"Prefiero que opinen los demás", dijo este martes Orlando Barone en 678, cuando le tocó brindar su devolución ante el escándalo que provocaron sus comentarios del domingo pasado desmereciendo el trabajo periodístico de José Luis Cabezas. Hay que mencionar que la polémica se desató en su máximo esplendor cuando Tribuna de Periodistas publicó el video del momento en que Barone dijo que “el de Cabezas era una periodismo menor”.

En pleno aniversario de la muerte del reportero gráfico de revista Noticias, ejecutado en 1997 luego de haberle sacado una foto al narcoempresario Alfredo Yabrán, los dichos de Barone fueron cp,p sal en una herida que, por su impunidad, no ha cerrado.

“Fui descontextualizado”, dijo Barone este martes luego de que pasaran dos días de su penoso punto de vista para con el fotógrafo.

Si bien Tribuna fue el primer medio en publicar el video y en notar el desacierto del panelista, 678 se valió de que Perfil.com se hiciera eco del asunto para revertir un poco las cosas: apuntaron nuevamente a Jorge Fontevecchia por “aprovechar la muerte de Cabezas como marketing de su grupo”.

Luego, el ex periodista de Clarín trató de apuntar al periodismo porque ninguno siguió investigando a las empresas de Yabrán que siguen en funcionamiento, o en todo caso porque "aunque Yabrán haya sido lo que fuera, fue injusto que (el periodismo) lo persiguiera”.

Este medio habla por sí mismo cuando afirma que sí ha seguido investigando el destino de las empresas de Yabrán en la actualidad, pero lamentablemente el panorama no es nada beneficioso para el setentón panelista.

Hay fuertes vínculos entre el escándalo de la valija con los 800 mil dólares que Guido Antonini Wilson intentó ingresar al país hace cuatro años y el narcoempresario que mandó a acribillar a Cabezas, causa en la que está involucrado el ex funcionario del Ministerio del Planificación, Claudio Uberti.

La última medida judicial de esa causa, fue un pedido de los fiscales para que se cite a declarar como testigo al presunto sucesor del empresario Alfredo Yabrán, al dueño de la empresa de charters aéreos Héctor Colella, puesto que Antonini llegó al país en uno de sus aviones y tiene estrecha amistad con su hijo, Pablo Yabrán.

En octubre de 2010, el propio Néstor Kirchner viajó a Santa Cruz en la misma nave utilizada por Antonini Wilson en su viaje a Buenos Aires, de acuerdo al hallazgo de la agencia OPI Santa Cruz. La aeronave pertenece a la firma Royal Class, nombre de fantasía de la empresa Lanolec, la cual pertenece a Pablo Yabrán.

El abogado elegido para defender al venezolano por parte del Gobierno argentino fue Guillermo Ledesma, quien patrocinó al propio Yabrán en su momento.

Antonini Wilson está fuertemente vinculado a una empresa en Fort Lauderdale relacionada a la venta de armas y tecnología militar. Ese mismo lugar fue sede de algunos negocios del grupo Yabrán, referido también al negocio militar vinculado a la Fuerza Aérea argentina.

El pasado 12 de agosto de 2010, fue decretada la quiebra de la histórica empresa Ciccone Calcográfica a raíz de una deuda millonaria para con el Estado. A partir de allí, el Gobierno ha intentado con insistencia hacerse del control de esa firma y hasta solicitó a la Justicia la posibilidad de que pase a operar bajo su órbita y potestad.

El juzgado que lleva adelante la quiebra alquiló Ciccone a la empresa de juegos Boldt, enfrentada ferozmente con el ministro de Economía Amado Boudou a raíz del negocio que significó la impresión de billetes en los últimos meses.

El mismo Guillermo Moreno se encargó de presionar para que la Justicia restituya Ciccone Calcográfica a la familia Ciccone. De esta manera, sería más fácil hacerse con el control de la empresa, hoy manejada por Boldt.

En enero del año pasado quedaron detenidos en España los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá y Matías Miret, luego de habérseles encontrado en su Challenger —retenido en España— 944 kilos de cocaína, después de que despegaran en la base aérea de Morón.

La metodología recordó mucho a lo ocurrido en septiembre de 2004, cuando la firma Southern Winds envió 60 kilos de cocaína a España a través de un sistema similar al utilizado por los Juliá. 

Los hermanos son hijos del brigadier José Juliá, quien supo ser testaferro del empresario postal y facilitó a este todos los negocios aeroportuarios, incluidos los depósitos fiscales, el free shop y el servicio de rampas.

“Eso fue lo que permitió a Yabrán armar la compleja ingeniería que lo colocó al tope del tráfico de drogas y el lavado de dinero en la Argentina. Es que, al manejo de estupefacientes que ostentaba a través de camiones de OCA y OCASA, se sumó entonces la potestad de manejar los depósitos aeroportuarios y el recorrido entre estos y los aviones”, afirma el periodista Christian Sanz, uno de los periodistas que más investigó la trama de Yabrán.

A fines del año pasado, La Cámpora se preparó con lo necesario para que el ahora vice de Economía, Axel Kicillof, asumiera la presidencia de Intercargo, con el objetivo de controlar una caja de 225 millones de pesos anuales y un sector clave para el negocio aerocomercial.

Intercago es controlada por el Estado desde 1994, cuando la administración de Carlos Menem se la expropió al Grupo Yabrán. Fue denunciada por ser una especie de “aduana paralela" y estar relacionada con narcotráfico, tráfico de armas, y lavado de dinero.

Pese a que Barone practique y diga lo contrario, muchos periodistas no nos olvidamos de Cabezas... ni tampoco de Yabrán.

Eliana Toro
Twitter: @toroeliana