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Indignación y caos en Once: crónica de un día de furia

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LA MUERTE DE LUCAS Y TBA, UN VIAJE SIN RETORNO
LA MUERTE DE LUCAS Y TBA, UN VIAJE SIN RETORNO

El hallazgo del cuerpo de Lucas Menghini Rey, la víctima número 51 de la tragedia ocurrida el último miércoles, provocó una nueva protesta de los usuarios que se agruparon el viernes por la noche entre los molinetes a expresar toda la bronca y el dolor. El lugar era un polvorín a punto de estallar. No era para menos, el joven de 20 años fue encontrado después de casi 60 horas del tremendo accidente —o no— en dónde una formación impactó contra una valla de contención de la terminal de Once.

 

Muy pronto la furia se transformó en hechos: los manifestantes prendieron fuego los molinetes y provocaron destrozos en los alrededores del hall central. La policía lanzó gases lacrimógenos y la gente respondió con botellas mientras era literalmente desplazada de la estación por el accionar represivo de los efectivos. El humo de los gases se sumó a la confusión general y a la corrida desesperada del público. Los incidentes se trasladaron en pocos minutos a la Avenida Pueyrredón, en dónde la policía continuó avanzando para cerrar la calle, entre las personas presentes había chicos y madres con bebés. Pero se sabe, cuando las fuerzas de seguridad reprimen no miden absolutamente nada, más allá de que - justificada - la indignación termine afectando paradójicamente a terceros, con la rotura de autos en la misma estación. Al costado de Plaza Miserere pequeñas fogatas, prendidas también por manifestantes, eran apagadas por los carros hidrantes de la Federal. Los cánticos de “Cristina dónde está” volvieron a emerger en la esquina de la Avenida Pueyrredón y Mitre, pero la calma, o tensa calma, volvía a la zona poco antes de las 22.00 hs.

El escenario que quedaba era desolador: botellas, piedras y basura acumulada en las adyacencias de la plaza. En la oscuridad y en los márgenes de este centro urbano, vale recordarlo, mucha gente duerme en viejos colchones y en plena calle, testigos directos y silenciosos de los aberrantes acontecimientos. La vuelta a casa de los trabajadores no sería la misma en las horas finales del viernes: la estación se había cerrado por completo y con las calles cortadas, tampoco había colectivos. El día de furia había terminado.

Decadencia. Esa es la palabra, sencilla y contundente, que podría definir hoy al sistema ferroviario argentino. Ineficiencia y corrupción. Eso podría reflejar - aunque no sólo eso - a la empresa TBA comandada por los Cirigliano. Desidia, negociados, corrupción y falta de proyectos serios y a largo plazo. Eso podría describir la política en materia ferroviaria del Gobierno Nacional de Cristina Fernández y del modelo kirchnerista a partir de 2003. Y es que hasta el más acérrimo y ferviente defensor de la era K es capaz de admitir que los trenes no estuvieron ni están a la altura del proyecto Nacional y Popular, tantas veces difundido de esta manera. Y hacerse la lógica pregunta de dónde van a parar los millones de subsidios a TBA y por qué no invierte y no mejora el servicio, hacerse ese cuestionamiento ahora es demasiado tarde. Que el Gobierno Nacional sea querellante es demasiado tarde, acaso intentando una desresponsabilización que se huele a kilómetros de distancia. O simplemente queriendo reparar lo que ahora es irreparable. Demasiado tarde. Como tampoco tendría sentido mencionar el menemismo y su conocido desguace del ferrocarril – ramal que para, ramal que cierra - en las privatizaciones que nada aportaron a los argentinos. Ya hubo tiempo suficiente para revertir los errores del desenfreno neoliberal. La melancolía se podría hacer un festín con la historia de los trenes en nuestro país. Porque hubo tiempos mejores, cuando Argentina supo tener la red ferroviaria más importante de América Latina. Después la industria automotriz llegaría para destronar la supremacía de este medio de transporte.

El que diga que este último miércoles murieron 51 personas a raíz del choque del Sarmiento estará equivocado. Murieron mucho antes.

Murieron en el preciso momento que TBA, a pesar de los informes de la AGN (Auditoría General de la Nación) que ya alertaban sobre el deficiente mantenimiento, decidió mantener el mismo rumbo y no cambiar nada, cuando decidió lucrar con los jugosos subsidios y vivir del Estado. Cuando decidió no invertir en óptimas condiciones de seguridad. Porque esa es la corrupción que mata silenciosamente, cuando genera una serie de hechos que se van encadenando uno tras otro hasta provocar la tragedia final, esta vez cruda, visible y comprobable. También murieron las 51 personas cuando el Gobierno Nacional no controló en dónde tenía que controlar. No hay vuelta atrás.

Lo más grave de lo adverso será tal vez no aprender. Y tenemos sobradas pruebas que tampoco aprendemos de lo extremo.

Y cuando las puertas de la estación se abran otra vez, otro Lucas Menghini Rey se subirá a emprender un viaje con Trenes Buenos Aires, un viaje que puede ser el último.

 

Sebastián Turtora 

 
 

35 comentarios Dejá tu comentario

  1. Amigos, ¿No se dieron cuenta que el imbécil de Gabino logra cambiar el eje de este artículo porque la mayoría hace lo que se hace siempre, es decir pegarle al que está más cerca y perder el fondo de las cosas? El tema de este artículo es la protesta del día viernes y yo, que estuve viendola toda les diré que si bien frente a este desastre que pasó con Lucas, mucha gente gritó y cantó consignas en contra espontaneamente que fue su forma de demostrar lo lastimados que estamos, pero los desastres, las rupturas y los incendios los realizaron un grupo de inadapatados que se añadieron y la mejor prueba de eso es que los que habían actuado por la necesidad de gritar tanta injusticia e ineficiencia de la policía de Garré, se replegaron para no dale quorum a esos sinvergüenzas.

  2. ELGABO.Te agrego un par de cosa a tus dichos "empresa rastrera que supo embolsillar ganancias y subsidios del estado" tal vez tu ignorancia no te permite saber que gran parte de los subsidios que supuestamente llegan a las empresas subsidiadas vuelven a los funcionarios del gobierno ¿negociado? NNNOOOO,a quien se le puede ocurrir que hagan semejante cosa... Nombras a MENEM&CIA como responsables del desguace y tenes toda la razón,supongo que en CIA incluis a Néstor y Cristina ¿o eran de otro partido? ¿o no lo aplaudían a cuatro manos??? Te recomiendo aprender un poquito de historia,no pases mas vergüenza.

  3. Aunque soy agnóstica recomiendo como paliativo ir a la iglesia o rezar en casa. El ATRASO de nuestro país no necesita explicacione`, se vé. Es lo que tenemos gracias a nuestros votantes. Así que no se gasten protestando, justificando etc. ¿Cuántos "seguí " habrá diariamente y no pasa nada porque Dios es grande ? Habrá más penas y olvido.

  4. GABINO SEGUIS SIENDO ABSOLUTAMENTE DETESTABLE, TU ESTERIL INTENTO DE DILUIR RESPONSABILIDADES EN UNA GLOBALIDAD DE CIUDADANOS ES POCO MENOS QUE CRIMINAL. QUE PRETENDES QUE BONADIO HABILITE EL MONUMENTAL PARA QUE TODOS LOS USUARIOS DEL SARMIENTO SE AUTOENCARCELEN!!!!! PORQUE DE SEGUIR TU CRITERIO, CUANDO TODOS SOMOS RESPONSABLES, NO HAY CULPABLES. SOS UN KAMPORITA IGNORANTE QUE EN ESTE TEMA ESTAN PERDIDOS, LOS CULPABLES SON CRISTINA, DE VIDO, JAIME, SCHIAVI Y CLAUDIO CIRIGLIANO, LOS RESPONSABLES SON TODOS LOS KK COMO VOS QUE LOS APOYAN INCONDICIONALMENTE.

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