Un día antes de la mega manifestación que augura el 8N, Guillermo Moreno solicitó ser querellante en la causa judicial que se abrió a partir de una denuncia presentada por el ministro de Justicia, Julio Alak, por supuestas amenazas contra este.
Fuentes judiciales informaron hoy a diario La Nación que los abogados del Secretario de Comercio Interior pidieron al juez federal Daniel Rafecas que su cliente sea admitido como parte en el proceso, pero hasta esta tarde el magistrado solamente había decretado "téngase presente", sin resolver a favor ni en contra.
La causa judicial se inició el pasado 27 de septiembre, cuando Alak en persona concurrió a los tribunales federales de Retiro y radicó una denuncia penal por la aparición en Internet de imágenes de Moreno metido en un ataúd y con un tiro en la frente, así como por el cacerolazo frente al departamento del secretario pidiendo que se investigue si hubo delito de de "amenazas de muerte".
En ese expediente, al que aún nadie pudo acceder por encontrarse bajo sugestivo "secreto de sumario", fuentes oficiales aseguraron a este cronista que aparecen mencionados al menos dos profesionales de Tribuna de Periodistas entre los instigadores de la foto de Moreno, aún cuando jamás han tuiteado ni retuiteado mensaje alguno —menos aún imágenes fotográficas— del súper secretario.
Si se buscan fantasmas, los hay por doquier. Aparte de todas las injurias recibidas en las últimas horas a través de medios K, no parece casual que esta denuncia se haya presentado justo después de la gran marcha del pasado 13 de septiembre, una movida que promete repetirse mañana.
Carlos Forte
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