Aunque hoy se lo puede ver pululando por los canales de televisión despotricando contra el Gobierno y acusándolo por la falta de libertad de expresión, Alberto Fernández supo ser el más duro “sicario” del kirchnerismo a partir del año 2003.
Fue a comienzos del gobierno de Néstor Kirchner. En esos momentos, el ex jefe de Gabinete era el que llamaba a los responsables de los medios críticos al gobierno para apretarlos. Una buena crónica de esos días, la realizó revista Noticias en mayo de 2004, bajo título “El Comisario Fernández”. Allí, con la firma de Darío Gallo, no solo se contó la obsesión del ex funcionario por la prensa independiente, sino también su inexplicable crecimiento patrimonial. Así comienza la crónica:
El viernes 7 de mayo, pasadas las 20, Alberto Fernández volvió sediento a su computadora en busca de información. Venía del salón de conferencias donde había anunciado la purga de 107 comisarios de la Policía Federal. Es decir, él mismo había generado la noticia más importante para la tapa de los diarios del sábado, pero no estaba tranquilo. A esa hora, todos los viernes, Fernández recibe un mail con una síntesis fresca de los artículos de Revista Noticias.
En cuanto abrió la casilla de correo, el jefe de Gabinete se encontró con tres amenazas de tinte policial –producto de la purga, pensó- y el resumen de dicha revista que acababa de ganar las calles de Buenos Aires. Férnandez leyó la nota sobre la censura sufrida por Jorge Lanata, donde se relataba que el periodista tuvo que ir a Casa de Gobierno para "pedir permiso" para trabajar. Allí se entrevistó con el mismo Fernández y el Presidente, pero aún así se quedó sin programa. Un triunfo para un Gobierno que considera que todo periodista no influenciable es un obstáculo en sus planes estratégicos: Lanata no tendrá aire en el 2004.
Pero a Fernández, semejante denuncia no lo preocupó. Es cierto, tampoco preocupó a muchos que suelen golpearse el pecho hablando de libertad de prensa. Ni entidades empresarias, ni sindicatos, ni asociaciones periodísticas movieron un dedo por el atropello contra Lanata, para alegría del señor Fernández. Lo que sí le molestó al Jefe de Gabinete fue la última respuesta del conductor del "Día D". Allí, en un típico juego periodístico, se le preguntaba al también fundador de Página/12 a qué integrantes del Gobierno investigaría si tuviera su programa al aire: "De Vido y Alberto Fernández", remató luego de pensar unos segundos.
Cuando el Jefe de Gabinete leyó su nombre, largó un insulto y telefoneó a Lanata (a Fernández le encanta hablar con periodistas). El ministro en jefe estaba convencido de que eso de "investigar a De Vido y a Alberto Fernández" era un invento de revista Noticias para molestarlo.
"Jorge, qué tal. Acá dicen que vos querés investigarnos, ¿lo dijiste o lo inventaron?". El periodista trató de sacarse de encima con diplomacia al hombre que maneja la pauta millonaria de los avisos oficiales: "Lo dije, sí, pero pensé que no lo iban a poner, ¿no se notó que lo decía en joda...?".
A continuación, la nota completa tal como se publicó en revista Noticias:
María Luisa Torres