A esta altura, está claro que Amado Boudou no puede justificar su patrimonio, no al menos a través de la declaración jurada que oportunamente presentó ante la Oficina Anticorrupción en el año 2010. La ecuación es bien sencilla: sus ingresos no llegan a cubrir su altísimo nivel de vida. ¿Cómo hizo entonces el vice para acopiar tantos y tan onerosos bienes?
Las presunciones apuntan al blanqueo de capitales, sobre todo cuando se observa la operatoria de Boudou y sus "socios", proclives todos ellos a la conformación de fantasmales sociedades a través de jubilados y personas de bajos recursos. El rastro de algunas de esas firmas se pierde en los pantanosos caminos financieros de Uruguay.
Si bien todos posan sus miradas sobre la figura de Alejandro Vandenbroele, sindicado como testaferro del Vicepresidente —en realidad solo tiene gravitación en la ex Ciccone—, el verdadero "hacedor" de los negocios del ex ministro de Economía es José María Núñez Carmona.
Por caso, si se investiga el derrotero de las sociedades inmobiliarias Aspen y Hábitat Natural, se harán carne las peores sospechas. Solo basta otear el Boletín Oficial de la República Argentina 31.442 del 08/07/2008, referido a la empresa Aspen.
Dicho sea de paso, a través de la sociedad referenciada se adquirió uno de los departamentos de Boudou en Puerto Madero, sito en calle Juana Manso Nro 740 piso: 25 departamento 3, unidad Torre 2. Otro sí digo: la empresa está ubicada en el mismo domicilio en el que vive Núñez Carmona.
Hablando de incongruencias: en el año 2010, el vice declaró a la OA que su paquete accionario en Aspen —posee el 50% de esa sociedad— ascendía a $6.000. Sin embargo, en el rubro ingresos admitió dividendos por la misma firma que alcanzan los $190.000.
No es la única irregularidad que el funcionario deberá explicar: una operación sospechosa se cierne sobre la otra sociedad, Hábitat Natural, adquirida por el vice el 10 de septiembre de 2010. La empresa fue creada poco antes, el 9 de agosto, y el 1° de marzo de 2011 su capital social pasó de 40 mil pesos a $720.000. Aún nadie sabe quién puso esa diferencia dineraria.
Tanto en Aspen como en Hábitat Natural, Núñez Carmona es socio de Boudou. En realidad, más que sociedad existe una relación de jefe-empleado donde, contra todos los pronósticos, el mandamás no es justamente el Vicepresidente.
El primero en mencionarlo fue el escritor Jorge Asís en su blog; luego el dato fue confirmado por fuentes del Ministerio de Economía a Tribuna de Periodistas. "Boudou responde las órdenes de Núñez Carmona y no al revés", admitió un secretario de segunda línea que supo ser mano derecha del hoy vice cuando este era ministro de Economía.
La relación entre ambos en realidad es mucho más estrecha: el "socio" ha sido padrino de casamiento de Boudou y luego testigo de su divorcio. Hoy, paradójicamente, es el hombre que provoca los temores más elocuentes en la figura del ex ministro.
Es que, con apenas hurgar un poco en la periferia de Miami, Estados Unidos, se descubrirá que existe una sospechosa relación comercial entre el referido Núñez Carmona y Alejandro Gravier, marido de Valeria Mazza, a través de una compañía llamada "Rock y Pizza".
El nexo entre uno y otro son los hermanos Marcelo y Horacio Malvicino, dos narcolavadores que están siendo investigados hoy por la justicia norteamericana. "Con que la Justicia libre un simple oficio a Miami va a saltar toda la data, también los nexos con Boudou", admitió el informante antes mencionado.
Las sospechas de lavado de dinero respecto a Núñez Carmona, se encuentran en la mira de la unidad antilavado argentina, ya que, según publicó oportunamente diario La Nación, existen varios reportes de operaciones sospechosas (ROS) en su contra, una de ellas por un depósito de 500.000 dólares en efectivo. También aparecen operaciones de cambio y de títulos públicos.
Si Boudou genera sospechas a propios y extraños, más cuestionable aún es la conducta de su socio, quien se encuentra en la mira de investigadores norteamericanos por operaciones sospechosas de diversa índole.
El vice se protege de toda manera posible, escudándose en el poder político de turno. No teme en realidad por su propio futuro, aunque sí lo hace respecto a Núñez Carmona. El día que eventualmente se conozca el tendal de delitos cometidos por este, ¿cómo explicará Boudou que él no tuvo nada que ver al respecto? Peor aún: ¿Qué ocurrirá cuando se sepa que uno de los financistas para su "aventura Ciccone" ha sido el oscuro banquero Raúl Moneta?
Una pequeña ayuda para los investigadores vernáculos: si se hurga sobre la firma Embarcaciones Argentinas —ver Boletín Oficial Nro. 31.605— muchos secretos serán revelados.