Debe haber pocos funcionarios tan alineados al kirchnerismo como Héctor Timerman. Más allá de su evidente ineptitud como Canciller, no hay orden de Cristina Kirchner —y antes de su marido— que no deje por cumplir.
Sin embargo, el hoy funcionario supo criticar con dureza al kirchnerismo. Fue a principios de 2003 a través de dos columnas publicadas en revista Noticias, magazine en la que este solía colaborar. Ambas pueden verse al pie de esta nota.
La primera de ellas es del 25 de enero de ese año. Allí, Timerman escribe sobre Néstor Kirchner:
Es una pena que, en busca de una victoria electoral, se haya aliado con un peronismo heredero del conservadurismo bonaerense, fraudulento y autoritario, que se enseñoreaba en la región durante la década infame.
Una alianza más extraña que aquella de amargo recuerdo. Si un Frepaso más poderoso que el kirchnerismo y un radicalismo menos autoritario que el duhaldismo terminó en tamaño fiasco, es difícil no aventurar con un mayor infortunio de una nueva entente entre dos bandos que insisten en llamarse peronistas.
El 5 de abril de 2003, Timerman vuelve a la carga, a través de una nota donde describe a las elecciones venideras como “aburridas”: “Resulta difícil aceptar que el aburrimiento que generan las próximas elecciones también pueda considerarse un atributo de madurez política por parte de los ciudadanos. Y sin embargo es así”. Con un tono de claro escepticismo, el hoy Canciller advierte:
Dos detalles de la campaña. ¿Vale la pena perder el tiempo con un Menem que asegura que si es electo el país recibirá créditos por 15 mil millones de dólares? ¿Qué pensar de un Kirchner que se presenta como el campeón de los desposeídos y sienta en un lugar de privilegio a Julio Miranda, el gobernador de la provincia con el mayor grado de desnutrición infantil?
Poco más de un año después de estas declaraciones, Timerman sería designado por Néstor Kirchner Cónsul General en Nueva York.
Otro más que no resiste el archivo… y van.
Carlos Forte
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