sea, podría pero no lo es. Priman los negocios, el dinero, lo económico. “Olé” también “panquequea”. Basta seguir sus primeras planas.
El lunes 2 de mayo de 2011 Carrizo es “arquero de campeón”. River “tiene al mejor arquero”. Sólo unos días después…
…y vuelta… : “Otra macana de Carrizo”.
Para contrarrestar esta embestida se están planificando: cursos para mejorar la escritura, un “Manual de Estilo” y un reposicionamiento en el alicaído mercado. Pareciera que el “ataque K” minó varios sectores del “Grupo Clarín”.
No es casual que el lema no sea el mismo. Antes: “Cada día te quiero más”. Ahora: “Compartimos la pasión”. ¿Será que ya no quieren tanto a los lectores?
En realidad, lo que más importa el multimedio “Clarín” es que “Olé” vende menos, que no es lo mismo que “venderse menos”.
Se supone que una de las causas de esta baja son las burlas al Club Atlético River Plate.
Según compulso, muchísimos hinchas del club de Núñez no compran más la publicación. Asimismo, invitan a sus conocidos, siempre que no sean del eterno rival, a adoptar la misma conducta: no comprar el diario deportivo.
Si bien estos sufridos hinchas están apenados por el descenso de su amado club, no estarían tan desacertados, pues muchas tapas confirman su decisión. En un estudio diacrónico se pueden encontrar una enorme cantidad de tapas contra la institución presidida por Daniel Alberto Passarella.
Un sitio web partidario refleja la opinión de muchos de los “indignados” riverplatenses:
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Néstor Genta