La política exterior argentina, que durante el kirchnerismo  tuvo una marcada preferencia por Latinoamérica y el mundo en  desarrollo, ahora será rediseñada con un perfil eminentemente  comercial hacia los principales países emergentes.

 El cambio diseñado desde el área económica de la Cancillería  se produce en momentos en que saltaron nuevas chispas con  Estados Unidos por la decisión de Barack Obama de no incluir a  la Argentina en su gira por la región, lo que significa que no moverá un dedo por la reelección de Cristina Kirchner.

 No habría que definirlos como hechos sincronizados o  complementarios, pero sí son simultáneos.

 A partir del anuncio de Obama de que visitará Brasil y Chile, el canciller Héctor Timerman dejó entrever las diferencias de la Argentina con la administración demócrata, en concreto a partir de la formación de policías en el exterior y de la posición que ambos países adoptaron sobre la situación en Egipto.

 Previamente, el Gobierno había extremado sus gestos de acercamiento hacia la administración demócrata. Su último esfuerzo fue evitar reacciones por el escándalo de WikiLeaks.

Washington, según pudo recoger Noticias Argentinas de algunos de sus funcionarios, califica como "buena" la relación con Buenos Aires, pero no tiene temas bilatarales en agendaimportantes para abordar. Sus prioridades están en otro lado.

 Pese a ello, está jugando un papel relevante en las negociaciones argentinas para saldar la deuda con el Club de París y para no ser penalizado en el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). En ambos organismos tiene un peso clave.

Sin viaje

 La Casa Blanca fundamentó la ausencia de Obama en que no visitará países en los que haya elecciones este año. Pese a que fue relativizada en general, esa versión tiene asidero, porque no quiere ayudar a la reelección de Cristina.

 ¿Cuánto puede influir un presidente de Estados Unidos en unaelección argentina, uno de los países con mayor sentimiento antinorteamericano? Los funcionarios del Departamento de Estado aseguran que Obama es una figura con bastante aceptación en el país, a diferencia de sus antecesor, y consideran que su visita sería un buen aporte para el Gobierno.

 Si bien la administración estadounidense no tiene previsto hacer demostraciones explícitas sobre sus preferencias en la elección nacional, hay dos hechos sucedidos en las últimas semanas que las dejan entrever: el hombre de Obama para la región, Arturo Valenzuela, y la embajadora Vilma Martínez tuvieron sugestivos encuentros con Daniel Scioli.

 Valenzuela, quien no es recibido por Cristina Kirchner tras señalar que en la Argentina falta seguridad jurídica, se reunió con Scioli en su última visita oficial a principios de enero, mientras que unos días antes el gobernador había almorzado con la embajadora y los empresarios Sebastián Eskenazi (YPF) y Jorge Brito (Banco Macro). Del encuentro hubo foto en los medios.

 Scioli, mientras tanto, sigue apostando al combate electoral bonaerense. Desde que Cristina le dijo a fin de año en Olivos que buscará un segundo mandato, se ajustó a su jurisdicción y por el momento analiza entre Baldomero Álvarez de Olivera o Jorge Taiana cuál de los dos puede cuadrar mejor como vice.

 El gobernador y todo el espectro político argentino saben quesi Cristina llegara a bajarse de su reelección no lo va a decir ahora porque desataría una guerra entre las distintas corrientes kirchneristas. Las definiciones se blanquearán en mayo o junio.

Ofensiva comercial

 Para esa fecha también se verá la redefinición de prioridades de la Argentina hacia los países emergentes, especialmente a los del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), con la idea de superar los 100 mil millones de dólares de exportaciones (en 2010concluyeron por debajo de 70.000 millones).

 La ofensiva implica una reestructuración institucional, con la profesionalización del área comercial y el fortalecimiento de centros de promoción en esos países. El vértice fue la salida del embajador César Mayoral de China, a quien el Ministerio de Industria le achacó escasos resultados en las gestiones para mejorar el intercambio con ese país.

 En su lugar precisamente irá un hombre con perfil comercial que debería estar en funciones en mayo o junio cuando se reabra la primera oficina en Shanghai, el centro financiero chino.

 Por iniciativa de la Secretaría de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales que conduce Luis María Kreckler también se reconvertirán los centros de Beijing (China), Nueva Delhi y Bombai (India), Johannesburgo (Sudáfrica), Moscú (Rusia) y San Pablo (Brasil).

 En cada caso se contratarán entre 15 y 20 empleados de cada país, que estarán gerenciados por dos o tres diplomáticos, contó a NA, el subsecretario de Comercio Internacional, Ariel Schale.

 "Nos interesa el eje de los países emergentes. Ese es el eje donde vamos a lanzar estas acciones virulentas. La idea es levantar verdaderas corporaciones de venta de productos nacionales con alto valor agregado", sostuvo Schale, quien dijo que se van a fijar "pautas de resultados".

 Junto con acciones conjuntas previstas con Brasil la Argentina busca fortalecer su rol entre los países no desarrollados, perfil que coronó con la actual titularidad del Grupo de los 77, el mayor foro de los emergentes.

Gabriel Profiti
NA