Paula De Conto, la despachante de aduana que se animó a denunciar en la Justicia a Guillermo Moreno por abuso de autoridad, advirtió este jueves que ahora el Gobierno perturba a su marido en su trabajo.
“¿Qué le pasa al Gobierno? ¿Está nervioso con mi denuncia? Ahora perturba a mi marido en su trabajo. ¡Cobardes! La denuncia la hice yo, no mi marido”, publicó De Conto a través de su cuenta de Twitter.
En septiembre pasado, la mujer —que además tiene una empresa importadora— contó en Periodismo Para Todos el cruce que tuvo con el Secretario de Comercio Interior, en el que él la llamó imprevistamente por teléfono y, según contó, le dijo: “Yo voy a hablar, vos te vas a callar la boca y cuando termine voy a cortar”. Moreno le dijo a Paula que su empresa era “fantasma” porque no tenía un gerente de ventas. Debido a sus palabras, ella le preguntó si la estaba amenazando y él le contestó que sí. Luego, Paula fue citada a una reunión con el propio Moreno. “Me dijo que las reuniones las manejaba él y en el tono que a él le gustaba”, relató la mujer en esa oportunidad.
Ahora, y después de que la mujer denunciara al funcionario por amenazas, De Conto advirtió que su marido —también despachante de aduanas— comenzó a sufrir el hostigamiento oficial. “En aduana se pueden anotar para realizar horas extras, él siempre se anotó, ahora le dicen que no puede porque no hay trabajo, pero al resto sí le dan”, expresó la mujer nuevamente.
“Si el Gobierno piensa que voy a retirar la denuncia, se equivocan. Pidan disculpas, cambien ese proceder horrible con el cual se manejan”, pidió De Conto, y luego agregó: “Los cagones que llaman a casa y preguntan por mí o por mi marido y cortan, sigan, que son solo cagones”.
¿Hasta dónde llegará la escalada contra la mujer y su familia? Es grave que el gobierno haga este tipo de aprietes que son típicos de la mafia, pero también es preocupante que los grandes medios no se hagan eco de esta situación.
Aún están a tiempo.
José María González