Los primeros sondeos acaban de darse a conocer: Hugo Chávez ganó las elecciones venezolanas con el 54,42% de las preferencias y Henrique Capriles se quedó con el 44,7% de las preferencias. Muchos desconfiaron desde temprano, por el uso por parte del oficialismo de la estrategia que se conoce como "Operación Morrocoy": se trata de una movida de desgaste para que votantes voluntarios se cansen de esperar y vuelvan a sus casas.
Este domingo, no fue la excepción: por caso, en varios centros electorales del municipio Guacara, del estado Carabobo, han denunciado retrasos y largas colas que no avanzan desde tempranas horas de la mañana.
En el Liceo Bolivariano Santiago Machado, uno de los centros emblemáticos para votar, varias personas denunciaron desde temprano que a partir de las 4:30 de la madrugada la cola no avanzaba. Lo mismo se ha denunciado en Valencia, Carabobo y otras regiones. Para algunos, ello explicaría por qué dio la sensación de que .
La irregular situación se suma a las insistentes proclamas de fraude que circulan a través de las redes sociales, como puede verse al pie de la presente nota. En ese marco, generaron suspicacia las palabras de Chávez a media tarde, cuando afirmó que "reconoceremos los resultados sean cuales fueren".
Al mismo tiempo, el mandatario pidió que “la jornada finalice "en paz". Paradójicamente, fue luego de que tres personas fueran asesinadas a metros de las urnas. “En dos hechos en la provincia de Miranda, hombres armados abrieron fuego en las adyacencias de colegios electorales y hubo tres muertos”, según publicó Perfil.com.
En anteriores comicios venezolanos ya hubo sospechas por el involucramiento de la firma Indra en su organización y conteo. Se trata de una empresa que enfrenta acusaciones de fraude en Ecuador, España y otros países del mundo.
En este caso, ¿han sido más transparentes las elecciones? Por ahora no se puede aventurar nada, pero hay que tener en cuenta que siempre se es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Siempre es interesante para algunos creer en conspiraciones, lo malo para ellos es que en general no tienen sustento. En un rato, el análisis de Tribuna de Periodistas.
José María González