El caso tiene una densidad política importante, porque complica a la esposa de un importante funcionario de Daniel Scioli. Se trata de Marisa Fassi, la intendenta de Cañuelas, la mujer de Gustavo Arrieta, el ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires.
Es que cientos de vecinos de Cañuelas están irrumpiendo este lunes en el edificio de la Municipalidad local para exigir la renuncia de la intendenta, en medio de las protestas contra la inseguridad, tras el crimen de dos hermanos comerciantes ocurrido anoche.
"Acá hay algo raro detrás, debe haber disputas políticas", dijo una vecina, que poco antes había coreado la palabra "cómplices", en medio de diversas consignas que tienen como denominador común la exigencia de mayor seguridad. Los vecinos prolongaban un aplauso de protesta, mientras que un grupo entró al edificio comunal coreando: "Que se vayan todos...".
Según publica agencia Noticias Argentinas, el jefe de la Policía Bonaerense, el comisario general Hugo Matzkin, se encontraba reunido esta mañana con jefes policiales de Cañuelas, para verificar las actuaciones en torno al crimen de dos comerciantes ocurrido anoche en esa ciudad. Fuentes oficiales informaron que en las próximas horas, a la presencia de Matzkin, se le iba a agregar la del ministro de Justicia y Seguridad provincial, Ricardo Casal, quien se dirigía hacia el lugar.
El caso
Dos hermanos, que eran propietarios de un pequeño supermercado, fueron asesinados a balazos por desconocidos en un presunto intento de robo concretado en el comercio situado en plena zona céntrica de la localidad bonaerense de Cañuelas. El doble crimen, que se produjo anoche cerca de las 20:00, motivó una protesta en la que participaron un millar de vecinos, de esa localidad situada a unos 65 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Buenos Aires.
El hecho ocurrió en el local de verdulería, que incluye otros artículos llamado "Doña Rosa", situado en la avenida Libertad al 1.400, y tuvo como víctima a los propietarios del local: los hermanos Marcelo y Leonardo Massa, de 36 y 38 años, y por el momento los autores del hecho se mantenían en calidad de prófugos. A ese lugar, según vecinos del lugar, arribaron dos hombres en moto, uno de los cuales se bajó y, en circunstancias que no se habían determinado, le disparó en el pecho a uno de los hermanos, que murió en el acto. En tanto, el otro comerciante, cuando acudió al lugar en el que era asesinado su hermano, también fue baleado recibió una grave herida en un pulmón.
Los asaltantes escaparon en la moto, sin llevarse nada, y el comerciante herido murió cuando era sometido a una intervención quirúrgica en el hospital local, situado a pocas cuadras. Alrededor de tres mil vecinos indignados por lo ocurrido marcharon a la comisaría local para protestar contra la inseguridad. "Hace meses que se venían produciendo hechos delictivos. La inseguridad está llegando a Cañuelas y las autoridades no hace nada", dijo Juan, uno de los participantes de la protesta. Según se supo, uno de los hermanos ya había sido víctima de un grave hecho de inseguridad, ya que seis años atrás había sido baleado por asaltantes cuando llegaba a su casa, hecho que la había costado la pérdida de un riñón.
En las últimas horas, también provocó enojo el caso de María Guarachi, una mujer de 37 años que fue baleada durante un presunto asalto mientras cursaba el quinto mes de embarazo, en un hecho ocurrido en la localidad bonaerense de Ciudad Evita, perdió el bebé que esperaba y permanece internada en estado crítico. Así lo señaló esta mañana el director del Hospital Diego Paroissien, de Isidro Casanova, el médico Alejandro Royo, quien indicó que en las próximas horas la mujer será sometida a una cesárea para extraerle el feto fallecido. El profesional dijo que "la paciente cursa con feto muerto" y permanece internada en la unidad de cuidados críticos, con asistencia respiratoria, con "lesión en ambos pulmones y columna dorsal".
José María González