El grupo Clarín se la veía venir. Por lo menos así lo publicó el pasado 24 de junio a través de un revelador artículo donde anticipó que la firma Cablevisión interpondría un recurso extraordinario federal ante la Corte Suprema de Justicia “por una extraña maniobra judicial que tuvo lugar en Mendoza”.

Según el matutino, Supercanal (del grupo Vila-Manzano) “impulsa un pleito contra Cablevisión. Antes de ayer, la Cámara Federal de Mendoza rechazó un pedido de recusación contra la titular del Juzgado Federal Número 2, Olga Pura de Arrebal, que lleva la causa.”

La trama la contó el mismo medio: “Hace unas semanas, Cablevisión denunció el vínculo laboral de dos de los hijos de la jueza, Juan José y Camila Canals, con empresas del Grupo Uno (de Vila y Manzano). El primero es ahijado de bautismo de Alfredo Vila Santander, miembro del directorio de varias empresas del Grupo Uno. Todo esto determina que es probable que carezca de imparcialidad e independencia a la hora de resolver cuando los intereses de este grupo se encuentran en juego.”

Más adelante, agrega: “La existencia de dichas vinculaciones fueron confirmadas por la propia Olga Pura de Arrabal en un escrito presentado ante la Justicia en el marco de su descargo.”

Lo interesante del caso, es que dos jueces que hoy aparecen cuestionados fueron quienes confirmaron a la jueza para que continúe actuando en el expediente referido: Otilio Romano y Julio Petra.

Equipo de Actualidad de Tribuna de Periodistas